martes, 14 de agosto de 2018

Administrará recursos de Tláhuac Jesús Quintero y hará política

Mercado Sobre Ruedas

La Columna de Zaratustra
Trascendió que el contador público será el director general de Administración en la gestión del próximo alcalde de Tláhuac Raymundo Martínez Vite, pero el retorcimiento de colmillo que Chucho ha hecho en cuestión de negociaciones y amarres con todo tipo de liderazgos desde que los uceperos lo botaron de su equipo en 2011, lo convierte también por antonomasia en el especialista en asuntos de política que le va a facilitar la gobernanza a su jefe.

Jesús Quintero en fotografía de Facebook
Tras de varios años de permanecer en Tláhuac haciendo gestión social a través del colectivo Unyr (Unidad y Renovación), aunque en ocasiones con breves pausas por aquello de atender otras cuestiones de carácter político fuera de la demarcación, Jesús Quintero Martínez va a estar de regreso en la palestra política de la próxima alcaldía de extracción morenista cuando asuma el cargo de director general de Administración en la gestión de Raymundo Martínez Vite, según se comenta con profusión en Tlahuita la bella… Fue en 2011 cuando Chucho, como asesor del polémico delegado Rubén Escamilla, vivió en carne propia la arrogancia de los del grupo denominado «unión de colonias populares» que en Tláhuac vivían su mejor momento, cuando éste y Gilberto Ensástiga lo marginaron de una reunión que se celebró en la Sala de Artes dizque para que los perredistas de la demarcación cerraran filas y conservaran el hueso, desplante que sucedió poco después de que el líder de los uceperos había roto la relación política con Armando Quintero, entonces secretario de Transporte y Vialidad en la administración del no menos controvertible y ensoberbecido Marcelo Ebrard como jefe de Gobierno… Así que el cortón a Jesús sólo fue el principio del fin de sus días como asesor de quien –cosas de la vida– poco después sería vergonzosamente conocido como el «dipuporno»… Días más tarde Jesús comentó a NosotrosMSR que jamás había entendido su salida de la administración delegacional (Nosotros, número 141), al hacer un recuento de daños significados porque aquellos literalmente lo botaran de su pandilla… «Me cesaron del cargo, cosa que nunca entendí», platicó entonces… Siete años justos han pasado desde aquellos días en que los uceperos llegaron a considerar que prácticamente habían alcanzado la divinidad, pero Chucho –como le dicen sus amigos– nunca se fue de Tláhuac, se quedó y abrió con la ayuda de amigos su módulo de atención en la Colonia Santa Cecilia y, al ver quienes decían apoyarlo que nomás no conseguía ningún cargo en la administración pública, terminaban por darle la espalda, acababan retirándole la ayuda que le daban, por lo que Jesús se iba a otra parte con todo y chivas. De ahí que su módulo de atención ciudadana lo mantuviera otro tiempo más en la Colonia San José, el suficiente como para que quien le prestaba un predio con cuartos a medio construir de igual forma terminara por desesperarse a causa de que a los hermanos Quintero nomás no les iba bien… Así que el contador público tuvo el tiempo suficiente para calarse en la grilla y madurar en la política, de ahí que ahora se perfile como quien vaya a ser el principal operador del futuro alcalde en eso de amarrarle alianzas y hacerlo parecer bonito e inteligente, por aquello de la posibilidad de una posible reelección… Con un colmillo claramente retorcido que se le enchuecó con todo eso que vivió con quienes apalabró o pactó en ese lapso que hubo entre su estancia con los uceperos y su paso a Morena, Chucho vendrá siendo el hombre experimentado que habrá de administrar los recursos de la delegación, ciertamente, pero también quien habrá de sopesar las adhesiones y ofrecimientos que le deberán llover al futuro alcalde… Para ludibrio y reconcomio de quienes a últimas fechas habían buscado denostarlo en la red social de Facebook a través de quienes esconden su identidad en troles… Al tiempo.

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