lunes, 13 de agosto de 2018

Adiós al México 68... Mientras siga Ares de Parga al frente de Pumas



Pan y Circo
Allá el rector Graue y los miembros del Patronato si quieren seguir siendo cómplices del mentecato con pretensiones de rey Midas del espectáculo futbolero.
El riesgo de poner a un improvisado e
ignorante de la filosofía Puma
Los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México volvieron a las andadas en el torneo local de futbol profesional.
Pero no lo decimos por el empate sin goles registrado ayer ante el Pachuca en el Estadio México 68, lo decimos por la avidez y lacayuna actitud del presidente del club Rodrigo Ares de Parga con la televisora que transmite los partidos de los Pumas.
Eso de jugar a las cuatro de la tarde sus partidos dominicales como local es una añeja disposición de Televisa que los Pumas se habían resistido a acatar, pero ayer por lo visto fue más fuerte el cañonazo monetario que la tradición de la gran comunidad universitaria de ver el futbol de distinta manera a como lo concibe el resto de aficiones del circuito.
Y es que la pasión por lo Puma viene inserta en la semilla del conocimiento que germina y da origen al ser universitario, que entre otras cosas y a su vez motiva a esa gran comunidad a congregarse los domingos al mediodía en torno a su equipo para apoyarlo y convivir con sus semejantes.
Por eso resulta burdo y grotesco que el Club Universidad esté supeditado a los caprichos mercantilistas de la empresa del vodevil y del espectáculo ramplón, con programas retrógradas y enajenantes, que es dueña del equipo América, por lo que su único objetivo pareciera ser el de contribuir a que la popularidad de los Pumas no rebase a la del conjunto que archipublicitan hasta en la sopa, literalmente, en Televisa, las 24 horas del día.
No cabe duda que Ares de Parga parece estar empeñado en acabar con el club universitario, con la connivencia del rector Enrique Graue obviamente, al ignorar la tradición, la cultura y sobre todo la filosofía que ha regido en el tercer equipo más popular del país a través de los años.
Porque tras de desmantelar al equipo al sacar de la institución a jugadores emblema como Alejandro Palacios o Darío Verón, el individuo de marras cambió la forma que por décadas tenían las familias universitarias de acomodarse en las tribunas del México 68, con tal de embolsarse unos morlacos de más a costa de los Pumas.
Es un tipo nefasto para la causa universitaria definitivamente.
Por eso, en mi familia hemos decidido dejar de acudir al Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria mientras permanezca Ares de Parga como presidente del Club. Ojala y el equipo no siga siendo más perjudicado de lo que ya ha sido por un tipo que llegó con el trastrocamiento de un improvisado del espectáculo futbolístico en la Máxima Casa de Estudios del  país, que por lo visto está al servicio de la empresa que mangonea a su antojo desde hace muchísimo tiempo los intereses del negocio del futbol profesional.
La que por cierto limita las transmisiones de los partidos como local de Pumas a su canal de televisión restringida, mientras que los del equipo del que es propietaria, los programa cualquier día de la semana sin importar que sean amistosos o moleros.
Allá el rector Graue y los miembros del Patronato si quieren seguir siendo cómplices del mentecato con pretensiones de rey Midas del espectáculo futbolero.

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