martes, 16 de julio de 2019

Otro niño fue «blanco» de bala perdida en alcaldía de Iztapalapa

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El caso sucedió en Iztapalapa la semana pasada y se supo por la denuncia que hizo el padre del menor a través de Facebook. En tanto que la noche del lunes vecinos de la Colonia Selene, en Tláhuac, escucharon varias descargas de armas de fuego sin que ninguna autoridad se preocupara por investigar dónde se realizaban los disparos.
Fotografía tomada del Facebook de Joe Wynne
Los disparos al aire que posteriormente se convierten en balas perdidas y llegan a ocasionar tragedias no paran en la Ciudad de México, por lo que en esta ocasión la víctima fue el hijo de tres años de edad de un pastor extranjero de una iglesia Bautista en Iztapalapa la víctima.
Tras de que la noche del lunes se escucharon varias detonaciones de armas de fuego en las inmediaciones de la Colonia Selene, en la alcaldía Tláhuac, sin que ninguna autoridad se preocupara por investigar el lugar donde se hacían los disparos al aire, se supo por la denuncia de su padre en Facebook que su pequeño resultó herido, esta vez en el labio superior, a causa de una bala perdida.
Joe Wynne, pastor de la iglesia Fundamental Monte Sión, en la Colonia Xalpa, se refirió a través de esa red social de los hechos ocurridos el miércoles pasado al interior del templo.
Con el título de «Dios es increíble», Wynne escribió que leía su biblia cuando escuchó un impacto sobre la azotea y luego vino el llanto de su pequeño hijo que se encontraba con otros dos niños.
El nuevo caso de lesiones de menores por balas perdidas, se dio a cuatro días de que Megan Garrido, una niña de seis años, perdiera el ojo izquierdo después de que una ojiva atravesara la madrugada del seis de junio el techo de lámina y resultara herida.
Wynne comprobó que la bala que hirió a su hijo penetró el techo y dio directamente en la cara del menor, pero provocó «muy poco daño», según dijo.
A decir del diario Excélsior, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México informó que hasta el momento no se ha presentado una denuncia por estos hechos.
El caso es que los disparos siguen realizándose en demarcaciones como Iztapalapa y Tláhuac, con grave riesgo para la ciudadanía, sobre todo porque la autoridad parece haber doblado las manos antes las bandas delincuenciales y del crimen organizado en la capital del país, sobre todo cuando la publicitada Guardia Nacional aún no ha demostrado para qué va a servir.

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