domingo, 25 de agosto de 2019

Acoso sexual, laboral, prepotencia… La marca del gobierno en Tláhuac

Mercado Sobre Ruedas

Columna de Zaratustra
Como el cangrejo… Tláhuac es una demarcación marcada por la improvisación ante la ignorancia e incapacidad para el servicio público de quienes por favoritismos de sus tribus partidistas han llegado a la delegación (ahora alcaldía), nada más para medrar con el cargo y abusar de trabajadoras y empleadas.

Por lo visto, la administración de Raymundo Martínez Vite al frente de la alcaldía Tláhuac no se ha diferenciado de la anterior, la que encabezó su correligionario Rigoberto Salgado, hoy flamante diputado local (por la vía plurinominal, por cierto), ni mucho menos de la del «dipuporno» Rubén Escamilla, en eso de que los funcionarios aprovechen el cargo para pedir favores sexuales a trabajadoras.
Porque luego de que una joven que realiza su servicio social declaró sufrir acoso sexual mediante tocamientos y hostigamiento por parte del encargado de la oficina de amparos en la Dirección Jurídica, Carlos Iliam S, según denuncia ftlh/tlh-2/ui-3s/d/01509/08-2019, interpuesta el pasado 22 de agosto en la Procuraduría capitalina, trascendió que por esa misma razón tuvo que salir de la administración un individuo de nombre Santos, quien para mayores señas y en pleno apogeo de la mentada unión de colonias populares, los celebérrimos uceperos, banda a la que pertenecía, se desempeñó como coordinador territorial de la Colonia del Mar.
Para colmo, a un líder coordinador del área de Participación Ciudadana, de nombre Benito Araiza Sandoval, lo pusieron de patitas en la calle hace una semana. ¿Por qué? Según se dice ya había acusaciones en su contra por «prepotencia y acoso laboral». De poco le valió ser parte del equipo de Jesús Quintero, grupo que en la administración del alcalde Martínez Vite tiene la etiqueta de «intocable». Sin embargo, algo gordo habrá hecho como para que a quien se significa por ser otro de los suspirantes a contender por la dizque cuarta transformación le hayan dado de baja a uno de los suyos.
Suspirantes a bailarse a Tláhuac
Un Salgado, Ricardo, busca hacer campaña y aquí aparece con Cristina Cruz, jefa del
dizque programa de servidores de la nación
Otro de los que suspiran por volver a bailarse a Tláhuac desde la ahora alcaldía es el actual flamante diputado local Rigoberto Salgado, quien no quita el dedo del renglón en el tema de imponer su cacicazgo en la demarcación, para lo cual tiene dos cartas: uno es su hermano Ricardo, a quien por lo pronto mantiene en la lista de presuntos servidores de la nación –la de los mentados superdelegados que según se dijo iban a manejar recursos para inducir el voto a favor de Morena mediante dádivas a la población–, y el otro es Héctor Jiménez Garcés, a quien Martínez Vite la ganó la carrera por la candidatura el año pasado, tras del escándalo de la dizque narco gestión, por aquello de que el otro que gobernaba en Tláhuac era Felipe de Jesús Pérez, alias el «Ojos». Habrá que ver si los chicharrones del «Rigoñas» todavía siguen tronando con el purificador de López… Al tiempo.

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