miércoles, 15 de mayo de 2019

Sí fue un vengador anónimo el que ultimó a ladrón de Tlaltenco

Mercado Sobre Ruedas

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No lo descabezó, como en un principio comenzó a decir la gente del pueblo, pero sí le causó una herida en el cuello que lo desangró, por lo que metros adelante el asaltante bajó de la motocicleta herido de muerte, mientras que su cómplice huía despavorido del lugar. La gente se negó a proporcionar datos del vengador anónimo a la policía.
La versión del asalto a un café internet de los policías se contrapone con la de los vecinos
que dicen que el asalto fue a la tienda de abarrotes de enfrente de la Coordinación
Una persona lesionada con sangre en la ropa, sentada de rodillas y la mano izquierda metida entre la barda y un zaguán del número 22 de calle San Francisco esquina con Comonfort, y un casco de motociclista también con sangre, como a cinco metros de aquel, fue lo que encontraron elementos de la Secretaría de seguridad Ciudadana al llegar al lugar poco antes de las 14 horas, de acuerdo con el reporte de los elementos policiacos de la unidad MX703R1.
Sin embargo, minutos después la unidad médica que se presentó en el lugar, ubicado en el pueblo de San Francisco Tlaltenco, alcaldía Tláhuac, determinó la ausencia de signos vitales por etiología desconocida.
Según la versión de los policías, unos «curiosos» les dijeron que el sujeto había sido golpeado tras de haber robado un teléfono celular a un vecino en el café internet, luego de amenazarlo con una pistola escuadra negra.
Afuera del café internet se encontró además de la pistola una tarjeta de circulación, apuntaron en su reporte los uniformados.
Pero de acuerdo con vecinos, fueron dos sujetos los que asaltaron una tienda de abarrotes, y al momento de salir de la misma se encontraron con dos individuos que les reclamaron su proceder y quisieron quitarles el botín, por lo que aquellos intentaron huir a bordo de una motocicleta.
Fue entonces cuando uno de los individuos que encaró a los ladrones, le cortó el cuello con una navaja al asaltante que conducía la motocicleta, por lo que al doblar por Calle San Francisco y sentir que se desvanecía, bajó de la motocicleta y se detuvo en el zaguán antes referido, mientras su compañero emprendía la huida.
Los policías trataron infructuosamente de obtener datos acerca del vengador anónimo, pero la gente se negó a hablar, congratulándose de que hubiese «una rata menos» en Tlaltenco.

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