sábado, 17 de noviembre de 2018

Comienzan las acusaciones entre «mafias del poder» de la capital



| La Columna de Zaratustra |
Por una parte, un legislador petista acusó al secretario de Seguridad Pública, Raymundo Collins, de que sabedor de que su policía se había equivocado al incursionar en San Juanico y agredir a pobladores, no quiso tomar las llamadas  a su homóloga mexiquense para que fuera a dialogar con los afectados y evitar el bloqueo de la autopista.

Bloqueo de la México-Pachuca en San Juanico
La víspera de que se complete la sucesión de «mafias» en el poder, lo cual acabará de suceder los primeros días de diciembre cuando los de la «cuarta transformación» releven a la actual, en estricta jerigonza lopista, los sucios trapos de las componendas, mejunjes y revanchismos políticos comenzaron a trascender en los medios de difusión.
Uno de ellos es la confesión del diputado Emilio Manzanilla, del Partido del Trabajo, acerca de que si el secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, Raymundo Collins, hubiese contestado las llamadas telefónicas que le hicieron autoridades mexiquenses para que fuera a conciliar con los pobladores de San Juanico, se pudo haber evitado un bloqueo de 20 horas de la autopista México-Pachuca.
Pero no fue así, Collins, quien albergaba esperanzas de que la jefa de Gobierno electa (Claudia Sheinbaum) lo ratificara en el cargo –y tras de que no sucedió así entonces se puso públicamente a homenajear al ex «Jefe Apolo» mediante presuntas inserciones pagadas en medios–, se dignó contestar 10 horas después las llamadas telefónicas. Sabía que los policías a su cargo habían cometido grave error al trasponer los límites de la capital con el estado de México para incursionar en San Juan Ixhuatepec y agredir a pobladores con esa prepotencia que les da la absoluta impunidad para cometer actos de abuso de autoridad en la Ciudad de México (como la siembra de armas a ejecutados por policías y la etiquetación de «delincuentes»).
Durante una entrevista radiofónica, el legislador explicó que él mismo acudió a San Juanico ese día encontrando a muchas personas heridas y enfurecidas por la violencia que contra ellos habían ejercido los uniformados.
«Cuando llegué sí me sorprendí, me doy cuenta que había gente llorando, niños, señoras y gente descalabrada y en la banqueta había gente tirada y se escuchaba que había alarma y pánico ahí. La titular de Seguridad Pública estatal, Maribel Cervantes, me toma la llamada y le conté lo que estaba pasando y como a los 20 minutos llegaron patrullas y le pedí que le llamara al jefe de la policía de la Ciudad de México y ella me comentó que (Raymundo Collins) no le levantaba la llamada, 'no me contesta y no me contesta'»dijo a la periodista Denise Maerker.
«Le dije, es que la gente ya tomó acá la autopista y necesito que manden a alguien de la Ciudad de México para dialogar y ver cómo se arregla esto de la reparación del daño para que liberen la México-Pachuca. Pero sí fue bastante tiempo en que estuvimos tratando de que hubiera comunicación con el Gobierno de la Ciudad de México y no la hubo, hasta el siguiente día a las 9 de la mañana me habló la licenciada Maribel Cervantes y me dijo 'te va a hablar Raymundo Collins' el jefe de la policía de la Ciudad de México, ya habían pasado 10 horas hasta que hubo comunicación con él»comentó Manzanilla en la entrevista.
Como fue de conocimiento público, la carretera México-Pachuca permaneció cerrada durante 20 horas, hasta que un aproximado de 600 policías federales consiguió abrir la carretera.
Por otra parte, Jesús Orta Martínez, recomendado del ex «mejor alcalde del mundo», Marcelo Ebrard, para el cargo de próximo titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital del país, salió a decir que el crimen organizado aquí no imperaba antes de que Miguel Ángel Mancera entrara al Gobierno de la Ciudad de México.
Sin embargo, omitió mencionar que un morenista de Tláhuac le abrió las puertas de la ahora alcaldía a conocido cártel que después acabó por meterse «hasta la cocina» de la capital.
Pero como dijo la nana Goya, eso es tema de otra historia.

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