miércoles, 20 de junio de 2018

Alejandro Durán inquieta a quienes ya se vieron en alcaldía de Tláhuac

Mercado Sobre Ruedas

La Columna de Zaratustra
El candidato a la alcaldía de Tláhuac por el Partido Verde Ecologista de México es el objetivo de una campaña de rumores cuyo fin sería el de desorientar a quienes en gran número han salido a la calle en pueblos, barrios y colonias, incluso de unidades habitacionales de exclusividad partidista, a saludarlo y ofrecerle su apoyo para que acabe con las raterías de los recursos públicos que deberían ser para la construcción de obra y la ampliación de servicios a la población.

Alejandro Durán, candidato a la alcaldía de Tláhuac por el PVEM
Es tanta la preocupación que en sus adversarios ha causado el empresario Alejandro Durán en la contienda por la alcaldía de Tláhuac debido a la aceptación de su candidatura por parte de un amplio sector de la ciudadanía que, como consecuencia de ello, han comenzado a circular una serie de rumores cuyo evidente objetivo es el de crear confusión y tender cortinas de humo para desalentar el voto hacia su persona… Al candidato ciudadano por el Partido Verde Ecologista de México, quien se dispone a cerrar su campaña el próximo domingo 24 de junio en la Avenida Reforma Agraria, del Barrio de la Asunción –debido a que el centro de la explanada del edificio delegacional estará ocupado por la feria patronal–, lo han enfermado, declinado a favor de tal o cual candidato y minimizado en encuestas patito en las que lo colocan en tercero o cuarto lugar con una ínfima intención del voto de los tlahuaquenses… Por lo visto, a los candidatos de los dos partidos políticos preponderantes que por usanzas y prácticas se disputan la posesión del feudo tlahuica, como siguen considerando a la demarcación y quieren mantenerle la etiqueta de territorio reservado para sus avideces y la de sus contlapaches peregrinos de la grilla politiquera, les ha dejado pasmados la aprobación y beneplácito, repetimos, de un amplio sector de la ciudadanía por el empresario Alejandro Durán, un filántropo con más de 48 años de residencia en Tláhuac… Y es que posiblemente la desesperación de ver que ese candidato que tanto les incomoda va a terminar quitándoles el primero de julio un alto porcentaje de votos, a ellos que en sus encuestas –hechas por algún sastre de la comunidad por aquello de que se las confecciona «a su medida»–, se reparten como buenos hermanitos que resultaron ser en sus respectivos partidos políticos casi mitad y mitad la intención del voto de los tlahuaquenses, ha llevado cuando menos a uno a aprovechar la dipsomanía de su jefe de campaña y cercanos operadores para que en la beberecua se pongan a despotricar contra el empresario… Sólo así se entiende que algunos de los rumores soltados por sus lenguas viperinas busquen negar la labor social que Durán viene realizando en Tláhuac desde mucho antes de que aquellos empinaran el codo por primera vez… Sobre todo, cuando iluso postulante envió a uno de los trastocados operadores que tiene a su servicio a pedirle al candidato del Partido Verde que declinara a su favor a cambio de un hueso en la gestión que ya se vio encabezar –como delirium tremens– con lo que corroboró el añejo refrán acerca de que el politicastro supone (en realidad el adagio se refiere a un león) que todo aquel que se mete a una contienda electoral –sobre todo en Tláhuac donde llevamos años de ver cómo los candidatos negocian su futuro con el ganador al menos por el trienio en turno– es de la misma condición, ignorando que el empresario si buscó la candidatura fue porque realmente tiene el deseo de sacar a Tláhuac del atraso y acabar con la corrupción. Basta con conocer a este empresario y haber atestiguado lo que ha hecho para saber que su intención es creíble… Sobre todo, que con él en la alcaldía se va a terminar con el robo sistemático en la administración pública –porque no se puede llamar de otra manera– de los presupuestos y recursos públicos que tanto han hecho esos peregrinos vividores del chambismo partidista… De ahí que con habladas y chismes los susodichos adversarios de verbosidad castrante quieran minar la credibilidad de Alejandro Durán, confianza que se ha ganado con su integridad y rectitud, y que difícilmente un vividor de la grilla partidista alcanzará en el oficio de estar buscando toda su vida cargos públicos mediante la simulación y el choro mareador que le recetan a la gente, mucho menos soltando infundios como el de que toda la obra del empresario se remonta a unos cuantos años atrás y que es lo que ahora presume como méritos para su campaña… En fin, que la opción de Durán como futuro alcalde de Tláhuac es una posibilidad que fue creciendo conforme avanzaron las campañas, habrá que ver cómo va estar el cierre de la misma el domingo 24 a las 10 de la mañana en Avenida Reforma Agraria y la cantidad de vecinos, que no de acarreados como es costumbre en quienes fomentan prácticas clientelares y asistencialistas, que irán a ver a su gallo… Al tiempo.

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