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Según la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas esta población es de 11 millones |
Hasta
la fecha, los organismos e instituciones que protegen a los indígenas mexicanos
no se ponen de acuerdo en cuanto a su población total, debido a que la
identificación de ésta ha sido dirigida hacia un solo registro que únicamente
contempla el atributo del habla de una lengua, lo que en 2012 derivó en la
cifra oficial de seis millones 500 mil personas… Sin embargo, con base en el
Censo de 2010, para el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (Coneval) su registro les arrojó 18 millones de personas
con algún atributo indígena… En tanto que El Colegio de la Frontera Sur
(Ecosur) ha detectado una población de 22 millones de personas con al menos
un atributo indígena, lo que al decir del investigador Jorge Horbath,
eso muestra la importancia del tratamiento de la información para identificar
la proporción que tiene que cubrir en términos de obligatoriedad por parte
del estado, las políticas y los problemas sociales que son dirigidos a los indígenas…
Consideró que el tema de población indígena es de «alta sensibilidad», porque
si trabajan con cifras oficiales, «encontraremos que 30 por ciento de esta
población se ubica en las ciudades del país», de ahí entonces que con los
cálculos que hacen «estamos en una cifra mucho mayor de población indígena
que está en los ámbitos urbanos y que requiere de un tipo de programas
sociales totalmente diferentes a los que se aplican»… Al decir del doctor en
ciencias políticas y sociales, analizar las condiciones socioeconómicas que
tienen los indígenas que viven en espacios urbanos es parte de la línea de
investigación que realiza… El tema de la marginación, exclusión y discriminación
es relevante, ya que lo analiza desde una visión integral del desarrollo para
contribuir al bienestar de las poblaciones vulneradas… Horbath ha
estudiado el tema desde que trabajó como profesor en la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales (Flacso), posteriormente formuló un proyecto para el
Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) sobre indígenas en las
ciudades, el caso específico de la Ciudad de México… Tras de participar en el
Seminario Internacional «Discriminación, exclusión y pobreza de los indígenas
urbanos en las Américas», el investigador obtuvo una comparación de los
resultados de México con otros países… Aseguró que la explicación de lo que sucede
con la población indígena «se nos ha quedado relegada y se nos ha tematizado
en colectivos que van dirigidos a asociar a la población con territorios rurales;
sin embargo, esta población en pleno siglo veintiuno, donde la movilidad de
la población es total y se ha intensificado, el desplazamiento de las zonas
rurales a las zonas urbanas no solo es en América Latina sino también en
Canadá y Estados Unidos»…
¿Hay igualdad en estas comunidades?, se le preguntó.
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Jorge Horbath |
«El
tema de la igualdad es un trabajo, es un tema de construcción social y cultural,
para eso hay instituciones que se han creado. El tema de la educación es clave
para que en ella se construyan valores y se dé una incidencia que permita una
acción de apertura de inclusión de grupos y comunidades. Es abrirle el
espacio al otro. Es pensar de manera colectiva y no de manera individual… Las
instituciones educativas son el primer motor que tenemos para que se impulse
una educación con perspectiva intercultural, y no como actualmente se hace.
Lo máximo que puede estar haciendo la política pública es llegar hasta el
multiculturalismo, que es pensar en el respeto por los otros grupos, pero sin
la capacidad de integración efectiva. No es una construcción de nación
integrada, sino de grupos que son respetados por derechos, pero con esa
incapacidad de inclusión… Se pretende hacer que estas instituciones públicas
en las ciudades coadyuven al reconocimiento de esta población –precisó–. De
esta forma, en el espacio público no solamente la población indígena, sino en
términos amplios todos los habitantes de las urbes, pueden participar en la
construcción integral de lo que reconocemos como ciudadanos urbanos. Es un
problema que hay que comenzar a trabajar desde la base de la sociedad, que es
el marco normativo del país en general, para que se dé un reconocimiento del
sujeto social de derechos, que tenga garantías, se los reconozca como tales y
puedan integrarse dentro de una política pública que pueda reducir este tipo
de flagelos»…
El
costo por migrar es el despojo de su identidad
Horbath mencionó que el ingreso marginal adicional en
trabajos de mercado urbano que pueden tener estos indígenas por haber migrado
a la ciudad, con respecto al que tenían en sus lugares de origen, es muy poco
respecto a la fuerza de trabajo que no tiene atributos indígenas… «Sin
embargo, es muy significativo para el indígena migrar, porque eso le
representa no sólo una mejora a nivel de ingresos, sino un acceso al mundo
urbano de servicios y que, obviamente, le ha abierto oportunidades, pero que
su costo es despojarse de su identidad como indígena»… Refirió que en las
ciudades, «ellos asumen la identidad como pobre urbano a costa de la identidad
como indígena, porque les es mucho más favorable; entonces en los empleos no
le dan trabajo al indígena, si se cambian un poco su apariencia en la forma
de vestir, si no hablan tanto en su lengua, y todos sus usos y costumbres los
ocultan, es cuando comienzan a ver que los contratan», explicó…
En
las grandes ciudades tienen más oportunidades
«Hemos
encontrado que en las grandes ciudades es donde se generan más oportunidades
a los indígenas –precisó el investigador–; sin embargo, son los más explotados.
Por ejemplo, en Guadalajara y la Ciudad de México, los ves circulando, pero
están involucrados en actividades informales, porque en esta área hay
ingresos relevantes»… En el caso del indígena urbano, Horbath indicó
que se sitúa en los niveles más bajos de remuneración. «Las condiciones no
son favorables y se abocan mucho en actividades que son de servicios, pero
siempre de aporte de su fuerza de trabajo de manera directa, o en actividades
artesanales o servicios culturales, entre otros»… Dijo que en el Colegio de
la Frontera Sur también han encontrado «sectores bastante discriminantes», como
el de justicia y el de organismos internacionales, donde los indígenas se encuentran
menos favorecidos respecto a los no indígenas en las mismas condiciones… Un logro
del proyecto, abundó, fue la capacidad de convocar a más de 30 especialistas
de los países de Norte, Centro y Sudamérica para postularlos como el grupo de
trabajo ‘Indígenas y espacio urbano’, del Consejo Latinoamericano de Ciencia
Sociales (Clacso), el cual obtuvo reconocimiento con vigencia hasta 2019… «Fue
gracias al Seminario Internacional que realizamos en agosto de 2016 en El Colegio
de la Frontera Sur en Chetumal, donde nos reunimos inicialmente a comparar 20
estudios desarrollados en la región, y encontramos fuertes puntos de
convergencia, con elementos comunes tanto en la detonación de la discriminación
como en el desenlace que lleva a la pérdida de la diversidad de identidad
étnico-racial», señaló… Actualmente, el grupo suma medio centenar de investigadores
que realizan trabajos y actividades de intercambio académico y científico sobre
el tema, para visibilizar la problemática y contrastar dimensiones de
política factibles, a fin de que la discriminación hacia los indígenas se
erradique no solamente de las ciudades, sino de nuestros países, concluyó.
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