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En el ser humano la melatonina se ve afectada por el exceso de iluminación |
Debido
a que el firmamento es patrimonio común de la humanidad y es un recurso
natural y cultural, el cual debe estar libre de contaminación lumínica tanto
en México como en el mundo, fue publicado el libro El derecho a los cielos oscuros, con las experiencias,
información y reflexión colectiva de diversos grupos de trabajo… El ejemplar
es una colaboración entre el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt), la Oficina en México de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (Unesco), el Foro Consultivo Científico y Tecnológico,
la Coordinación de Investigación Científica de la Universidad Nacional
Autónoma de México y la Academia Mexicana de Ciencias... Durante la
presentación del libro, Nuria Sanz, directora y representante de la
Unesco en México, recordó que dicho esfuerzo comenzó con la idea de convocar
a una reflexión múltiple que estaba en manos de los astrónomos, del público
en general, los sociólogos, arqueólogos y los antropólogos, así como de niños
y niñas. «Somos una agencia especializada de las Naciones Unidas que ha
trabajado durante 70 años en la cooperación y pensamos que este tema de los
derechos a los cielos oscuros abría una ventana para la Unesco en el marco de
la agenda 2030», dijo… Pensaron que México era un lugar para realizar la
reflexión, porque la contaminación lumínica en el mundo va en aumento y se ve
en el crecimiento exponencial de la urbanización en los índices que marcan
las Naciones Unidas… «En México ya ocurrió hace dos generaciones, junto con
Sao Paulo, Osaka y grandes urbes chinas, que han superado los índices
mundiales. Sin embargo, hay países que no tienen tanta urbanización ni tantas
áreas naturales protegidas como las tiene México, donde la polución de
carácter lumínico afecta procesos de anidación de las aves, de las cadenas
migratorias de especies protegidas, de los insectos», indicó… Al decir de
Sanz, en menos de 10 años y debido al crecimiento demográfico, se prevé
que más de tres cuartas partes de la población mundial residirán en entornos
urbanos, lo que agravará los niveles de contaminación lumínica e impactará de
manera importante el medio ambiente… Mencionó que la Unesco ha trabajado en
lugares de patrimonio mundial, los cuales coinciden con las ventanas abiertas
al universo y siempre han sido lugares culturales apegados a la exploración
del cosmos. «Los grandes sitios arqueológicos del mundo tienen que ver con la
franja central del Pacífico, y en los últimos 30 años no hay tanta pretensión
a incluir en la lista de Patrimonio Mundial sitios astronómicos, porque en
muchos lugares se ha perdido esa condición de visibilidad que forma parte de
su atributo como valor universal estacional», expresó… Desde su punto de
vista, el continente americano ha consagrado mayores monumentos y ruinas
arqueológicas a la exploración y conocimiento del cielo. «Tikal y Machu
Picchu, con sus grandes observatorios astronómicos; el mundo maya desde
Chichén Itzá hasta Monte Albán; Teotihuacán, Copal y todo Centroamérica, así
como Perú y Bolivia, todos estos lugares han jugado un papel importante en
esta reflexión», afirmó… También dijo que existen importantes centros como el
caso del Observatorio Nacional Astronómico de San Pedro Mártir, en Ensenada,
Baja California, el cual ha marcado la agenda local y nacional con una serie
de hitos que permiten pensar en una política pública a nivel local, efectiva
y eficaz… Todas estas reflexiones fueron expuestas en la reunión internacional
«Derecho a los cielos oscuro» que se llevó a cabo en la Ciudad de México en
enero de 2016…
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Se estima que el ojo humano puede ver casi cinco mil objetos celestes en una noche oscura, pero por la contaminación lumínica sólo puede ver el uno por ciento |
La
melatonina en humanos se ve afectada por iluminación
Al
decir del director general de Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza, está
comprobado que en el ser humano la melatonina se ve afectada por un exceso de
iluminación, y que también puede tener efectos adicionales sobre la salud, al
provocar estrés, irritabilidad y cansancio, así como otras consecuencias… «Nuestra
salud y el ciclo del sueño son vulnerables a la contaminación lumínica.
Preservar las noches oscuras es una causa noble, es más que una causa
romántica, e incluso es más que una causa de observación científica; es
también una forma de proteger nuestra salud y el medio ambiente. Además de
los beneficios económicos que tendría, habría que ser más cuidadosos por los
enormes costos que tiene», señaló… Aseguró que en temas urbanos hay una
enorme tendencia errónea en la planeación de ciudades de inmediatamente
generar una capacidad lumínica mucho mayor de lo estrictamente necesario… «Prácticamente
hay una distorsión», manifestó, porque se considera que «una ciudad es más
importante si genera más luz, más contaminación lumínica». De ahí que se
piense que «una ciudad se ve que progresa si tiene un enorme derroche de uso
de luz por las noches. Hay una enorme cultura que se tiene que modificar», advirtió... Por su parte, el coordinador de la Investigación Científica de
la UNAM, William Lee, mencionó que
el derecho a los cielos oscuros significa normar y proteger el cielo, ya que es
una herramienta para fomentar el desarrollo de la ciencia… «Preservar los cielos oscuros quiere decir: Diseñar una
iluminación inteligente y propiciar un respeto al medio ambiente, pues la
contaminación lumínica es lo mismo que la contaminación del aire o visual, y
algunos de los procesos ecológicos como la migración de algunas especies se ve
afectada por el exceso de luz, incluso llega a afectar los ciclos circadianos
del humano», comentó el exdirector del Instituto de Astronomía de
la UNAM.
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