| Las simulaciones de la policía al servicio de Omar García Harfuch |
Aun cuando el ejido de
Tlaltenco en la Alcaldía Tláhuac están dentro del perímetro comprendido como suelo
de conservación y es un delito construir, las construcciones han proliferado de
un tiempo a la fecha debido a la corrupción de autoridades.
Tras el más reciente caso de la
invasión de la parcela del señor Eladio Valdés Gutiérrez, por parte de un
grupo que se dedica al despojo, situación que fue reportada a la Secretaría
de Seguridad Ciudadana (ssc),
para los ejidatarios fue evidente que al menos entre el grupo de ayer y la
policía hay «acuerdos». | La policía es una empresa. Sus dividendos son para los mandos, no para la ciudadanía |
Ejidatarios informaron que el
primer reporte que hicieron por delitos ambientales se hizo al número
telefónico del 911 a las 10:45 de la mañana, la operadora se identificó como «M270»,
quien les comunicó que su número de reporte era el C5/20230415/02233. Tras el
reporte se presentaron dos patrullas con dos elementos cada una, pero solamente
platicaron con quienes construían una caseta con material reciclable y se
retiraron del lugar. | Una de las patrullas que se paseó ayer por el ejido |
El segundo reporte que
hicieron los ejidatarios al 911 fue a las 13 horas por delitos ambientales
fue recibido por la operadora 290, quien les informó haberles asignado el
registro C5/20230415/02802. Ya no pasó nada. Ni un alma con uniforme de la corporación
policíaca se asomó por ahí. | La urbanización del suelo de conservación avanza de forma encubierta |
El tercer reporte fue a las
13:47 horas y lo recibió la operadora «M279» con registro C5/20230415/02956. Tampoco
sucedió nada. No hubo respuesta. En pocas palabras, en el sector Mixquic, de
plano, se hicieron los desentendidos.
Al buen entendedor pocas palabras.
Ni una sola respuesta ni
justificación, como acostumbran hacerlo en determinadas circunstancias. | Nótese que es suelo de conservación. Simple: colusión y corrupción |
A decir de los ejidatarios el
propietario de la parcela del que lo despojaron los delincuentes ante la
inoperancia de la policía, tiene sus certificados parcelarios con los que
acredita la legítima propiedad, por lo que acudió a levantar su denuncia en
materia de delitos ambientales y en materia penal por las agresiones. Sin embargo, los ejidatarios
saben que en el Ministerio Público de la Fiscalía capitalina también se
cuecen habas y nunca han procedido contra los invasores del ejido.
Por lo pronto, las
construcciones en la zona ejidal van en aumento. «Las áreas dónde se observan
las construcciones está declarado por la Unesco cómo sitio patrimonio mundial»,
dijo uno.
«Esas construcciones que se
observan en las fotografías no tienen por qué estar ahí», apuntó otro.
Sin embargo, hay muchas cosas
en Tláhuac que no deberían «estar ahí», como la corrupción policíaca que cada
vez es más hedionda y nauseabunda.
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