| Otra mancha más al patético historial del nosocomio
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La madrugada del sábado un grupo de individuos
irrumpió en el Hospital Materno Infantil de Tláhuac para sacar a un joven
herido de bala que se encontraba en calidad de detenido, golpearon a los
vigilantes y después al personal médico.
Llegaron hasta al área de quirófanos, pero ahí les
dieron la noticia de que el paciente que buscaban ya había fallecido a
consecuencia del impacto de bala recibido, lo que provocó que amenazaran de
muerte al personal médico. Después de alterar el orden del hospital, los
sospechosos se retiraron.
El hecho fue ironizado en redes sociales donde hubo
comentarios en el sentido de que los familiares del herido al enterarse de
que éste se encontraba ahí, decidieron ir a rescatarlo, pero desgraciadamente
llegaron tarde.
Y es que para nadie es un secreto las deprimentes
condiciones en que opera dicho nosocomio, donde se han dado varios casos de
personas que han llegado muy graves, pero han muerto en la sala de espera del
área de urgencias debido a la negligente actitud de quienes ahí trabajan al
tenerlos hasta cinco horas sentados.
Quienes dijeron ser familiares del adolescente
baleado fueron en busca de éste porque no querían que resultara contagiado
por Covid-19.
Hasta el momento la directora del Materno Infantil
de Tláhuac, María del Rosario Arrazola, no ha presentado denuncia alguna ante
la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, lo que ha
provocado malestar entre los trabajadores que fueron agredidos por dichos
individuos.
Personal del hospital aseguró que el joven estaba
en calidad de detenido por haber participado en una riña que se registró en
calles de la alcaldía Tláhuac ese mismo día.
De acuerdo con La Silla Rota, algunos doctores se
escondieron en los baños. «Una enfermera a la que amenazaron de muerte la
tuvieron que esconder en las sabanas sucias, porque estos hombres estaban
armados y teníamos miedo», dijo uno de los afectados.
A dos días de que esto sucediera el personal
médico se reunió con la directora del nosocomio, la doctora María del Rosario
Arrazola. En el encuentro los afectados le exigieron mayor seguridad en el
hospital y que presentará la denuncia ante la FGJ, para que se le diera
seguimiento a las amenazas que recibieron por parte de los sujetos. Pero, según uno de los asistentes a la reunión, la directora se negó a ambas peticiones. De hecho les pidió que nadie se fuera a presentar ante las autoridades para notificar lo sucedido. No es la primera vez que Arrazola se ve señalada
por sus trabajadores de comportamiento irregular ante una tragedia, debido a
que en 2015 estaba al frente del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa cuándo ocurrió una explosión de gas que dejó tres muertos y 72 lesionados.
Con respecto a la irrupción de los sujetos al
nosocomio, la Secretaría de Salud capitalina informó a La Silla Rota que las
autoridades del Materno Infantil acordaron con los invasores no presentar ninguna
denuncia si se retiraban.
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