lunes, 1 de octubre de 2018

Emiliano Aguilar volvió a cumplir con su papel de contlapache del PRI



La Columna de Zaratustra |
Lo que se vio hoy ha sido la vieja historia del PRI en Tláhuac, un aprendiz de dinosaurio tricolor que para salvaguardar sus presuntos intereses tuvo que pactar antes su sumisión y posterior simulación…

El priista Emiliano Aguilar con el alcalde morenista de Tláhuac al
felicitarlo de manera efusiva y calurosa
Para quienes allá por los meses de mayo y junio llegaron a preguntarse por qué en Tláhuac Emiliano Aguilar casi no había hecho campaña como candidato del Partido Revolucionario Institucional a dicha alcaldía, tras de haber recurrido a sus mafiosos amigos del PRI para obtener la candidatura por encima de gente honorable y honesta, hoy después de verlo en su deplorable condición de lambiscón y zalamero con Raymundo Martínez Vite en el acto de presentación en sociedad del morenista, podrán entender el porqué del comportamiento desvergonzado y simulador ya no solamente de éste, sino de todos aquellos priistas que por décadas en Tláhuac han mangoneado al partido para posicionar sus intereses personales y de negocios a costa de servir de paleros a los que por acuerdos cupulares son quienes deben ganar la elección.
Ahí está la explicación al por qué quien tiene fuertes intereses en las minas de la Sierra de Santa Catarina, de donde diariamente se extraen grandes cantidades de tezontle, arena, graba y hormigón para las construcciones de la Ciudad, nunca realizó un solo recorrido de campaña, simplemente se conformó con enviar a un contingente de promotores del voto a asolearse por Avenida Tláhuac, debido a que desde mucho antes ya tenía acordado con el hoy alcalde local las marrullerías que pondría en práctica para ayudarlo a ganar. Tal para cual… De ahí que a Emiliano le preocupara más atacar en el periodiquito que se mandó imprimir en dos números al empresario Alejandro Durán, al evidenciar que no había aprobado el examen con el que su partido simula democracia cuando en realidad es aplicado para deshacerse de quienes no son los elegidos por la cúpula, pero sobre todo cuando el propio Emiliano ya lo habría reprobado años antes de que la pandilla tricolor lo dejara pasar.
Sin embargo, esto que se vio hoy ha sido la vieja historia del PRI en Tláhuac, y en nuestro espacio de NosotrosMSR abundan los capítulos donde Emiliano ha servido de contlapache, primero de los perredistas, como después de los morenistas, sólo que en esta ocasión el daño que le ocasionó a su malogrado partido por emperrarse en conseguir la candidatura y después en ponerle piedras en el camino a los demás candidatos para que ganaran los de Morena, las consecuencias habrán de ser irreversibles, sobre todo porque hartos de tanta artimaña y simulación jóvenes militantes, aunado a quienes se fueron con el empresario filántropo, terminaron también por alejarse definitivamente del tricolor.
Así las cosas, que con su pan se lo coman. La historia de las elecciones pasadas están plagadas de alianzas y pactos entre lo más repulsivo del priismo, y no solamente en Tláhuac, sino en todo el país, no digamos Durango donde los hermanos Salgado Vázquez manejan Morena a su antojo y las candidaturas se las confirieron a sus aliados en lugar de a sus correligionarios. Finalmente, es la dizque «cuarta transformación» de la que, como vienen las cosas, nomás habrá de ser más de lo mismo… Al tiempo.

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