Los
prestadores del servicio siguen funcionando sin control gubernamental, lo
que es un caldo de cultivo para la inseguridad y la infiltración como
«halcones» del crimen organizado, como sucedió en la delegación Tláhuac y
cuyo caso trascendió luego del operativo de la Marina el 20 de julio del
año pasado.
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Le siguen haciendo al cuento con la regularización de mototaxis |
En la Ciudad de México
siguen operando en la ilegalidad entre 17 mil y 20 mil mototaxis, bicitaxis y
carritos de golf, de acuerdo con estimaciones de autoridades e investigadores,
los cuales y sólo en mototaxi realizan 270 mil viajes, según la Encuesta de
Origen y Destino.
El servicio se sigue
prestando en unidades improvisadas que significan un riesgo para los usuarios
y operadores, en delegaciones periféricas como Xochimilco, Tláhuac,
Iztapalapa, Iztacalco, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero y Azcapotzalco,
y en menor medida en zonas puntuales de las delegaciones Cuauhtémoc y
Coyoacán, como son el Centro Histórico y el pueblo de San Francisco
Culhuacán.
Los prestadores del
servicio siguen funcionando sin control gubernamental, lo que es un caldo de
cultivo para la inseguridad y la infiltración como «halcones» del crimen
organizado, como sucedió en la delegación Tláhuac y cuyo caso trascendió
luego del operativo de la Marina el 20 de julio del año pasado.
De acuerdo con versiones
del gobierno capitalino, el proceso electoral y el cambio de gobierno en la
capital podrían significar un obstáculo para que avance su regularización, lo
que afectaría la de por sí maltrecha economía de 35 mil familias que dependen
de este servicio de transporte para subsistir.
A decir de Bernardo
Navarro, coordinador del Observatorio de Transporte y Movilidad Metropolitana
de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), aunque este servicio está
prohibido en la Ley de Movilidad, existe y resuelve los traslados de miles de
capitalinos.
Uno de los resultados de
la Encuesta Origen Destino 2017 indica que el servicio de mototaxi y bicitaxi
supera en 1.8 por ciento del total de traslados en transporte público, lo que
equivale a cerca de 270 mil viajes.
Supera por más del doble
a los que se realizan en servicios de chofer privado por medio de
aplicaciones para teléfonos inteligentes como Uber y Cabify que sólo alcanzan
0.75 por ciento, indicó Navarro.
«Los mototaxis y bicitaxis
cubren la realidad de las familias de la periferia de la ciudad. Para la ley
no existen. Es un servicio subterráneo, que no vemos, es un fenómeno tan importante
que duplica al de las Apps», explicó.
Según la diputada local Francis
Pirín, presidenta de la Comisión de Movilidad de la Asamblea Legislativa, sí
ha existido un avance en el proceso de regulación de este servicio, pero reconoció
que no ha sido tan rápido como sería lo deseable y que el proceso electoral y
el cambio de gobierno podrían retrasarlo aún más.
«Espero que se cuaje en
esta administración porque es un trabajo que hemos hecho desde la
legislación, yo voy a acelerar los tiempos para que, pase lo que pase
políticamente, el país sigue, la ciudad sigue, y es muy importante el salto
cualitativo que tiene que dar ese transporte porque son miles de familias las
que dependen de él», dijo Pirín.
Mientras la Secretaría
de Movilidad levanta padrones y recaba documentos de operadores y vehículos
para emprender el programa, el Observatorio de Transporte y Movilidad
Metropolitana realiza una investigación para proponer las características del
vehículo ideal para el servicio en la Ciudad de México.
Con información de Excélsior
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