Además: La corrupción es
el segundo problema que más preocupa a la población mexicana mayor de edad | Ocho de cada 10 mexicanos perciben al sector
público como corrupto, incluyendo policías, partidos políticos, gobierno federal
y estatal, y diputados y senadores | En segundo orden, siete de cada 10
mexicanos señalaron como los más corruptos a jueces y magistrados, así como a
medios de comunicación | La Ciudad de México, Chiapas y Tabasco, las entidades
donde la percepción sobre actos de corrupción tuvo mayor incidencia | Lo más alarmante del caso es que la
mayoría de las víctimas de algún acto de corrupción no denuncia
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A pesar de los esfuerzos de las autoridades en
materia de transparencia y desregulación administrativa, la corrupción es el
segundo problema que más preocupa a la población mexicana mayor de edad (50.9
por ciento), por encima del desempleo y la pobreza, debido a que no cesa e,
incluso, sigue al alza, y de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística
y Geografía (Inegi), las experiencias de corrupción por víctima aumentaron de
2013 a 2015, al pasar de 2.0 a 2.4 eventos en promedio en el año… En su
estudio «Estadísticas a propósito del Día Internacional contra la Corrupción»
(que se celebra mañana viernes nueve de diciembre), el Instituto informó que
durante 2015 la tasa de incidencia fue de 30 mil 097 actos de corrupción por
cada 100 mil habitantes de 18 años y más que realizaron al menos un trámite,
pago o solicitud de servicio ante una oficina pública, mientras que en 2013
se ubicó en 24 mil 724 actos de corrupción… La mayoría de los mexicanos (ocho
de cada 10) perciben al sector público como corrupto, de acuerdo con las
estadísticas que presentó el organismo, quienes refirieron que son los
cuerpos policiacos y los partidos políticos las instituciones donde se da con
mayor frecuencia los actos de corrupción, seguidos del gobierno federal, los
estatales y los diputados y senadores… En segundo orden, siete de cada 10
mexicanos señalaron como los más corruptos a jueces y magistrados, pero
también a medios de comunicación, así como a empresarios y sindicatos, y sólo
cuatro de cada 10 consideraron como espacios de mayor corrupción a las
escuelas públicas, el Ejército y la Marina… De acuerdo con la Encuesta
Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental y del Censo Nacional de Gobierno,
Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales, la principal
preocupación es la inseguridad y la delincuencia con 66.4 puntos…
Gobierno izquierdoso de Mancera señalado por
corrupto
El Inegi dio a conocer que las entidades donde la
percepción sobre actos de corrupción tuvo mayor incidencia fueron la Ciudad
de México, Chiapas y Tabasco, donde 94 de cada 100 habitantes refirieron que
los funcionarios públicos abusan de sus puestos para beneficio personal «con
frecuencia». Mientras que en estados como Querétaro, Yucatán e Hidalgo se
reportó una menor percepción sobre corrupción con porcentajes de 73.3, 75.3 y
77.6 por ciento, respectivamente… Con relación a las fuerzas federales como
el Ejército y la Marina, el Inegi señaló que para el año pasado, ambas
instituciones tuvieron un porcentaje de 40.3 por ciento, cifra superior a la
registrada en el 2013 cuando alcanzaron 33.9 por ciento en percepción de
corrupción… «La corrupción consiste en solicitar, aceptar, ofrecer, dar un
bien o servicio, producto de una actuación ilegal que se deriva del
aprovechamiento indebido y para beneficio personal de un cargo, posición o
responsabilidad en una organización pública o privada», indicó el organismo…
«En los años recientes, la creciente preocupación por el tema de la corrupción
está acompañada de un aumento en la percepción de que el mal desempeño del
gobierno es un problema importante en el país. El año pasado, 93.3 por ciento
del total de víctimas de corrupción no la denunciaron ante alguna autoridad
competente, como la Contraloría, el Ministerio Público o en el buzón de
denuncias de la dependencia involucrada por considerarlo ineficaz o por creer
que no se le daría seguimiento adecuado a la denuncia», precisó… La encuesta refiere
que dos de cada 10 hombres que tuvieron contacto con algún servidor público
experimentaron alguna situación de corrupción en 2015, mientras que en las
mujeres la relación fue de una de cada 10… De acuerdo con el Inegi, el 20.5 por
ciento de los hombres de 18 años que en 2015 solicitaron un servicio o
tuvieron cualquier contacto presencial con un servidor público, manifestaron
haber experimentado al menos un acto de corrupción, en tanto que en el caso
de las mujeres, 9.3 por ciento fueron víctimas en ese mismo año…
Redituable negocio es la función pública
En 2015 se registraron las mayores experiencias de
corrupción en el contacto de los ciudadanos con autoridades de seguridad
pública, el Ministerio Público, en los juzgados o para tramitar la apertura
de una empresa… Por tipo de trámite o servicio público brindado, 55.2 por
ciento de las personas que tuvieron contacto con autoridades de seguridad
pública en el año señalado, sea por incidentes de tránsito, infracciones,
detenciones por riñas u otro motivo, experimentaron algún acto de corrupción…
En los trámites ante el Ministerio Público o para abrir una empresa o los que
se llevan a cabo en juzgados y tribunales, también se encontraron mayores
prevalencias de corrupción con 23.7%, 22.3% y 21.8%, respectivamente… Y es
que donde los servidores públicos se despachan con la cuchara grande es al
momento de que alguien quiere abrir un negocio. En 2013, alrededor de nueve
de cada cien personas que realizaron este tipo de trámite fueron víctimas de
corrupción, mientras que en 2015 esta cifra aumentó a 22 de cada cien
mexicanos. «Este resultado es relevante para efectos regulatorios y
para entender los incentivos que tienen los inversionistas que desean
tramitar permisos para realizar alguna actividad económica», señaló el
Inegi… Aunque lo más alarmante del caso es que la mayoría de las víctimas de
algún acto de corrupción no denuncia, por lo que en 2015, el 93.3 por ciento
del total de víctimas de corrupción no denunciaron ante alguna autoridad competente
como la Contraloría, el Ministerio Público o en el buzón de la dependencia
involucrada. Entre los motivos más comunes para no realizar la denuncia
destacaron el que la víctima consideró que no se le daría ningún seguimiento
a su denuncia (33.3%), mientras que 19.0 por ciento consideró que es una
pérdida de tiempo y 14.5 por ciento no denunció por estimar que la corrupción
es una práctica común… También se deben tomar en cuenta otros factores que pudieran
explicar la no denuncia, como las normas sociales, el contexto en que el
delito sucede, la falta de claridad de los mecanismos para denunciar y la
desconfianza de la víctima en las autoridades…
Coahuila, la más auditada
De 2013 a 2015, en la población de 18 años y más
de las entidades de Chiapas, Querétaro y San Luis Potosí aumentó la
percepción de existencia de corrupción en el desempeño de los servidores
públicos, mientras que en Puebla se observó la mayor disminución en la percepción
del mismo problema en el último año de estudio… El sondeo señala que 20 de
las 32 Administraciones Públicas Estatales reportaron contar con un plan o
programa anticorrupción en el año 2014… Hace dos años se efectuaron 9 mil 127
auditorías en las 32 Administraciones Públicas Estatales. Coahuila y el
estado de México reportaron el mayor número de auditorías con 2 mil 171 y mil
867, respectivamente.
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Ciudad de México
Medios de
comunicación tampoco aprobaron examen de credibilidad de la ciudadanía
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Por décadas, la
percepción ciudadana acerca de que las empresas comunicacionales en México
son de las más corruptas no ha perdido vigencia, como se percibe en el estudio
«Estadísticas a propósito del Día Internacional contra la Corrupción» que dio
a conocer el Inegi ayer, debido a que siete de cada 10 mexicanos señalaron
como los más corruptos a jueces y magistrados, pero también a medios de
comunicación… Lo cierto es que el coro condenatorio de «prensa vendida» –expresado
al momento en que son descubiertos por los manifestantes quienes representan
a dichos medios con sus cámaras fotográficas y de video al hombro– jamás ha
dejado de escucharse en concentraciones de ciudadanos que expresan su
malestar contra algún ente gubernativo, como muestra de repudio al posible
manejo tendencioso de la información que estos medios de difusión puedan
hacer, o porque simplemente lo que informan a su auditorio no es del gusto de
quienes se manifiestan en espacios públicos… Sin embargo, para nadie es un
secreto que la corrupción de gobernantes, ediles y delegados –para el caso de
la Ciudad de México– se lava mediáticamente con menjurjes publicitarios. Ahí
está el caso de la delegación Tláhuac, donde el escándalo por la construcción
de un restaurante en la principal vialidad de esa demarcación, cuyo presunto
dueño es el hijo del delegado –graduado con todos los honores en una escuela
de gastronomía no hace mucho–, tras de ser un tema que algunos diarios
abordaron en sus contenidos meses atrás, repentinamente dejó de interesar a
los jefes de información y el asunto como investigación de un acto de
corrupción por el desvío de recursos materiales y humanos significado en los
testimonios de trabajadores de la delegación que fueron llevados al lugar
para que colaboraran en dicha obra, fue relegado de la sección de noticias citadinas
y los reporteros fueron enviados a otras delegaciones. Sí, para «rascarle» a
otros lo de sus negocios particulares, publicárselos y después escuchar
ofertas de ese servidor público para que no lo estén balconeando… Modus operandi, lamentablemente, de los
medios de difusión y que no ha perdido vigencia en México, tras de aquel quejumbroso
«no te pago para que me pegues» del entonces presidente José López Portillo… Por lo visto, y ante los abundantes escándalos
de corrupción en el servicio público debido a que ésta sigue al alza como indica
el Inegi en su más reciente estudio, quienes encabezan una administración
municipal o delegacional, por ejemplo, tras de haber sido elegidos por el voto
popular, ahora pagan porque literalmente de los medios de difusión no volteen
a verlos, a fin de no llamar la atención y así nadie se entere de lo que están
haciendo para incrementar su patrimonio a través de prestanombres… Con eso de
que el cinismo ha empoderado a algunos gracias a los pactos con
organizaciones criminales que sus compinches de la clase política –del leviatán
partidista donde ya no hay distingos de colores– se empeñan en no ver, por
conveniencia de la comunidad a la que pertenecen obviamente, la compra de
bienes inmuebles es un deporte para tanto politicastro con bandera de
demócrata, ambientalista, progresista o izquierdoso… Además de estar viendo
cómo fastidian a la gente de honesto vivir para exprimirle hasta el último
peso, a fin de engordar sus patrimonios cual chinches petateras, luego de que
no salían de perico perro y por lo mismo andaban como chapulines brincando de
un partido político a otro… De ahí que ahora esos malandrines de curul (con
todo y constituyentes) estén frotándose las manos tras de la aprobación de la
aprobación del anticonstitucional artículo
94 de la nueva Ley de Vivienda de la Ciudad de México, que faculta al gobierno
local a la «captación de plusvalías generadas por las acciones urbanísticas»…
Ahora es posible entender por qué tenían –incluido el mediocre doctor MAME– tanto interés porque la Ciudad de México tuviera su propia
constitución… Como de igual forma es entendible que los capitalinos tengan
tan arraigada la percepción de que su ciudad está podrida por la corrupción,
debido a que su patrimonio –ganado con el trabajo honesto a base de muchos
sacrificios– ya no le alcanza para mantener a tanta chinche petatera que hormiguea
en los partidos políticos, y que de tan hambreadas que están hasta trastocaron
en caníbales para succionarse entre ellas a través de los consabidos moches quincenales,
con el argumento de que o son para el partido o para el mesías de Macuspana,
dependiendo del cártel político izquierdoso del que se trate, que para el
caso viene siendo lo mismo… Habrá que considerar, pues, como corrupción de la
burocracia gubernativa –aparte de la estulticia, la estolidez y la ignorancia
que caracteriza a varios miembros de la mafia partidista en la Ciudad de
México– la de sobornar a las empresas comunicacionales para que no publiquen
nada acerca de la gestión de un delegado que, para nadie es un secreto, está
más ocupado en engrosar su patrimonio con lo que le llega de recursos públicos
y con lo que consigue mediante el despojo a ciudadanos que tienen algún establecimiento
comercial, por ejemplo, para vivir con honestidad, mediante la extorsión y el
chantaje colocándole sellos de clausura… Después de todo, estos partidos de
dizque progresistas izquierdosos salieron más ladrones que los del tricolor
en su tiempo, aunque ciertamente en la actualidad el ciudadano de
independiente criterio ya no tiene, ni quiere, saber a cuál irle, por más golpes
de pecho que se den los correspondientes dirigentes –y no necesariamente los
cabecillas– de tanta pandilla partidista… Por eso en Tláhuac desde que
comenzó la gestión del delegado la oficina de comunicación social ni siquiera
ha emitido ningún boletín de nada, porque no tiene qué informar debido a que
nada significativo éste ha hecho (a excepción de distorsionar la
conmemoración de Día de Muertos con tocadas, y el tiempo sigue su curso mientras
perredistas y morenistas siguen poniéndose de acuerdo en cómo se van a repartir
el redituable botín de la Ciudad de México en 2018, cuando ya cuenten con una
constitución que los proteja y respalde para cometer sus trapacerías… Al
tiempo.
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