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Área Natural Protegida del Cañón de Fernández en la Comarca Lagunera de Durango. Milenio |
Por
José Augusto Sánchez Galindo
Licenciado José Rosas Aispuro:
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José Rosas Aispuro. Foto Palabra Vecinal |
No encontré otro medio
ni otro momento tan oportuno para retomar una relación que surgió en la lucha
por cambiar el régimen de privilegios en la entidad y nuestra querida
Comarca. Los objetivos de la Alianza «Unidos Por Ti» siguen vigentes.
Peleamos para su causa, por su encargo, en el distrito xii y la ciudad de Gómez Palacio; lucha
que asumimos con gallardía pese a la hostilidad de los antagonistas. Los
resultados tras de una jornada intensa de casi 100 días se pusieron a la
vista. Durante este tiempo integramos decenas de comités populares y un gran
equipo de campaña, quienes tenazmente dedicaron su trabajo a construir la
escalera, para que usted llegara a la gubernatura. Nunca dudamos de nuestro
triunfo. Nunca dudamos promoverlo. Pegamos su imagen en las casas, repartimos
miles de volantes, visitamos millares de hogares y convencimos a miles de
electores gomezpalatinos de que usted era la mejor opción. Peleamos el voto
en los territorios a la vista de todos; no apostamos al «voto cruzado». Hoy
podemos decir: ¡misión cumplida! Usted es el gobernador, lo que nos tiene
satisfechos; solamente nos preocupa la capacidad resiliente del viejo régimen
de privilegios, incluida su «política de dos caras» que seguramente aplican
al nuevo régimen.
El fracaso de una «espectacular
estructura» no limitó que con nuestras propias fuerzas y recursos nos
diéramos a la tarea de enmendar la plana que otra parte de su equipo no hizo;
me refiero a la desgastada estrategia electoral del «listismo» y los
algoritmos electorales fantasiosos encargados a despachos embaucadores.
Nuestra política fue el asambleísmo en las calles del territorio a través de
un proyecto que denominamos: «Urna Amurallada», la que nos dio la posibilidad
de salir bien librados o lo menos golpeados.
El día cinco de junio fue
un día sumamente complejo; soportamos una elección de Estado. Los
dispositivos de nuestros rivales para contenernos fueron excesivos, violentos
e ilegales. Por tierra, aire y medios electrónicos nos «bombardearon» minuto
a minuto el día de la jornada para inmovilizarnos. Los resistimos, y
contuvimos lo que podía haber sido un golpe a nuestro triunfo general. El cinco
de junio no se nos olvida a cientos de activistas acosados, golpeados y
amenazados, por aquellos que hoy se retratan a su lado con impudor. Las fotos
o convivencia pública con otras fuerzas la entendemos como parte de la
política de gobernabilidad; el inconveniente surge cuando usted se aleja de «los
suyos»; de aquellos que hoy sienten el olvido tras de larga jornada. Pasamos
de servirle a estorbarle.
Hoy puede excluir de su
gobierno a los laguneros, lo que considero legítimo; como también es legítimo
sentirnos excluidos al no vernos cabalmente representados por la nomenclatura
designada por usted en la región. Usted está en su derecho de gobernar con su
gente de confianza y rehacer alianzas con su viejo partido; pero excluirnos
de ello no nos impide a seguir luchando por las cosas en las que creemos,
sentimos, hemos estudiado y suponíamos usted encabezaría. Le comento que
nuestra fuerza, pequeña en número, pero grande en honor, logró captar el
interés de laguneros ocupados en muchas tareas, los que hoy nos siguen
empujando a no dejar de luchar porque el Gobierno
de la Alternancia no sólo sea un simple relevo de la nomenclatura; sino
que sea verdaderamente una nueva alternativa en las formas de hacer política,
y políticas que ayuden a Durango y sus regiones.
La alternancia actual
no es producto de la casualidad; surge a partir de la indignación y del
pensamiento crítico de miles de ciudadanos; los partidos que lo acompañaron
quedaron chicos ante tal manifestación popular. El hartazgo hacia el régimen
de privilegios era evidente; los duranguenses señalaban una a una sus
fisonomías:
1.- Una nomenclatura
inamovible por décadas. El colmo fue la herencia generacional de puestos.
2.- Un régimen de
privilegios selectivos; en la que los conflictos de interés sobre determinan
y explican muchas cosas. Amigos de todo y para todo.
3.- Un aburguesamiento
de la elite del régimen Deras-Caldera; quienes cedieron a los
encantos del narcisismo como estilo de vida. La nueva clase política, que
emerge en el 2004, se envileció por y con relaciones perversas dentro y fuera
de la sociedad política. Se perdió la humildad y vocación de servir.
4.- Enriquecimiento
inmoral en base a créditos impúdicos, obras de mala calidad, sociedades
mercantiles con cacicazgos regionales, complicidades con instituciones
bancarias públicas y privadas y despachos de renombre.
5.- El empobrecimiento
de grandes capas de la población, y abandono de la mayoría de las ciudades de
la entidad. La pobreza patrimonial fue su sustento político.
6.- Un terrorífico
estado de inseguridad y dolor en la mayor parte del estado.
7.- Un centralismo
complementado por cacicazgos regionales como régimen de privilegios. La
obediencia o sumisión local ha dañado el diseño de las ciudades.
En fin, podemos seguir
argumentando esas y más condiciones que favorecieron nuestro triunfo; pero,
ahora, lo que importa es no reproducirlas y caer en las mismas desviaciones
en que cayeron los vencidos.
No podemos escuchar el
canto de las sirenas. No podemos dejar de escuchar los sentimientos del
pueblo de Durango.
¡Ya triunfamos! ¿Y
ahora qué sigue?
Luego de seguir los
nombramientos en La Laguna nos preocupó el destino de la alternancia. Después
de su alejamiento y cambio de actitud hacia sus correligionarios laguneros
nos preocupamos doblemente.
Encontramos
inexplicable la ausencia de laguneros en su gabinete central y ampliado. Hoy
no hay directores, subsecretarios y jefe de oficina de nuestra comarca; y la
nomenclatura regional la compartió sólo con un sector del PRI.
Para ello nos surge un
grupo de preguntas que considero conveniente reflexionarlas:
¿Cómo construir un
gobierno de la alternancia con una nomenclatura emanada del viejo régimen?
¿Cómo construir nuevas
políticas e instituciones que garanticen nuevos y mejores resultados para los
duranguenses y laguneros en particular?
¿Cómo transitar con la
vieja nomenclatura sin ocultar, negar, olvidar y absolver los daños administrativos,
legales y políticos que algunos cometieron en la esfera municipal y estatal?
¿Y cómo explicárselos al electorado, para evitar desanimo?
¿Cómo transitar a la
alternancia sin privilegiar a viejos amigos incluyéndolos en la política o
administración de procesos a costa de perjudicar a otros aliancistas y el
nuevo régimen? No podemos eliminar el viejo régimen siendo igual que el que
ellos.
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Panorámica del Cañón de Fernández. Fotografía de El Siglo de Torreón |
Hoy la hostilidad
regresa al Cañón de Fernández contra los ambientalistas de Pro de Nazas, administradores
de dicha área. Primero fue el delgado del PRI en el pasado proceso electoral
quien amenazó con eliminarlos de la administración, y hoy lo está secundando
el «gobierno de la alternancia». Ellos nos amenazaron por apoyarlo en el
proceso electoral, pero ahora su equipo de la Smarnat se encarga de
cumplirlas. Luego de una década de trabajos arduos, callados y profesionales
por conservar el Cañón de Fernández, de Lerdo, Durango, aparece un grupo que
dice tener un «proyecto ambiental», quienes presumen de su amistad y
colaboraciones en especie a su campaña; pero ni son ambientalistas y tampoco
aportaron un voto a nuestro triunfo.
La Laguna no puede
ceder a las tentaciones de «amistades» incomodas del gobierno de la
alternancia. Este gobierno en todo caso debe de cuidar de que los viejos
estilos de cabildeo en base a untas
(vinos, carne, quesos y trastos) no penetren el edificio del nuevo poder
gubernamental so pena de facilitar la aparición de cuarteaduras irreparables.
Nosotros seguiremos
luchando por una Laguna al servicio de todos; sin exclusivismos ni
exclusivistas.
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