domingo, 28 de agosto de 2016

Morena, proyecto nocivo para Tláhuac: Gilberto Ensástiga

En 2016 en Tláhuac se dispararon los delitos de manera escandalosa, «pareciera que en algunos lugares opera la ley del oeste» | No es necesario que azucemos a la gente, por lo que culpar a la UCP de las movilizaciones contra Salgado «es pensar que la gente es ignorante e incapaz de defender sus derechos» | Es «un mal gobierno» que engañó a los tlahuaquenses en su campaña diciendo que la delegación iba a cambiar, a renacer, que iba a haber amor en todos los rincones de la delegación | El ex delegado perredista afirmó que en sus tres años enfrentó la corrupción y que no recibió ni un solo quinto de una empresa

En poco tiempo Morena ya demostró ser un proyecto nocivo para los tlahuaquenses, porque el escenario de inseguridad y violencia que se vive actualmente en la delegación es producto de un mal gobierno, como resultado de una política nociva, así como de un menosprecio a los pobladores de la demarcación, señaló Gilberto Ensástiga Santiago, ex jefe delegacional de Tláhuac (2006-2009) y cabeza visible de la corriente interna del Partido de la Revolución Democrática denominada Unión de Colonias Populares, cuyo nombre actual es el de Parlamento Ciudadano… Mientras por el gran ventanal del restaurante Vips se veía a un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México sobrevolar el lugar, como parte del operativo instrumentado ese miércoles por dicha Secretaría en forma conjunta con la Procuraduría capitalina para buscar a Felipe de Jesús Pérez Luna, el «Ojos» (Refuerzan ataque a narcomenudeo), aseguró que en 2016 en Tláhuac se han disparado los delitos de manera escandalosa, «pareciera que en algunos lugares opera la ley del oeste»… Para Ensástiga, lo que sucede en Tláhuac es responsabilidad de la delegación, porque debe gestionar, solicitar y acordar con el gobierno de la Ciudad la atención a los problemas delictivos, dijo, «se están incrementando y apareciendo con mayor frecuencia», y eso sólo se logra con una política sustentada en una relación institucional, así como de compartir responsabilidades frente a los tlahuaquenses… «El asunto es que desde que llegó Rigoberto Salgado a la administración (delegacional en Tláhuac), su soberbia no sólo ha radicado en el trato a la gente, sino también en su relación con el gobierno de la Ciudad, porque él en muchas ocasiones ha menospreciado y confrontado, más en el terreno político y personal, al gobierno de la Ciudad», indicó… Al recordarle que para el delegado morenista los causantes de todos los males de su administración son los de la Unión de Colonias Populares, Ensástiga Santiago respondió que no es necesario que ellos azucen a la gente, y culparlos a ellos de las movilizaciones y manifestaciones que recientemente se han hecho «es pensar que la gente es ignorante e incapaz de defender sus derechos»… «A los del PRD nos tachan de rateros, corruptos, y a la primera pues les pega, pero ha ido pasando el tiempo y se les ha ido cayendo ese discurso», manifestó… Para quien dice no tener ningún interés en volver a ser jefe delegacional, no le queda ninguna duda de que la culpa de lo que sucede en Tláhuac con un escenario de narcoterror, «es de ellos (los morenistas), definitivamente»… Porque se trata de «un mal gobierno que engañó a los tlahuaquenses en su campaña diciendo que la delegación iba a cambiar, que iba a renacer, que iba a haber amor en todos los rincones de la delegación, y nos siguen mintiendo. Entonces es un gobierno que se ha ido forjando con el engaño y la mentira», asentó… Con la población continúan utilizando el mismo patrón desde la administración delegacional, debido a que «mienten y mienten a cada rato, y eso nos está haciendo mucho daño, porque predispone a los tlahuaquenses contra cualquier acción de buena voluntad, contra cualquier acción en beneficio de la sociedad», y por ese motivo la gente ya no cree en nadie… Tras de asegurar que en su gestión como delegado nunca recibió presiones de ninguna organización criminal, Ensástiga de igual forma afirmó que en sus tres años «te puedo asegurar que enfrenté la corrupción», y que «no recibí ni un solo quinto de una empresa», por lo que sigue viviendo en la misma casa donde toda su vida ha vivido, dijo, y «me conduzco como cualquier persona»… Sin embargo, reconoció que el tema de la distribución de la droga en esa delegación «no es de ahorita», sino «de toda la vida»; mientras comienzan a llegar fotografías del operativo que en ese momento se lleva a cabo en la delegación, con un dejo de circunspección señaló que se trata de «un mal que tenemos en nuestra sociedad y que a raíz de los últimos 10 o 15 años se ha agudizado en el país y con preocupación ahora en la Ciudad de México».
La entrevista completa con el ex delegado perredista Gilberto Ensástiga
Gilberto Ensástiga responde a acusaciones del jefe delegacional
que lo culpa de sus males a través de troles
Hay un ambiente enrarecido en la delegación Tláhuac sobre todo por la ola delincuencial que se ha incrementado. Al cuestionar a la delegación, voces anónimas –vía troles en redes sociales, porque esa es la única política de comunicación social que el delegado Rigoberto Salgado tiene–, culpan al grupo político que tú encabezas de todos sus males. ¿Qué opinas?
«Primero hay que decir que Tláhuac por sus características geográficas y cercanía con el estado de México y de alguna manera con Morelos, es una zona que sí se ve afectada cuando la incidencia delictiva impacta esas entidades; siempre hemos tenido problemas en nuestra delegación de robos y de venta de droga, por lo que asegurar que en esta administración han aparecido sería falso, pero esa no es la discusión. Sin embargo, en este año de 2016 se han disparado los delitos de manera escandalosa, pareciera que en algunos lugares opera la ley del oeste. Se han presentado casos de robo en el transporte público, casas habitación, robos banqueteros y, desde luego, es evidente el miedo que se respira en toda la delegación».
Policías de la SSP capitalina en operativo del miércoles
en varias colonias de la delegación Tláhuac
¿De quién es la culpa entonces?
«Es responsabilidad de la delegación lo que está pasando, pero lo puede hacer sin dejar de hacer. ¿Qué es lo que debe hacer una autoridad delegacional? Gestionar, solicitar, acordar con el gobierno de la Ciudad la atención a estos problemas delictivos que se están incrementando y apareciendo con mayor frecuencia, y eso sólo lo logras si tú tienes una política de relación institucional y de compartir responsabilidades frente a los tlahuaquenses».
«El asunto es que desde que llegó Rigoberto a la administración, su soberbia no sólo ha radicado en el trato con la gente, sino también en su relación con el gobierno de la Ciudad. Si existe una relación no es la mejor para enfrentar este problema, porque él en muchas ocasiones ha menospreciado, confrontado más en el terreno político y personal al gobierno de la Ciudad que por el trabajo conjunto. Entonces si es un gobernante en donde sus relaciones son malas, nos afecta a los de Tláhuac; ahí está el rubro de seguridad, es cierto no le toca a él, nunca le ha tocado a un jefe delegacional ver los problemas de seguridad, pero eso no le importa a la gente, a esta lo que le importa es que haya seguridad, y como autoridad principal en la delegación tiene que asumir esa tarea, y no lo ha hecho. De repente como que deja entrever que lo va a hacer, pero no lo ha hecho. Entonces, desde ese punto de vista, sí tiene responsabilidad, si no directamente, pero la tiene de que las cosas acá se estén complicando».
La soberbia es síntoma de incapacidad y considero que con eso trata de encubrirla. Pero el delegado los acusa a ustedes como UCP i Parlamento Ciudadano de promover manifestaciones como la de los padres de los jóvenes desaparecidos, como la del día en que vino Martí Batres; pero también de capitalizar la inconformidad en los trabajadores y de organizar manifestaciones contra la delegación por determinados problemas. ¿Tienes ustedes la capacidad de movilizar a tanta gente?
«No, la verdad es que todas estas movilizaciones que ya se han dado y que son muchas, son el reflejo del mal gobierno local. No es necesario que nosotros azucemos a la gente porque es pensar que la gente es ignorante e incapaz de defender sus derechos. Si los trabajadores se han movilizado es porque han visto afectados sus derechos. ¿Qué se les dice? Que todas las prestaciones que adquirieron en los gobiernos del PRD –y que fueron varias prestaciones y beneficios–no se han podido cumplir porque se robaron el dinero. Bueno, a lo mejor en los primeros tres o cuatro meses de su inicio esto les pegó, pero ya vamos para un año y siguen diciendo lo mismo. Mejor, ¿por qué no tienen la humildad de reconocer que no saben hacer los trámites ante el gobierno de la Ciudad? Que acepten que son incapaces de buscar los expedientes y hacer lo adecuado para que les suelten los recursos».
«Porque hay todo un procedimiento. Primero tienes que acreditar si hay autosuficiencia presupuestal. Ahí está el dinero, ningún delegado tiene una caja fuerte, todo viene de oficinas centrales, todo se maneja electrónicamente, no sale dinero si tú no acreditas el programa, los beneficios, los tiempos para que te aprueben. Lo que ellos no dicen es que se les han pasado los tiempos. Nada más porque la gente protestó, hasta estas fechas, dos o tres meses después, están festejando el día de la madre; cuatro meses después el de los trabajadores, además de que las becas las disminuyeron. O sea, traen un desorden brutal que lo único que acredita es su incapacidad. A los adultos mayores de igual forma les prohibieron un conjunto de programas que ellos los tenían con nosotros, ¿y qué les dijeron?, que los del PRD se robaron el dinero?»
Varias casas donde se supone había drogas y armas
fueron cateadas
¿Y les creen eso?
 «Claro que hay quien les cree, y entonces nos tachan a los del PRD de rateros y corruptos, y a la primera pues les pega, pero ha ido pasando el tiempo y se les ha ido cayendo ese discurso. La culpa es de ellos. Este es un mal gobierno que no sólo engañó previo a la campaña diciendo que la delegación iba a cambiar, que iba a renacer, que iba a haber amor en todos los rincones de la delegación. Entonces es un gobierno que se ha ido forjando con el engaño, con la mentira, es el mismo patrón que utilizan con la población; mienten y mienten a cada rato y eso nos está haciendo mucho daño, porque predispone a los tlahuaquenses contra cualquier acción de buena voluntad, en beneficio de la sociedad. Eso es lo que ellos están provocando en esta administración, generando un descrédito de todos. Dicen que el que escupe para arriba le puede caer en la cara, y eso es lo que ellos están haciendo».
¿Hubo corrupción en los nueve años en que ustedes como grupo político estuvo en la administración de Tláhuac?
«Es muy fácil decir que no hay corrupción en una administración, yo creo que la hay en todas las administraciones desafortunadamente. Este es un problema sistemático, puedes tú enfrentar la corrupción si la cabeza no se involucra, así de sencillo. Para que tú pares la corrupción debes tener autoridad moral, tiene que haber ética. Cuando yo estuve como jefe delegacional, en mis tres años te puedo asegurar que enfrenté la corrupción. Yo no recibí ni un solo quinto de una empresa, sigo viviendo en la misma casa donde toda mi vida he vivido y me conduzco como cualquier persona».
¿No recibiste presiones de algún grupo de narcomenudistas?
«Nunca, nunca, nunca».
Pero sí se vendía droga…
«Bueno, la droga no es de ahorita, es de toda la vida, es un mal que tenemos en nuestra sociedad y que a raíz de los últimos 10 o 15 años se ha agudizado en el país y con preocupación ahora en la Ciudad de México».
¿Qué hiciste en tus tres años como delegado de Tláhuac? ¿Qué obra significativa puedes presumir?
«Mucha, no hay administración que haya hecho obra pública como la que nosotros hicimos, que haya tenido una gestión importante frente al gobierno federal y el de la Ciudad. ¿Obedeció a que la virgen nos hizo un milagro? ¡No! Obedeció a que había una política de gestión y de relaciones y de propuestas, para que hubiese inversión. Ahí está la línea 12 del Metro. No estoy diciendo que yo la hice. Pero alguien tuvo que apretar el timbre para que vinieran a Tláhuac a construir la línea 12. Ahí participamos muchos, la gente, las autoridades…»
Era un proyecto que ya estaba desde hace 20 años…
«No, yo creo que sí está proyectado el Metro para toda la ciudad, pero hasta cuando yo conocí el plan maestro del Metro, vi que la línea 12 era de Mixcoac a Acoxpa, y entonces hubo una coincidencia con el gobierno de la Ciudad, en el sentido de que en términos de prioridades le iba a generar un mejor funcionamiento, una mayor cantidad de transportación de usuarios a Tláhuac que a Acoxpa, y ahí está la prueba. Pasan más de 400 mil usuarios diarios de San Pedro a Mixcoac. A lo mejor ya no se acuerdan, pero nosotros como delegación hicimos una campaña por toda la ciudad, a favor de la línea 12; nuestra campaña se llamaba Para salir del olvido, la línea 12 del Metro a Tláhuac. Pegamos mantas en todas las delegaciones en beneficio del Metro».
«Luego están los tres tecnológicos, lo que logramos en el período de mayor confrontación entre el PRD y el gobierno federal, en 2006, por aquello de que los perredistas estuvimos por más de 40 días en Paseo de la Reforma protestando por el fraude electoral y la imposición de Felipe Calderón. Cuando en 2006 entré a la delegación, entablé una comunicación con la Secretaría de Educación Pública porque había el proyecto de 12 tecnológicos para la Ciudad de México, hicimos a un lado la confrontación y convencí al gobierno de la Ciudad. Me la jugué con los tecnológicos y les prestamos a estos un espacio en el Bosque de Tláhuac para que se instalaran, porque si no, no se iban a hacer. Ahí se empezaron a inscribir y se dieron a la tarea de conseguir los terrenos. La gente del Cetis 1 –en Tlaltenco– les dio un espacio, nosotros les abrimos el Bosque, San Juan les abrió el otro espacio, y ahí están los tres tecnológicos. Pienso que debe haber una matrícula de más de tres mil estudiantes, no lo sé, pero al final es un beneficio, una obra, un planteamiento como gente que vive aquí en Tláhuac, con escuelas de nivel superior».
El gobierno de la Ciudad construyó también el Hospital General en tu período como delegado…
«Así es, hay gente que no se acuerda que yo invadí el terreno del hospital, porque me habló el jefe de gobierno (Marcelo Ebrard) para decirme que tenía información acerca de que un grup0 iba a invadir el terreno porque se oponían a que se hiciera el hospital. Me dijo: ‘Si ese terreno lo invaden, se nos va a caer el proyecto’… Entonces yo le dije, no te preocupes, yo lo voy a resguardar. Hablé con varios vecinos de la Agrícola, de la Miguel Hidalgo, de la Del Mar, las Villas, y les dije, oigan tenemos este problema… Cité a toda la estructura y les pregunté, ¿qué hacemos? Fueron como uno o dos días, me comuniqué con el jefe de gobierno y le dije ‘ya tenemos el terreno, ahora lo que la empresa tiene que venir a hacer es cercar’, y lo cercaron. Varios vecinos se oponían a la construcción del hospital en forma irresponsable, porque se trataba de un hospital, no de construir un Vips ni ningún otro restaurante, íbamos a hacer una obra pública importantísima para la delegación. Tampoco estoy diciendo que lo hicimos nosotros, porque es una obra del gobierno de la ciudad, pero estarás de acuerdo que ahí es donde tú puedes acreditar que sí hay una decisión de hacer cosas en beneficio de la delegación».
Ustedes reconocieron asentamientos irregulares también…
«Tuvieron que pasar 10 años para que se hiciera una revisión del Programa Delegacional de Desarrollo Urbano. Sabrás que cada vez que se tiene que hacer esto se genera una especie de guerra civil en nuestra delegación, pero hicimos el esfuerzo, se hizo la consulta y, después de 10 años, se aprobó un Programa que para nuestra desgracia a estas fechas eso fue ya un fracaso. ¿Por qué nos dimos a la tarea de que se aprobara el Programa? Primero, para intentar ordenar el crecimiento de la delegación; de 93 asentamientos en aquel entonces, se reconocieron cerca de 50, para consolidar y regularizar, para meterle servicios a la gente y para ir a un proceso de escrituración… Y se quedaron pendientes como 43 ya reconocidos como asentamientos, pero en la perspectiva de revisarlos…»
Fue donde intervino el entonces diputado local Edy Ortiz…
«Espérame. El error de Edy fue meterle mano de manera irresponsable a la aprobación de los usos de suelo. En la mayoría de los terrenos nos dio una densidad habitacional muy baja, así, irresponsablemente. Ni siquiera correspondía al número de viviendas con el de densidad que le dio, pero al de la Tabla de los Ranchos sí le dio una densidad alta… ¿Cómo le das una densidad habitacional alta a un terreno baldío que está en disputa y que es parte de un conflicto permanente ahí en Tlaltenco y castigas a donde ya están los núcleos de población consolidados? Eso fue lo que quedó, porque al final quien aprueba es la Asamblea, y nosotros, junto con la Seduvi y el Medio Ambiente, entregamos todo».
¿Por qué ese trato especial a la Tabla de los Ranchos?
«Me queda claro que a alguien le hizo un favor. ¿Qué otra cosa podría explicar que a un terreno baldío como ese se le diera una densidad así para que en el futuro puedan hacerse unidades habitacionales?... Con esos 50 asentamientos con los que se aprueba el Programa la norma dice que debe instalarse la Comisión de Regulación Especial, que es con Medio Ambiente, con gobierno central, la Seduvi y la delegación, para empezar a dictaminar y a consolidar los procesos de regulación. Ya pasaron, desde 2008, ocho años, y todo lo que hicimos ya es diferente a estas alturas, los que consolidamos con determinado número de viviendas y población ya no se procedió y ahora que entró Morena peor, porque estos no saben ni qué. Y para que instales la Comisión de Regulación Especial tienes que pactarlo con el gobierno de la Ciudad, con las diferentes instituciones, pero no hay mucha capacidad. Entonces, estamos condenados a que en los próximos ocho, 10, 20 años, siga creciendo desordenadamente la delegación, aunque se hagan operativos como el desalojo de Tempiluli, o el desalojo de la Ciénega, porque esos son palos de ciego del gobierno de la Ciudad, ¿eh? Porque si quieren resolver el problema del crecimiento, entrémosle, en los asentamientos humanos irregulares de Tláhuac y de la Ciudad vive la gente más pobre, y ahí se están presentando fenómenos sociales relacionados en muchos casos con la incidencia delictiva».
Se le atribuye el desalojo de Tempiluli a la última administración de ustedes, la de Angelina Méndez.
«No, esa fue una decisión del gobierno de la Ciudad»
Pero ya tenían derechos, reconocimiento…
«No ese no. El de la Ciénega no está contemplado entre los 93 que yo te digo».
Decía el difunto Jesús Téllez que sí estaba regularizado…
«¡Ah!, Tempiluli, sí, pero es lo que te digo, hasta lo que contemplamos en el 2008 después de ocho años los polígonos ya desaparecieron, el crecimiento se amplió. El crecimiento en la ciudad nunca va a parar, el problema es cómo lo ordenas, y la única manera de ordenarlo es precisar muy bien el Programa Delegacional, echar a andar todos los instrumentos después de aprobado el programa, y buscar la manera de resolverle a la gente y ordenar el crecimiento. Pero eso no se ha hecho. En el 2008 tuvimos esa intención de que el Programa saliera, con esa finalidad de garantizarle a administraciones posteriores bajo esta estrategia le entraran al tema, pero ahí está el problema. Inclusive estuvo a punto de no votarse el Programa Delegacional en la Asamblea. Lo que pasa es que nosotros nos movilizamos. Moví a la gente a la Asamblea, visité al jefe de gobierno, a Seduvi, a las otras instancias y les dije, oigan, no nos pueden dejar sin Programa Delegacional, di mis explicaciones y se aprobó; pero en esa revancha tonta nos pusieron usos de suelo que nada tienen que ver con la realidad de la delegación».
¿Cómo qué?
«Pues que bajaron la densidad. Si tú tienes 100 viviendas en núcleo poblacional irregular, pues tienes que resolverles a las 100, no a 50. Debes tener una densidad para 100. Porque en menor densidad el lote tipo es mayor. Te van a exigir en algunos casos 500 metros como lote tipo, como fue en su momento en la Selene; o hasta mil. No, acá no, la gente tiene 100 metros… Pero bueno, son las tentaciones políticas que luego tenemos entre los mismos partidos».
¿Y las escuelas?
«Construimos Cendis. En mi administración construimos el Cendi de Los Olivos, que era una barraca, la verdad; así como el otro Cendi que está pegado al Lago de los Reyes. Arreglamos la mayoría de los Cendis de la delegación. Visité prácticamente todas las escuelas, no hubo escuela donde no pusiera el pie. En algunas arreglábamos los baños, en otras los tinacos, en ese período se desató mucho la fiebre por las mallas filtra sol, las pusimos; en otros casos remodelamos los patios, con todo y barandales. Entonces, sí hubo una inversión importante en las escuelas».
¿Tú no construiste fuentes?
«Sí… Pero de empleo, no de agua. Las fuentes de empleo más grandes se construyeron en mi administración, ahí está la alberca. Hay gente que entró a trabajar en la administración, la Sala de Artes, el centro de campismo que está hasta el fondo del Bosque en el que los chavitos acampan los fines de semana, en donde de la misma delegación ahí tirábamos nuestro cascajo. Cuando yo entré, los corredores me pidieron, oye Gilberto, dejen de tirar cascajo, y dije, vamos a construir un área a la que le llamemos la mini Marquesa, y fue hasta el fondo donde se habilitó el Centro de Capacitación Ambiental Infantil y de Campismo. Ahí acampan más de 100 niños cada fin de semana».
¿Quieres ser delegado otra vez?
«Mira, me lo han planteado varias veces y he dicho que no… Me lo han planteado en el 2012, me lo volvieron a plantear en el 2015 y yo dije que no porque mis tareas son más que Tláhuac. Permíteme que te lo diga de esta manera: He podido incursionar en tareas del partido en el ámbito nacional. Además, yo siempre he sido partidario de los relevos, soy de los pocos actores en la Ciudad que nunca he repetido.  Cuando fui jefe delegacional en el 2006-2009 varios me propusieron también que si me iba a lanzar por un espacio legislativo y les dije que no, que yo quería terminar mi administración y meterme después más a las tareas del partido, que es lo que estoy haciendo actualmente».
¿Podrán en el PRD de Tláhuac ponerse de acuerdo para enfrentar en las urnas y vencer a los de Morena en 2018?
«El PRD tiene una crisis que yo no sé si la superaremos. No vamos a desaparecer, eso sí me queda claro, pero retrocederemos si continuamos por el camino que vamos, para terminar en un partido del seis, siete, o si quieres 10 por ciento, que ya estamos en eso según los escrutinios electorales. Entonces, yo me he metido mucho al debate de qué es lo que debe pasar con el PRD y he logrado ganar un espacio. Somos una oposición a todas las fuerzas hegemónicas en el partido, no hay mucha oposición ya en el PRD, pocos, ya no habemos muchos, y si tú quieres a lo mejor necios, dogmáticos, lo que quieras, pero tenemos una coherencia en el planteamiento que hemos metido. Entonces, volver a pensar en hacer algo en la delegación tendría que equilibrarse en su momento. Yo no descarto (volver a contender en una elección), pero eso no quiere decir que sí quiera, porque no es un problema de querer, es un problema de que se pueda, y si hay una candidatura sólida que nos unifique a los perredistas tlahuaquenses en el 2018, hay que echarla a andar. Lo que sí yo tengo claro es que Morena ya nos demostró en poco tiempo que es un proyecto nocivo para los tlahuaquenses, y quien no quiera entender eso está cerrado de los ojos, y no quiere escuchar y ver la realidad, lo que hoy estamos viviendo es el producto de un mal gobierno, es el resultado de una política nociva. Hay un menosprecio a los tlahuaquenses».
Pero eso lo hicieron también ustedes en las anteriores administraciones…
«Quizás sí, quizás sí –repitió–, porque luego ese es el error en que incurre una autoridad pública».
¿También cayeron en la soberbia?
«La soberbia, sí, pero lo que estamos viendo no tiene parámetros… Hay un nivel de descomposición social y político en nuestra delegación sumamente preocupante. ¿Cómo lo podemos enfrentar para no quedarnos solamente en el cuestionamiento? Hay que pensar que así como la gente le dio su voto a Morena, se lo puede quitar y dar a otro partido».
¿No fue comprado mucho voto con recursos de oscura procedencia?
«Yo creo que hubo de todo. Pero sí hubo quien le dio su voto a Morena para castigar al PRD y buscar un cambio desde la perspectiva de estar mejores. Pues mira, pareciera que tanto los que votaron por Morena como los que perdimos la elección estamos condenados a pagar una manda de tres años. Entonces, hay que prepararnos para generar un relevo. ¿Puede ser el PRD? Creo que sí, pero eso depende de la capacidad que tengamos los perredistas de ponernos de acuerdo. Aunque eso nunca ha sucedido, nunca, nunca, nunca ha sucedido».
¿Te andas candidateando?
«No, la que luego me candidatea es la gente, porque ellos así me lo dicen, porque me lo sueltan a rajatabla: ‘¿Vas a ser candidato?’ ¡No, espérense! Hasta sienten como que les quiero ver la cara, pero lo de Tláhuac es un problema muy serio que hay que pensarlo muy bien».
¿Un último comentario o reflexión?
«Tláhuac está regresándose a la vieja imagen de que éramos conocidos por los escándalos, porque aquí nos venían a tirar un número considerable de muertitos».
Pero ahora los matan aquí y los tiran aquí…
«Entonces, Tláhuac está volviendo a ser una delegación con esa imagen, de que aquí hay muchos problemas, pero la diferencia es que antes sí era una imagen, ahora no, ahora es una realidad».

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