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El riesgo de poner a un improvisado e ignorante de la filosofía Puma |
Los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de
México volvieron a las andadas en el torneo local de futbol profesional.
Pero no lo decimos por el empate sin goles registrado
ayer ante el Pachuca en el Estadio México 68, lo decimos por la avidez y lacayuna
actitud del presidente del club Rodrigo Ares de Parga con la televisora que
transmite los partidos de los Pumas.
Eso de jugar a las cuatro de la tarde sus partidos
dominicales como local es una añeja disposición de Televisa que los Pumas se
habían resistido a acatar, pero ayer por lo visto fue más fuerte el cañonazo
monetario que la tradición de la gran comunidad universitaria de ver el
futbol de distinta manera a como lo concibe el resto de aficiones del
circuito.
Y es que la pasión por lo Puma viene inserta en la
semilla del conocimiento que germina y da origen al ser universitario, que
entre otras cosas y a su vez motiva a esa gran comunidad a congregarse los
domingos al mediodía en torno a su equipo para apoyarlo y convivir con sus
semejantes.
Por eso resulta burdo y grotesco que el Club
Universidad esté supeditado a los caprichos mercantilistas de la empresa del
vodevil y del espectáculo ramplón, con programas retrógradas y enajenantes,
que es dueña del equipo América, por lo que su único objetivo pareciera ser
el de contribuir a que la popularidad de los Pumas no rebase a la del
conjunto que archipublicitan hasta en la sopa, literalmente, en Televisa, las
24 horas del día.
No cabe duda que Ares de Parga parece estar
empeñado en acabar con el club universitario, con la connivencia del rector Enrique
Graue obviamente, al ignorar la tradición, la cultura y sobre todo la
filosofía que ha regido en el tercer equipo más popular del país a través de
los años.
Porque tras de desmantelar al equipo al sacar de
la institución a jugadores emblema como Alejandro Palacios o Darío Verón, el individuo
de marras cambió la forma que por décadas tenían las familias universitarias
de acomodarse en las tribunas del México 68, con tal de embolsarse unos morlacos de más a costa de los Pumas.
Es un tipo nefasto para la causa universitaria
definitivamente.
Por eso, en mi familia hemos decidido dejar de
acudir al Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria mientras permanezca Ares
de Parga como presidente del Club. Ojala y el equipo no siga siendo más
perjudicado de lo que ya ha sido por un tipo que llegó con el trastrocamiento
de un improvisado del espectáculo futbolístico en la Máxima Casa de Estudios
del país, que por lo visto está al
servicio de la empresa que mangonea a su antojo desde hace muchísimo tiempo
los intereses del negocio del futbol profesional.
La que por cierto limita las transmisiones de los partidos
como local de Pumas a su canal de televisión restringida, mientras que los
del equipo del que es propietaria, los programa cualquier día de la semana
sin importar que sean amistosos o moleros.
Allá el rector Graue y los miembros del Patronato
si quieren seguir siendo cómplices del mentecato con pretensiones de rey
Midas del espectáculo futbolero.
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