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El Canal Revolución ejemplificó todo el cochinero y podredumbre que se presenta en los asuntos de gobierno de la Ciudad y de la Asamblea |
A casi un año (19 de agosto) de que propietarios
de la ciénega y la chinampería de San Pedro Tláhuac sufrieron la filtración
de aguas negras provenientes de los canales Luis Echeverría y Luis Delgado (a
los que son vertidas las aguas residuales de La Conchita y Zapotitlán) que desembocan en el Canal Revolución, ni la Procuraduría Federal de Protección
al Ambiente (Profepa) ni la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento
Territorial (paot), como tampoco
el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), tuvieron una respuesta
clara y contundente que explicara las causas del ecocidio.
En resumidas cuentas,
los burócratas asignados a esas dependencias o simplemente fueron incapaces
por ineptitud e incapacidad de investigar qué fue lo que contenían las aguas
residuales que acabaron por contaminar el agua tratada con la que los
pequeños propietarios riegan sus siembras en la ciénega y la chinampería de
Tláhuac, o por alguna petición de parte o instancia superior –vulgo moche o entre– optaron por ignorar las denuncias que ante ellos hicieron
dichos propietarios.
Lo cierto es que la
contaminación afectó gravemente a la fauna del lugar ocasionando la muerte de
cientos de especies como peces –sobre todo carpas–, tortugas, culebras, patos
y ranas; sin embargo, dicha situación ni siquiera hizo que se dieran una
vuelta por el lugar los burócratas de las instancias referidas.
A decir de los afectados, la zona gravemente
contaminada fue justo donde se localiza el rembombeo del Canal Revolución de
agua tratada, situación que tampoco mereció la atención de las autoridades de
la delegación Tláhuac –entonces mayormente preocupadas por demostrar la
«blancura de la paloma» o vulgo pájaro de cuenta por aquello de su relación
con Felipe de Jesús Luna alias el «Ojos»– del entonces delegado de Tláhuac, quienes
les respondieron que no podían hacer nada porque había sucedido en fin de
semana. Aunque una vez llegado el lunes tampoco hicieron nada.
Zona chinampera siempre ha
estado en el ojo del huracán
Como se sabe, la zona
chinampera de Xochimilco y Tláhuac en la Ciudad de México fue inscrita por la
Unesco en 1987 como Patrimonio Mundial de la Humanidad; sin embargo, dicho
registro ha estado en peligro de ser retirado por el organismo en cuestión
debido a la proliferación de asentamientos irregulares en la zona chinampera,
drenajes con desembocadura al canal, animales muertos flotando, basura y
ahora la grave contaminación de aguas residuales, lo que ha vuelto a encender
los focos de alerta ante el ecocidio registrado.
El caso es que el
abandono y la falta de mantenimiento al sistema de canales y de chinampas, ha
sido una constante, al tiempo de que la supuesta autoridad de la Zona
Patrimonio Mundial Natural y Cultural de la Humanidad en Xochimilco, Tláhuac
y Milpa Alta, sólo ha sido una instancia que ha servido para mantener a
pandillas políticas que chuparon recursos supuestamente destinados al sostenimiento
de la chinampería.
Al parecer, el caso del
grave ecocidio en dicha zona fue ocultado por el gobierno capitalino debido a
que de haber trascendido la muerte de cientos de especies animales, la Unesco
bien pudo haber retirado los millonarios recursos que entrega para que dicha
zona declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad sea constantemente
rehabilitada.
Cosa de ver en los
bolsillos de quienes terminaron los recursos provenientes del extranjero para
supuestos apoyos a damnificados por el sismo, como fue el caso de
particulares que de igual forma se acercaron a la delegación Tláhuac para
hacer importantes donativos, pero los burócratas de la gestión morenista en lugar
de canalizarlos, por ejemplo, a la Colonia del Mar, los dineros fueron
repartidos entre colaboradores para que organizaran viajes con sus familias a
las playas de México.
Ciénega a la venta
Como hemos informado, un
grupo de propietarios de predios de la ciénega, azuzados por funcionarios de
la administración delegacional morenista, están buscando la manera de vender
estos a una empresa constructora de la Ciudad de México, la cual tiene como
proyectos la construcción de vivienda.
Sin embargo, ha corrido fuerte el rumor de que el avieso doctor
MAME (Mancera Espinoza) alcanzó a hacer los arreglos necesarios para
obsequiarle a los dueños de la empresa cementera el área suficiente como para
que construyeran en Tláhuac su nueva sede, después de todo, para eso se
contaba ya con la línea amolada 12
del Metro, el monumento más grande a la corrupción de un gobierno perredista,
y cuyo principal beneficiario, Marcelo Ebrard, ocupará la cartera de Relaciones Exteriores
del gobierno del purificador Andrés López.
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