«El primer problema del
racismo y la discriminación es que no se hable del tema, y que las personas
afrodescendientes ni siquiera estén reconocidas en la historia y el presente
de la nación», señaló María Elisa Velázquez, tras de subrayar que en nuestro
país existe un racismo estructural, debido a que a las poblaciones
afromexicanas no se les toma en cuenta social ni culturalmente, ni son parte
de las políticas públicas.
Justo cuando en el
espectáculo futbolístico mexicano el árbitro Adalid Maganda aseguró que los
directivos de la Comisión de Arbitraje lo despidieron injustificadamente y
que fue por un tema de racismo, ya que en más de una ocasión lo hicieron de
menos por su color de piel, la especialista enumeró los 14 estereotipos más
frecuentes en la sociedad mexicana sobre las personas africanas y
afrodescendientes.
El primero tiene que ver
con la idea de que en México «no hay negros» , pero lo cierto es que
históricamente arribaron al país alrededor de 250 mil niños, mujeres y hombres
de varias regiones por el Atlántico, Pacífico y Mar Caribe, a través de
distintas rutas de comercio de personas esclavizadas. Al llegar a la Ciudad
de México fueron distribuidas en casi todo el territorio de la entonces Nueva
España.
«Esta cifra puede
aumentar considerablemente, ya que no se tiene un dato exacto sobre los que
llegaron de contrabando. Muchas personas afrodescendientes fueron
esclavizadas, pero otras obtuvieron la libertad y su trabajo fue importante
en la agricultura, comercio, milicias y hogares», precisó.
Otro estereotipo alude a
que «desde África sólo llegaron hombres», sólo que gracias a las
investigaciones realizadas se tiene conocimiento del arribo de mujeres y
niños; a las primeras les fueron asignadas tareas como el cuidado de los
niños, cocineras, nodrizas, comerciantes y curanderas, apuntó.
Asimismo, decir que «los
afromexicanos son la tercera raíz» es el tercer estereotipo, por lo que para
la especialista de acuerdo con las cifras, en muchos periodos de nuestra
historia los afros en México fueron el segundo grupo poblacional más grande.
Luego, decir que «las
personas africanas y afrodescendientes siempre fueron esclavizadas», es un
falso concepto debido a que los afrodescendientes tuvieron oportunidades de
obtener la libertad y acceder a mejores condiciones de vida, incluso, a las
artes, tal es el caso del mulato Juan Correa, uno de los pintores barrocos
más relevantes del siglo XVII y principios del XVIII.
El quinto prejuicio
versa sobre la idea de que «las personas africanas y afrodescendientes
siempre estuvieron segregadas», lo que para la coordinadora nacional de
Antropología se trata de otra idea errónea, debido a que Juan Correa, por
ejemplo, fue designado para pintar el Sagrario de la Catedral Metropolitana. «Si
hubiera existido segregación, nunca se hubiera pensado en este artista para
dicha tarea», observó.
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Casi un millón 499 mil personas se reconocen afrodescendientes, afromexicanas y negras |
El estereotipo seis
refiere a que «el racismo llegó con los colonizadores españoles»; sin
embargo, la idea de «raza» proliferó hasta el siglo XVIII y no en el XVI como
muchas veces se cree.
Acerca del prejuicio
relativo a que «no hay personas relevantes de origen africano en la historia
de México», la antropóloga puntualizó que los estudios han demostrado que
José María Morelos y Vicente Guerrero (caudillos independentistas) fueron
afrodescendientes.
A decir de Gabriela
Iturralde no incluir a las personas afromexicanas en los libros de texto y no
hacerlos parte de los relatos sobre la historia nacional, no significa que
estuvieran ausentes, refirió a propósito del prejuicio ocho, el cual alude a
que «las pocas personas que vinieron de África se integraron y desaparecieron».
El prejuicio nueve es el
que se refiere a que «normalmente los hombres negros son proclives a la
vagancia, la violencia y resistencia física», y bajo esta premisa equívoca fue
que se concibió al africano para la esclavización, únicamente como mano de
obra para aprovechar su supuesta condición física.
La décima idea
preconcebida apunta a la hipersexualización de las mujeres negras. La
especialista comentó que este pensamiento favorece la idea de que las mujeres
afrodescendientes son por «naturaleza» proclives a la sexualidad y por estos
prejuicios enfrentan maltrato y estigmatización.
El onceavo estereotipo
alude al hecho de que «en la actualidad, los afrodescendientes en México son
extranjeros», por lo que es necesario desarticularlo debido a que
imposibilita el libre tránsito de estas personas en el país y su color de
piel deja muchas veces en duda la veracidad de sus documentos al acceder a
derechos públicos.
El prejuicio doce sugiere
que «en la actualidad las personas afromexicanas sólo viven en las costas», pero
en respuesta a esta conjetura, la Encuesta Intercensal 2015 del INEGI señala
que casi un millón 400 mil personas se reconocen afrodescendientes,
afromexicanas o negras en nuestro país. La mayoría se ubica en Oaxaca,
Guerrero, Veracruz, estado de México y en la Ciudad de México, aunque también
en otros lugares tienen presencia, como sucede en Múzquiz, Coahuila.
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María Elisa Velázquez y Graciela Iturralde |
Con relación al decimotercer
estereotipo, el de que «las razas humanas sí existen», comentó que aunque se
ha comprobado desde las ciencias sociales y biológicas que las razas no
existen y que el ser humano pertenece a una sola especie, esta noción
persiste actualmente en la sociedad y se utiliza para reproducir la falsa
idea de que existen seres humanos inferiores y superiores. «Las razas no
existen, pero el racismo sí», afirmó
La ultima idea errónea, acerca
de que «reconocer en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
a los pueblos y comunidades afromexicanas es dividir a la nación», debe
cuestionarse, ya que el propósito es asegurar los derechos de los colectivos
históricamente excluidos. «La realidad es que el Estado y la sociedad tienen
una deuda histórica con las personas afrodescendientes, las cuales han sido a
lo largo del tiempo invisibilizadas», puntualizó.
Para María Elisa
Velázquez la ignorancia es una de las cuestiones que alimentan el racismo. «Cuando
sepamos más de estas comunidades, las reconozcamos y nos sintamos orgullosos
como mexicanos de tener este pasado afro, vamos a valorar y respetar a toda
esa población», aseveró.
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Adalid Maganda, que lo corrieron por el color de su piel |
Que despido de árbitro fue por bajo rendimiento
En cuanto al tema del
árbitro Adalid Maganda y su despido de la Comisión de Arbitraje por el color
de su piel, el presidente de ese organismo, Arturo Brizio, aseguró que en
ningún momento hicieron de menos al silbante originario de Guerrero, sino que
su bajo rendimiento fue el motivo de despido.
«Llama la atención que
diga que se le insultó, que alguien se atrevió a hacerle un comentario
racista, cuando es falso. Él no se va por ningún tipo de cuestión racial, se
va por un tema de rendimiento», expresó Brizio, quien comentó que no pueden revelar
las evaluaciones hechas a Maganda, debido a que se trata de « un tema
confidencial de la Comisión de Arbitraje».
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