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Buscan estabilizar la población de ese mamífero |
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Horacio de la Cueva |
Desde
hace aproximadamente 15 años, Horacio de la Cueva Salcedo, especialista
del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada,
ha participado en estudios centrados en conocer el tamaño de la comunidad de
la vaquita marina (Phocoena sinus),
especie que habita solo en el Golfo de California… Sin embargo, las
investigaciones en las que ha colaborado con otros expertos nacionales e
internacionales y personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales
Protegidas, también tienen por objetivo la búsqueda de conocimiento que
contribuya a estabilizar la población de este mamífero marino en peligro de
extinción… En entrevista, el investigador del Departamento de Biología de la
Conservación dijo que el declive en la población de vaquita es notorio, pero
los esfuerzos del sector académico persisten para continuar implementando
acciones para su conservación, al grado de contemplar su reproducción en cautiverio…
¿Cómo clasificaría las líneas de investigación en
torno a la vaquita?
«El
estudio central ha sido monitorear el tamaño de la población de la vaquita,
estimarlo, porque estamos hablando de un animal que es pequeño, críptico, le
gusta esconderse y descubrimos que no le gustan los ruidos de los motores de
las embarcaciones que hemos usado para rastrearla… En una tesis reciente supimos
que cuando hay delfines se callan, entonces estás hablando de un animal muy
difícil de estudiar y por eso no se pueden hacer conteos como tal»…
¿De qué forma pueden calcular el número de
ejemplares?
«Lo
que hay ahora es una red de sensores acústicos distribuidos en el Alto Golfo
de California, donde se registran los clics (sonidos) que hacen las vaquitas
y a partir de eso se estima su población… Como los sensores están
distribuidos en una zona amplia, sabemos cuáles son las áreas preferenciales
y con esa evidencia se pudo modificar la forma del refugio de la vaquita para
que incluyeran zonas donde se registraba más frecuentemente… Actualmente tenemos
un estudiante de doctorado que mejorará el algoritmo con el que analizamos
las grabaciones para hacer una mejor estimación del número de ejemplares que
hay»…
¿Cuál es el estado actual de la población de
vaquita?
«Estamos
hablando de un animal críptico que nunca fue muy abundante, que su principal
causa de mortandad es lo que llamamos pesquería incidental… Lo único que
sabemos ahorita es que la especie está declinando muy rápidamente por la
pesca incidental, la población sigue decreciendo y de repente se empieza a
acelerar la caída de la población. Estamos hablando de menos de 80 ejemplares…
Además hay otro problema: cuando una población llega a un número tan
reducido, ya no es posible recuperarla, porque en un área tan grande no es
fácil que se encuentren las parejas, eso le puede pasar a cualquier organismo
cuyos números son muy bajos»…
¿Y qué extensión es la que habitan?
«Estamos
hablando de miles de kilómetros cuadrados, no es un área pequeña»…
¿Influyen en el declive de su población los
hábitos reproductivos de la vaquita marina?
«La
vaquita, como todas estas especies de crecimiento lento, se puede reproducir
una vez cada dos años, entonces si quisiéramos tener los niveles de población
que se tuvieron cuando se empezaron a hacer estudios en 1960-1970, tardaríamos
70 años sin que las vaquillas caigan en las redes de pescadores, lo que le
llamamos pesca incidental… Obviamente no podemos parar 70 años la pesca en el
Golfo de California»…
¿Se han propuesto nuevas tecnologías para que la
actividad pesquera reduzca su impacto sobre la especie?
«Se
han tratado de hacer experimentos con la NOAA (National Oceanic and
Atmospheric Administration) de otras formas de captura, se desarrollaron nuevas
redes de arrastre con exclusores para tortugas, con exclusores para vaquitas,
entonces es un esfuerzo, no es solo estimar la población y ver cómo está decayendo
sino qué podemos hacer para que la población cuando menos se estabilice»…
¿Este tipo de propuestas ha contribuido a la
conservación de la vaquita?
«Nosotros
conocemos bien los aspectos biológicos, qué necesita, qué le gusta, cómo se
reproduce, pero lo difícil es la parte social, qué hacemos para disminuir la
pesca incidental… Hay un modelo que te permite estimar cuánta pesca incidental
puede haber para que una población se mantenga, y la estimación es media
vaquita al año, es decir, si hubiera una muerte incidental de vaquita cada
dos años, no afectaría, pero es obvio que es mucho más que eso… En otro estudio
que se hizo aquí en el Centro de Investigación, se estimó que hay algo así
como 18 mil viajes de pesca al año nada más de San Felipe, a eso agrégale el Golfo
de Santa Clara, entonces la posibilidad de muerte incidental se vuelve muy alta…
Hay una gran responsabilidad nuestra en proveer de otras alternativas a las
comunidades que dependen de la pesca, tanto dentro de la misma pesca como de
qué hacer para tener una actividad económica diferente… Es un problema
social, no es un problema biológico, aunque sabes que lo que se está
extinguiendo es una especie».
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