| Haitianos en brigadas de la coalición «Va por la Ciudad de México» |
Tan mal andan en la coalición «Va por la Ciudad de
México» sección Tláhuac –léase PAN,
PRI, PRD–, por aquello de los deslindes y desmarques de inconformes y damnificados
–por no hablar de despiporres– tras
la absurda designación de Ana Karen
Yáñez como candidata a la alcaldía que, de plano, y ante la negativa de «voluntarios»
a integrar brigadas de promoción del voto en favor de la perredista, se han visto en
la necesidad de contratar inmigrantes haitianos para recorrer calles y
pegar propaganda.
Por lo que se ve, panistas y priistas de Tláhuac han
dado un paso de lado para desmarcarse de la candidata de la coalición y,
sobre todo, de quienes todavía la apoyan, pero sobre todo, del celebérrimo sindicato
«Libertad» de Hugo Bello, quien,
según algunos maledicentes, habría sido uno de los que le abrió las puertas
de la demarcación al finado «Ojos» hace casi una década, en aquellos aciagos
años de la gestión de Miguel Mancera como
jefe de gobierno.
El distanciamiento de quienes –guste o no– han sido de probada militancia
en sus partidos, tanto blanquiazul como tricolor, se debe a los argumentos
de que la candidata oriunda de Santa Martha Acatitla en la Alcaldía
Iztapalapa carece de identidad con respecto a lo tlahuaquense, desconoce el territorio y,
lo más importante, que el presupuesto para su campaña es de «dudosa procedencia».
¿Cómo y cuándo aterrizó Ana Karen en Tláhuac?
Llegó a la demarcación en febrero de 2021, lo que
echa por tierra su afirmación –durante
el pasado debate de candidatas a la alcaldía– acerca de que ya tenía «muchos
años» de radicar en Tláhuac. Apareció de la mano de Alfredo Reyes, también
militante perredista que el partido del sol azteca envió para reforzar la
campaña de Alejandro Durán a la alcaldía, y desde los primeros días Ana
Karen comenzó a tener roces y confrontaciones con la docena de quienes se
atribuyen el ser fundadores del Grupo Social que lidera el conocido
empresario. Ambos, pues, llegaron procedentes de la Alcaldía Iztacalco, donde
Ana Karen se encontraba bajo las órdenes de Aurelio Alfredo Reyes García.
| Renovación de tropa en la coalición |
Una vez terminada la campaña y el proceso electoral
con los resultados de sobra conocidos, Alfredo
Reyes emigró a Tlalpan para continuar con su trabajo de operar en favor
del perredismo y donde había ganado el cargo de alcaldesa la coahuilense Alfa González Magallanes. Pero ya no
se llevó con él a Ana Karen,
debido a que habían terminado mal y la iztapalapense no tuvo más opción que
asentarse en Tláhuac. Fue así como se metió en el ánimo de don Alejandro ante el resquemor de
quienes –estos sí– llevaban bastante
años invertidos en la agrupación, si usted quiere calentando la silla en la
mesa directiva, pero siempre a la espera, como el coronel de la célebre
novela del Gabo García Márquez,
de que un día los vientos políticos cambiaran de rumbo y a ellos les hiciera
justicia la renovación de mandos en la administración local.
Sin embargo, la historia que comenzó en 2018 con
la primera incursión en una contienda electoral por parte del empresario y a
través del partido Verde, hoy se repite con bastantes dolores de cabeza para quienes
en Tláhuac tenían cifradas sus esperanzas en la coalición PAN-PRI-PRD, porque
en lugar de mejorar, la situación empeoró. Desde el principio del actual
proceso, para elegir la candidata a la alcaldía Tláhuac el Partido Acción
Nacional puso sobre la mesa el nombre de quien debía representar a la
coalición en la demarcación, Nidia
Martínez Molotla, joven profesionista originaria de San Pedro Tláhuac, con gran
conocimiento del territorio y de los problemas de la Alcaldía.
Pero ante los estira y afloja y las ordinarias disputas
por intereses de grupo, doña Nidia
optó por salirse de la contienda. En tanto que en el Grupo Social no se pudo entender cómo alguien que tenía poco de
haber llegado a Tláhuac tuvo la mesa puesta a su disposición para servirse
con la cuchara grande de la candidatura. Mesa a la cual fueron invitados los
del susodicho sindicato y Antorcha Campesina, y se les abrió la puerta al dirigente del Verde local Héctor Jiménez Garcés y al ex alcalde
Raymundo Martínez Vite, resentidos de la 4T.
Ante este panorama de que sólo hay jefes –o puro
líder, como suele decir un viejo conocido– y nula tropa, en el
equipo de campaña de Ana Karen resultaba obvio que ni del más rancio panismo ni del arcaico priismo en Tláhuac se iba a aceptar ser cómplices del montaje y la simulación, por lo que no hubo
de otra que echar mano de la población migrante que en la demarcación ha
encontrado refugio y modo de sobrevivir al ver frustrados sus intentos por
alcanzar la frontera norte.
¡Cosas
veredes que non crederes!, lector, lectora, en
este mundo de los usos y costumbres donde los refranes, como los sabios
consejos de los ancestros, siguen siendo la mejor enseñanza para quienes no
quieren entender que «quien tiene más saliva, traga más pinole».
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Lamentablemente debo decir Sergio que tienes toda la razón. Existen líderes de la vieja guardia que hubieran ganado desde que estaba el PRD, y está como estan las cosas hubieran sacado provecho. Pero las cúpulas juegan para perder aparentemente, pero no es más que un requisito ser corrupto para que pases. Ahí tienes a nuestro amigo Joaquín García, que sigue activo y las cúpulas ni lo fuman, aunque traiga trabajo territorial, pero eso si, con la camiseta siempre bien puesta. "Ya entendimos que en Tláhuac es como al canelo en sus peleas, le ponen al más menso". Por si fuera poco, otra vez jugo el candidato hegemónico del ya merito. "Marcos Saldivar Espejel, ya ni la ching4n
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