| Alejandro López Villanueva Fotografías: Checo Rojas Sánchez |
A la gente se le debe consultar todo
lo concerniente a la aplicación del presupuesto público en su territorio a fin de que
participe en la toma de decisiones, en el diseño de toda la política pública
que tiene que ver con las necesidades de infraestructura, en la prestación de
servicios de calidad, en la seguridad pública y en la recuperación de
espacios, señaló Alejandro López Villanueva.
La vida pública requiere de
grandes consensos y la democracia participativa debe ser un activo de la
población para resolver sus necesidades, porque la democracia no sólo se
ejerce cada tres o seis años, se ejerce a diario en términos económicos,
políticos y sociales, de planificación del hábitat y en la construcción del
tejido social encaminado hacia el buen vivir.
Al hablar de democratizar las
decisiones en la plática con quien integra la dirigencia de la
organización Suma y conduce los destinos del Frente Popular Francisco Villa,
ambas de carácter nacional, y aspirante a coordinar los comités de la 4T en
Tláhuac, comentó que el buen vivir lo conforman la educación, la salud, la
alimentación y la seguridad –en términos del patrimonio y la personal en la
ciudadanía–.
En la plática desarrollada en la
explanada del pueblo originario de Santiago Zapotitlán en la Alcaldía
Tláhuac, quien trabaja en la construcción de una plataforma para las
aspiraciones de Claudia Sheinbaum hacia la Presidencia de la República en 2024,
dijo que la responsabilidad acerca de qué sí se hace y qué no, no sólo le
corresponde a la autoridad.
«Debe de ir de la mano de la
gente que habita en los pueblos, colonias, unidades habitacionales, barrios,
porque finalmente, para bien o para mal, es la gente la que va a recibir las
bondades, los beneficios, o es la que va a terminar perjudicada de una toma
de decisiones que resulte ajena a los intereses o necesidades de la población»,
expresó el antropólogo por la UNAM.
Para el ex diputado local en el
momento en que la gente asuma la corresponsabilidad de apropiarse del
territorio en función de sus propias necesidades y capacidades, será como pueda
reaccionar para empezar a construir alternativas que vayan más allá de un
escritorio y que tengan que ver con la realidad completa de Tláhuac. | Democratizar las decisiones y la economía, sus planteamientos |
Democratizar la economía
A decir de López Villanueva, la
democracia política es insuficiente debido al diseño económico que no ha variado
con la alternancia política, por lo que se requiere la democratización
económica en Tláhuac para que las aspiraciones del buen vivir se puedan
materializar.
Por lo menos el último cuarto
del siglo pasado y hasta lo que va del presente, expuso, distintas opciones
políticas han transitado en Tláhuac y con éstas se tuvo un estancamiento en
materia económica; sin embargo, aseguró que no fue sino hasta 2018 cuando comenzó a darse cierta
recuperación del poder adquisitivo a través del incremento al salario mínimo en los últimos cuatro años.
Entonces, «democratizar la economía» significa la posibilidad de que
la gente pueda vivir del usufructo de su trabajo, que desde la administración
pública se puedan generar las condiciones necesarias para que el sector
social pueda insertarse en la cadena productiva y que sea uno de los motores
fundamentales para poner en movimiento la economía desde el territorio.
Para Alejandro López Villanueva
las «transferencias directas» –vía Banco
del Bienestar– son importantes porque evitan la pauperización de las
familias, pero se tiene que dar un segundo paso a fin de garantizar el trabajo en Tláhuac a partir de
insertar a la economía social las cooperativas de producción, para que puedan
participar en la distribución y comercialización de los productos que genera. | Durante la plática con el antropólogo
|
La plática de hoy
A continuación, el segmento completo
correspondiente a la información que incluimos hoy en formato de pregunta~respuesta:
¿Cuál es el origen del concepto democratizar las decisiones?
«La vida pública requiere de
grandes consensos, por lo que la democracia participativa tiene que ser un
activo para poder resolver las necesidades de la gente. La democracia no sólo
se ejerce cada tres o seis años, se ejerce a diario en términos económicos,
políticos y sociales, de planificación del hábitat en donde la gente, desde
un territorio, pueda asumir la corresponsabilidad que tiene en la
construcción del tejido social, encaminado éste hacia el buen vivir».
¿Qué elementos conforman el buen vivir?
«La educación, la salud, la
alimentación, la seguridad en términos del patrimonio familiar y personal de
la gente, esto es indispensable. Creo que la democracia directa debe jugar un
papel importantísimo en los procesos de reconstrucción del tejido social, que
a la gente le permita alcanzar mejores niveles de bienestar».
«En ese sentido creo que no
solamente la responsabilidad le corresponde a la autoridad acerca de qué sí
se hace y qué no, debe de ir de la mano de la gente que habita el territorio
en los pueblos, colonias, las unidades habitacionales, los barrios, porque
finalmente, para bien o para mal, es la gente la que va a recibir las
bondades, los beneficios, o es la que va a terminar perjudicada de una toma
de decisiones que resulte ajena a los intereses o necesidades de la población».
¿Consultarle a la gente todas las decisiones que
se deban tomar en asuntos de gobernanza?
«Sí, pero que la gente no sólo
sea consultada, sino que además participe en las decisiones que corresponden
al presupuesto, del diseño de toda la política pública que en un momento
tenga que ver, directa o indirectamente, con las necesidades de infraestructura,
de servicios de calidad, de seguridad, de recuperación de espacios; para que
la gente pueda disfrutar de la actividad cultural, de la recreación y el
deporte, de acciones de esparcimiento, todo esto es importantísimo».
Hablas de motivar a la gente a participar, pero
hay pruebas de que ni siquiera le interesa involucrarse en el tema de los
presupuestos participativos, sólo es un mínimo porcentaje el que se interesa
en este tema.
«Porque la motivación que debe
tener la gente no se plasma a partir de la realidad que está viviendo, y no
se plasma porque finalmente la autoridad llega y le dice qué sí y qué no se
puede hacer en su territorio. Le llevan el proyecto de un particular punto de
vista y hecho desde un escritorio».
«En el momento en que la gente asuma
esa corresponsabilidad de apropiarse del territorio en función de sus propias
necesidades y sus propias capacidades, será como la gente pueda reaccionar y
así ir construyendo alternativas que vayan más allá del escritorio, que
tengan que ver con la realidad completa del territorio».
«Si yo en un momento determinado
le digo a la gente que participe y luego le digo, ¡ah!, es que lo que tú
necesitas son luminarias y no el cambio de uso de suelo que requieres para
que pueda haber trabajo garantizado en tu colonia; o le digo no es
alimentación lo que tú necesitas, sino que requieres de patrullas para que
puedas caminar con seguridad en tu territorio, pues entonces la gente dice,
¿para qué participo si hay alguien que está resolviendo mis necesidades?,
sean propias o ajenas e inmediatas».
«No es así, sabemos y entendemos
que las alcaldías, la Ciudad de México y el país deben tener un proyecto
general que rige el destino de los gobernados, pero estos también tienen que
asumir una responsabilidad en su territorio que parta de su propia necesidad,
y que signifiquen alternativas de solución que como plan maestro se ejerce
desde el ámbito público como un programa de desarrollo, bien sea para la
Alcaldía Tláhuac, la Ciudad de México o el país».
Al hablar de democracia política has hablado de
democratizar la economía en Tláhuac, pero ¿cómo se democratiza a la economía?
«Hay algo que para nosotros es
sumamente importante. Han transitado, por lo menos el último cuarto del siglo
pasado hasta lo que va del presente, distintas opciones políticas en Tláhuac,
y estas han tenido un estancamiento en materia económica. No es sino hasta
2018 cuando hay cierta recuperación del poder adquisitivo a través del
incremento al salario mínimo que se ha tenido en los últimos cuatro años».
«Pero antes de eso para muchos
fue suficiente el hecho de que nos gobernara un determinado partido político
y luego cambiara a otro. Eso nos permitía, o así entendíamos, que era como
una especie de panacea con la que se podían alcanzar mejores niveles de bienestar;
sin embargo, vimos que no, que fue insuficiente para la democracia, por la
que pudimos elegir a nuestros representantes populares, a nuestros
gobernantes».
«En la medida en que hay un
diseño económico que no varía con esa alternancia política, entonces la
conclusión a la que hemos llegado es que es insuficiente la democracia
política, que se requiere la democratización económica en el territorio para
que esas aspiraciones del buen vivir se puedan materializar». | La democracia política es insuficiente, dijo Alejandro López Villanueva |
¿Qué entendemos por la democracia económica?
«La posibilidad de que la gente
pueda vivir del usufructo de su trabajo, esto es, que desde la administración
pública se puedan generar las condiciones necesarias para que el sector
social pueda insertarse en la cadena productiva y que sea uno de los motores
fundamentales que puedan mover la economía desde el territorio».
«Aquí lo que nosotros decimos es
que a partir de figuras colectivas se puede alcanzar el salario suficiente,
el ingreso suficiente para que la gente pueda resolver sus necesidades».
«En estos momentos, por supuesto
que las transferencias directas son importantes, evitan la pauperización de
las familias, pero tenemos que dar un segundo paso, el siguiente brinco, y
éste tiene que ver con garantizar el trabajo, y el trabajo tiene que darse
desde el territorio a partir de las cooperativas de producción, de las
cooperativas de transporte, a partir de insertar a la economía social; vuelvo
al sector social de la cadena productiva, y que ésta pueda participar de la
producción, distribución y comercialización de los productos que está
generando el territorio».
«Esto va a generar no solamente
trabajo, sino empleo y empleo remunerado que permita satisfacer las
necesidades de la población. El 80 por ciento de la economía en Tláhuac se
mueve a través del comercio en pequeño, de la micro empresa, que normalmente
se compone de negocios familiares. Estos son los que mueven la economía
local, es lo que nosotros decimos que se requiere fortalecer, el
reforzamiento de la infraestructura, de las modificaciones a los usos de
suelo y de los apoyos financieros y económicos necesarios para que estos
negocios puedan construir su propia alternativa de paso a una nueva economía
social y comunitaria, que permita, por un lado, satisfacer las necesidades de
la población y las necesidades del mercado, y por el otro que pueda haber una
retribución en función de ese trabajo que se ejerce desde el territorio».
«A esto es a lo que nos referimos
cuando decimos que se requiere la democratización de la economía. Que no sólo
sean las grandes empresas las que se beneficien de los incentivos, que en un
momento dado permiten que esas empresas funcionen, sino que esa motivación
también llegue a esos sectores que son los que generalmente generan la
economía en el territorio y que permiten satisfacer parte del ingreso que
puedan tener sus necesidades más elementales: casa, vestido y sustento. Que
haya una retroalimentación del ciclo productivo en el territorio».
«Que sea el trabajo garantizado
el primer ingreso de las personas con el apoyo del gobierno hacia ese ingreso
que las compensaciones directas solamente sean parte complementaria del gasto
que tienen que desarrollar las familias para poder mejorar sus condiciones de
vida. A eso es a lo que nos referimos».
Pero que la gente trabaje, que no haya flojedad.
«El trabajo garantizado es la
única forma que nosotros reconocemos que puede generar riqueza, desde ahí
tenemos que construir ese futuro».
¿Con empresas transnacionales incluso abriendo
fuentes de empleo en Tláhuac?
«La propuesta que hacemos tiende
más al fortalecimiento de la economía popular, al fortalecimiento de la
economía local, no nos corresponde decir qué empresa transnacional llega o no
a la alcaldía, nuestra preocupación es que la gente tenga trabajo garantizado
para que a partir de ahí, puedan obtener casa, vestido y sustento. Que puedan
generar las condiciones para que la gente pueda alcanzar los niveles de
bienestar que permite la producción, la distribución la comercialización,
la cultura y la recreación».
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Cuánto te paga este bobo para hacerse publicidad, no tiene calidad moral ni ética para aspirar por la alcaldía, es igual que todos los que están queriendo revivir como Guadalupe Flores, Angelina Mendez, ya sería el colmo que Rubén Escamilla también ande queriendo mover la patita
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