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La utilización de material de cuarta calidad es porque la empresa constructora debe todavía mocharse con quien le concesionó la obra |
Algunas
zonas de la Colonia Selene en la alcaldía Tláhuac se encuentran
intransitables debido a que como es la zona donde vive el alcalde Raymundo
Martínez Vite, ahí se realizan diversas obras, como la renovación de drenaje,
la construcción de la estulta «ciclovía», que según el gobierno capitalino «la comunidad
pidió», así como la no menos absurda destrucción de las esquinas para agrandarlas
y hacer más angosto el acceso a una calle.
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Mar de los Nublados con tramos sin banquetas ni pavimento, como se puede ver en la foto, y con los problemas que ocasiona una obra por la cual el alcalde va a ser el único ganón |
Esta última obra le
dejará al alcalde una ganancia considerable por concepto de comisiones por
parte de la empresa constructora responsable, por lo que poco pude importarle
lo que opinen los vecinos.
Sin embargo, el malestar
de quienes viven en Calle Mar de los Nublados, por donde cruzará la ciclovía,
es evidente, por lo que manifestaron a la revista digital NosotrosMSR, que los trabajos de
reencarpetado que llevan a cabo trabajadores de la alcaldía los hacen a «pedacitos»,
por lo que el acumulamiento de escombros dificulta el paso de vecinos, sobre
todo de señoras y niños, así como el tránsito vehicular.
A
decir de vecinos de la Selene, el alcalde a través de sus incondicionales
había prometido pavimentar toda la calle de Mar de los Nublados, pero al parecer
no será así.
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Aquí se aprecia la torpeza del alcalde por fastidiar el tránsito vehicular en una colonia que tenía sus calles bien trazadas y anchas, y todo por llevar algo a su cochinito |
«Seguramente
han de pensar que todas las personas tienen bicicletas de montaña para que
puedan circular por nuestras calles todas chuecas llenas de baches», comentó
un vecino.
En
tanto que las nuevas banquetas que mandó construir el alcalde Martínez Vite en
las cuadras de la colonia, son de tan mala calidad que incluso ya se
empezaron a borrar las líneas que les marcan con las escobas.
«El
material empleado en esa obra es de pésima calidad, pero la autoridade, en
este caso el alcalde, supone que somos tontos y que nos va a tomar el pelo
con gastos innecesarios e inflados seguramente», señaló una vecina.
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