El uso del sustantivo faunístico «rata» no alude
a las características físicas de una persona, sino a sus rasgos morales,
describe a un individuo que es corrupto o ladrón; en cambio, en el caso de
un sujeto al que se le denomina como «marrano», puede ser alguien que por
su complexión física es obeso, pero también describe un comportamiento
libidinoso.
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Y todos parecen esarn cortados por la misma tijera, hasta los del mesías redivivo |
En época de precampañas
y campañas de suspirantes por un cargo de elección popular, los zoomorfismos
vienen a cuento porque la gente, comúnmente la que rechaza cualquier
acercamiento mediático con los políticos, asocia a estos con las ratas y los
marranos.
A decir de Blanca Elena
Sanz Martín, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de
Aguascalientes (UAA), el uso del sustantivo faunístico «rata» no alude a las
características físicas de una persona, sino a sus rasgos morales, describe a
un individuo que es corrupto o ladrón; en cambio, en el caso de un sujeto al
que se le denomina como «marrano», puede ser alguien que por su complexión
física es obeso, pero también describe un comportamiento libidinoso.
Expresiones comunes zoomórficas
de uso cotidiano para los parlantes de habla hispana como «Aburrirse como
ostra», «patas de gallo» y «tener monos en la cara» son, para la
especialista, dignas de estudio, por lo que realizó uno acerca de la motivación semántica de estos zoomorfismos en español.
Emprendió este proyecto
a partir de un marco teórico cognitivista, según el cual, conceptos como la
caracterización y categorización del mundo se encuentran reflejados en el
lenguaje.
De inicio, la
investigadora tomó en cuenta todos los dialectos de habla hispana, para lo
cual conformó un corpus de datos, recopiló datos materiales, electrónicos, de
material recogido a oído y de otras fuentes. A partir de ahí empezó a hacer
agrupaciones semánticas en función de zoomorfismo y después fue descartando
algunas expresiones, porque no tienen ninguna funcionalidad semántica o
productividad.
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Aunque entre ellos se cubren sus marranadas |
Disponibilidad léxica
Definido el corpus de
zoomorfismos, comenzó un proceso de selección para determinar qué referentes
de animales son los más frecuentes y productivos, así como el contexto en que
son utilizados. Para ello utilizó una herramienta cuantitativa llamada
disponibilidad léxica, este tipo de estudio consiste en medir el léxico
disponible y los campos semánticos que se van formando con ellos, y como
resultado de este análisis, el perro fue el animal que ocupó el primer lugar.
«Esto tiene bastante
sentido porque el perro es el animal doméstico por excelencia, entonces es
muy productivo para las idiomáticas, aunque hay otros también muy
productivos, como el caballo y el gato», comentó.
El principal uso de los
zoomorfismos es para la atribución de cualidades humanas, esto debido a que
los animales son el referente más cercano para definir a las personas, por
eso son bastante populares; sin embargo, su connotación depende de la
conceptualización que se le dé al animal, por ello puede ser positiva o
negativa.
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No tienen llenadera |
«No es lo mismo que te
digan ‘tienes cinturita de avispa’ a ‘tienes cintura de ballena’, depende del
tipo de proyección metafórica que hagamos, porque tenemos un dominio fuente y
un dominio meta. Escogemos ciertas características del dominio fuente, que
sería el dominio animal, pero escogemos los relevantes y los trasladamos al
dominio humano, y estas características pueden ser tanto positivas como
negativas, o físicas y morales», especificó.
Para concluir, Sanz
Martín puntualizó que dentro del conjunto de las expresiones fijas sobresale
el grupo de los refranes, en particular, dentro de la categoría de los
zoomorfismos la lengua española dispone de un amplio repertorio de refranes
conformados por vocablos faunísticos, por ello este tema tiene un vasto campo
de estudio dentro de la paremiología.
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