Al igual
que en 2003 cuando los de la cúpula partidista del PRD recurrieron a la
encuestadora Mitofsky para supuestamente determinar quiénes habrían de ser
los candidatos a jefes delegacionales, situación que inconformó a quienes
se vieron desplazados debido a que se trató de una presunta farsa, este año
nuevamente los del sol azteca contrataron los servicios de dicha empresa
para avalar lo que parece ser un nuevo «dedazo».
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Alejandra Barrales |
Al dar a conocer los
resultados preliminares de la encuesta realizada por Consulta Mitofsky, Covarrubias
y Asociados e Ipso Bimsa el pasado fin de semana para determinar el posicionamiento
de los tres precandidatos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) al
gobierno capitalino, el dirigente de ese partido en la capital, Raúl Flores,
anunció que Alejandra Barrales será la candidata de la coalición Por la Ciudad
de México al Frente.
Mitofsky concentró la
información y el estudio de opinión favoreció a Barrales, por encima de
Salomón Chertorivski y Armando Ahued, aseguró Flores.
Al igual que en 2003
cuando los de la cúpula partidista del PRD recurrieron a la encuestadora
Mitofsky para supuestamente determinar quiénes habrían de ser los candidatos
a jefes delegacionales, situación que inconformó a quienes se vieron
desplazados debido a que se trató de una presunta farsa, este año nuevamente
los del sol azteca contrataron los servicios de dicha empresa para avalar lo
que parece ser un nuevo «dedazo».
Barrales, cuya carrera
política empezó cuando se convirtió en representante sindical de sobrecargos,
es licenciada en Derecho por la Universidad Mexicana (Unimex) y posee una maestría
en Administración Pública.
El pasado 17 de diciembre,
la senadora con licencia se inscribió como precandidata para contender por la
jefatura de la Ciudad de México por la coalición integrada por PRD, PAN y
Movimiento Ciudadano.
Por cierto, en 2003 y
cuando nadie le daba muchas posibilidades a Fátima Mena para que fuera la
presunta ganadora de la encuesta en la delegación Tláhuac, resultó ser la
candidata. Aunque tiempo después el propio Francisco Martínez Rojo, entonces
delegado de Tláhuac, reconoció que la candidatura para su subalterna le «había
costado 10 millones de pesos» (y que al parecer le entregó a René Bejarano).
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