Además: «La Iglesia no necesita de
la oscuridad para trabajar» | «No minusvaloren los peligros del
narcotráfico», pidió el papa a los obispos | «México necesita de sus raíces amerindias para no quedarse en un enigma
irresuelto» | «¡Ay de ustedes si se duermen en sus
laureles», les advirtió en tono exclamatorio | «No dejen expuestos a la soledad a los sacerdotes», les pidió por
aquellos que «salen con Judas en la noche» | «Si tienen que pelearse, peléense, pero como
hombres de Dios, y después se van a rezar juntos» | Obispo Vera critica al
Papa y se burla del Catecismo de la Iglesia Católica | El cura que duda de Dios y goza el sexo,
entrevista con el «Padre Gofo» publicada por Proceso en 2013
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Saltillo
Obispo Vera
critica al Papa y se burla del Catecismo de la Iglesia Católica
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En el marco del 33
Congreso de Teología «La Teología de la Liberación Hoy» celebrada en Madrid,
España, en septiembre de 2013, en el que participaron diversos representantes
de esa corriente, el obispo de Saltillo, monseñor Raúl Vera, criticó que el Papa Francisco hiciera «tanta revoltura» y que no hablara «directo», por
lo que se burló de la enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la
homosexualidad… Durante su ponencia, titulada «La Iglesia de los pobres», Vera demandó al Papa Francisco «hablar más directo» y no
hacer «tanta revoltura», porque en sus palabras «encuentras verdades, pero
escondiditas por ahí»… Tras de criticar que en la Iglesia no quieran la «verdad
científica», Vera, quien ha
avalado una pastoral que promovía el estilo de vida gay en su diócesis a
través del grupo San Elredo, demandó un análisis «muy profundo, muy serio,
desde el Evangelio», para que la iglesia pueda «cambiar los criterios» debido
a que están haciendo «una de barbaridades»… Vera recordó que cuando le preguntaron que cómo quería al nuevo
Papa tras de la renuncia de Benedicto XVI, respondió que «con libertad
evangélica», porque sólo así va a lograr que la Iglesia readquiera «su
libertad, su profetismo»… Entonces el obispo de Saltillo dijo que «hasta
ahora la Iglesia ha encarado los problemas con un lenguaje diplomático y ha
puesto crema chantilly y cerezas” a
las verdades para no molestar a los poderosos»… Vera dijo que la gente se aleja «de nuestro sistema religioso»
porque es uno «de cumplimientos, de requisitos, de obligaciones»… En abril de
2013, monseñor Vera decidió
mantener en su puesto al sacerdote Adolfo
Huerta Alemán, conocido como el padre «Gofo», a pesar de que éste
reconoció a un medio de difusión impreso que tenía relaciones sexuales con
frecuencia y que si Dios existía o no, le valía «madres». Sin embargo, luego de
que el caso llegó al Vaticano, el sacerdote fue retirado…
«El Papa es muy hábil, muy
cuco», obispo de Saltillo
Apenas el pasado siete
de febrero de 2016, monseñor Raúl Vera
consideró que el Papa Francisco aún
no ha logrado cambios de fondo en la Iglesia porque los clérigos se han
aferrado al «orden sagrado»… En entrevista con Francisco Rodríguez de El
Universal, éste le preguntó por qué creía que había menos feligreses, a
lo que respondió: «Porque nosotros tenemos que cambiar nuestro cliché. Nos
quedamos ligados a que lo sagrado es un espacio superior donde nosotros
mismos estamos metidos. Por eso a las mujeres no las dejábamos entrar y les
pusimos las trabas. Las mujeres no podían entrar a los presbiterios. El
sacerdote era una persona que tenía un dominio como que él bajaba a lo
sagrado, como que él bajaba a Dios, y esto ya cambió»… ¿Hay sacerdotes que todavía se sienten dioses?, preguntó el
corresponsal en Saltillo… «Desgraciadamente el defecto del clericalismo no se
nos ha quitado. Es de las cosas con las que lucho aquí, que nos sintamos
superiores a los demás sólo porque somos clérigos. El Concilio Vaticano II ya
hace eco de la época moderna, donde el hombre ha dejado ese fetichismo de
aplicarle al sacerdote unos poderes que le hacen temer a la persona. El mundo
secularizado tiene otras explicaciones, paradigmas, nos ve al tú por tú»… ¿Los clérigos son el problema?,
preguntó Rodríguez… «Somos el
problema. Nosotros somos los aferrados a que el orden sagrado me hace bonito,
pues mi trabajo me dio (se carcajea)»… El obispo de Saltillo fue uno de los
que estuvo el sábado en la Catedral Metropolitana para escuchar el mensaje
del Papa Francisco.
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Saltillo
El cura que
duda de Dios y goza el sexo
Por Juan Pablo Proal. Publicado en Proceso el 22 de
marzo de 2013
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Si te topas de frente
con Adolfo lo primero que piensas
es que es miembro de una banda de heavy metal. Si platicas con él creerás que es un
activista de izquierda. Y si jugáramos a adivinar su profesión las repuestas
inmediatas serían: periodista, sexólogo, actor o psicólogo. Jamás sacerdote
católico, que es realmente su vocación.
Su pelo rizado le llega
a los hombros. Lo ha teñido de azul y rojo. Ahora tiene las puntas
decoloradas. En su sotana usa pines del Ché
Guevara y de personajes de la irreverente serie animada South Park.
Tal vez estas
características estéticas son lo que menos escandalizaría a un creyente
ortodoxo. El sacerdote Adolfo Huerta
Alemán, conocido popularmente como «Padre Gofo», duda de la existencia de
Dios y de que la Biblia sea su palabra:
«Yo mejor me aferro a
la fe como una motivación de significado de vida, no tanto a un dios o una
religión, si no existe Dios me vale madres, a mí la fe me motiva a buscar un
significado para llegar a mejorar nuestras relaciones humanas y que esto me
ayude a ser mejor ser humano», se sincera mientras comemos cabrito en un
restaurante del centro de Monterrey.
El «Padre Gofo» se
ordenó sacerdote hace seis años. Hace unas cuantas semanas lo nombraron
titular de la iglesia del Señor de la Misericordia, ubicada al noreste de
Saltillo, Coahuila, en la colonia El Toreo. Es una zona riesgosa, pobre y con
presencia del crimen organizado.
En la misa se tira al
piso, relaciona pasajes de la Biblia con películas de Hollywood o con
canciones de rock. Recurre con frecuencia al humor ácido y recursos
histriónicos. Tiene una premisa que sustenta estos actos: «Hay que actualizar
el Evangelio a la cultura contemporánea».
Está seguro de que la
Iglesia cada vez pierde más influencia, por ello a la gran mayoría de la
población le resulta indiferente el relevo papal en El Vaticano:
«La renuncia de Benedicto refleja el cansancio de una
iglesia que está caducando, igual no se va a acabar, pero ya no tenemos
impacto, no hay una renovación, no hay cambio de mentalidad. Hay que entender
que la fe no es nada más checar tarjeta e ir a misa, la fe es un compromiso
con mi realidad histórica, con cambiar la circunstancia de la Iglesia, de
tener compromiso con las víctimas del narcotráfico, con los familiares de
desaparecidos, con transexuales. La iglesia católica no debería ser una carga
para la sociedad, sino un alivio».
«A mí ni me va ni me
viene lo del nuevo Papa, como a mucha gente, eso es mucha burocracia, se les
ve como jefes de Estado, es puro protocolo. Los cardenales están arriba,
nosotros estamos trabajando con la gente».
—Un católico tradicional podría increparte: ¿por qué no te sales de la
Iglesia si tu postura es tan contraria a ella?
—Suscribo el proyecto
de Jesús, el que cita en las
bienaventuranzas, eso a mí me enganchó. Los yerros que tenga la estructura no
los puedo negar, pero así como hay muchos Maciel hay muchos Romeros
o Méndez Arceos.
—Podrías cambiarte a una iglesia cristiana más abierta…
—No he tenido
necesidad, a mí nunca me han censurado.
«Gofo» se suscribe a la
iglesia para los pobres. Cuando camina por las calles, le pregunta a la gente
si quiere que oficie misa afuera de su casa. La respuesta es generalmente un
sí efusivo. Le gusta comer con los feligreses y hablar con todo tipo de
personas: trabajadoras sexuales, cantineros, pacientes con VIH, roqueros… En
sus misas no le niega la entrada a nadie, menos a la población generalmente
discriminada: homosexuales, lesbianas o transexuales.
Adolfo
se suma a cuanta causa social justa brota. Marchó con los Indignados y con el
#Yosoy132. Presenta libros sobre investigaciones académicas, periodísticas y
de diversidad sexual. Maneja una motocicleta 125 cc y escucha a la banda de
rock pesado Iron Maiden.
Tal vez su postura
sobre el sexo es lo que más controversia genera: «Somos seres sexuados y
tenemos mucho que aprender de la sexualidad. Foucault tiene una historia de la sexualidad muy interesante y a
raíz de eso escribí un cuento que a muchos les disgustó, dijeron que era
pornográfico».
—¿Tienes pareja?
—Llevar una relación
muy establecida no la llevo, no se puede, ando metido en muchos rollos.
—¿Hijos?
—No.
—¿Practicas relaciones sexuales con frecuencia?
—Sí.
—¿Te podrían excomulgar por eso?
—(Se queda pensando)
Sí…
«Gofo» se siente
discriminado por ser diferente. Por su apariencia lo han llegado a acusar de
ser satánico. Incluso tuvo que asistir a un retiro espiritual de tres meses
tras publicar ese cuento erótico del que hablaba. Sin embargo, él ve estos
episodios como algo menor, su influencia en la sociedad crece como espuma, a
pesar de sus cortos 35 años de edad.
Lo invitan a
entrevistas, foros, universidades. En el momento en que charlaba con él, dos
jóvenes lo seguían para filmar un documental para la televisión
estadunidense.
Él está consciente que
pertenece a una Iglesia que cada vez ejerce menos influencia sobre la
sociedad, pero su apuesta es ser un vínculo con las comunidades más
marginadas. Un soporte, un orientador. Contribuir a que dejen de ser excluidos.
¿Quién sabe qué habría
pasado si en la iglesia católica hubieran florecido muchos «Gofos» en lugar
de la larga cadena de Macieles,
sacerdotes burócratas y curas aliados del sistema?
Por lo pronto,
terminamos nuestra conversación. Él se bebe el último trago de una cerveza,
su bebida favorita. No tiene culpa alguna con ser un sacerdote así de
liberal:
«Lo divino no está
peleado con lo humano. Puedes vivir esa plenitud humana, plenamente humano y
plenamente cristiano».
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