| Fumando espero... ¿la fuga? |
Mal la pasó el ex
alcalde de Tláhuac, Raymundo
Martínez Vite, la noche del pasado sábado, cuando el automóvil en el que
viajaba de regreso a su domicilio luego de haber acudido a una reunión social
–vehículo que presuntamente era conducido por su esposa–,
arrolló a un hombre en calles de la Colonia
Selene de esa demarcación
El tema fue ampliamente replicado en redes sociales por la
condición de ex alcalde, aunque muy poco retomado en medios de difusión de
la Ciudad de México, gracias a la cercanía que el tlahueño tiene con Martí Batres, quien le dio cobijo en su
oficina de secretario de gobierno como asesor cuando el Congreso capitalino
no le autorizó licencia para separarse del cargo en 2020 y debió separarse
del cargo; ya como jefe de gobierno sustituto, Batres le extendió la
protección.
Tan cercano es don Raymundo
a Batres que está en la lista de prospectos
a una candidatura de Morena por una diputación –local o federal–,
de ahí que el lamentable hecho del fin de semana haya dado pie a sus
detractores para anticipar que el susodicho ya perdió la condición de
aspirante a una curul.
Sin embargo, no hay que olvidar cómo se las gastan en
Morena con sus consentidos militantes. Mientras más involucrados se ven en sordideces,
triquiñuelas y corrupciones, mejor trato reciben. Ejemplos sobran.
Ahora que, si con la tragedia de la Línea 12 del Metro de
hace casi tres años, en la que el saldo fue de 27 muertos, nunca hubo
un solo culpable por la protección cuatrotera que incluyó a la celebérrima «fiscal carnal» Ernestina
Godoy, hasta quien se hizo llamar el «mejor
alcalde del mundo» y se quedó con las ganas de convertir a Tláhuac en el
tiradero de basura de la zona metropolitana, porque ni sudó ni se acongojó. Por
consiguiente, el que un correligionario «distinguido» y cercano al señor Batres se haya visto involucrado en
un percance que para la infortunada víctima fue de letal consecuencia, en la
mentada 4T eso es pura y llanamente
peccata minuta.
Así que nadie esté tan seguro que por haberse visto
involucrado en el atropellamiento de una persona, Martínez Vite no estará en las boletas el próximo mes de junio. | Felicitación de Martínez Vite a Batres por su cumpleaños el pasado viernes |
Tampoco se debe pasar por alto que don Raymundo tuvo el apoyo de policías del sector Mixquic para escapar del lugar
de los hechos, lo que dice mucho de cómo continúa la corrupción en el
gobierno capitalino y más específicamente en la Policía.
Y eso que ya no está en la estructura de los altos mandos
el «Jefe Máximo», como tampoco
Omar García Harfuch, el «señor de los montajes».
Sólo así se entiende que el lamentable suceso no haya sido
retomado por más medios de difusión y el ex alcalde de Tláhuac no fuera a parar al Ministerio Público –tras de que quien primero huyó fue la conductora del vehículo–. Lo que significa que la protección de alguien muy
influyente impidió la acción de la justicia para uno y otra, ésta última, que
a decir de testigos conducía en presunto estado de ebriedad.
Por consiguiente, si el escándalo de don Raymundo y la corrupción policíaca fue
medianamente controlado por el gobierno capitalino, entonces nadie puede
asegurar que el ex legislador no vaya a figurar en las boletas del dos de
junio para contender por una diputación.
¡Cosas
veredes que non crederes!, lector, lectora,
con tanto desfachatado cuatrotero que desde el gobierno capitalino pondera la
honestidad de la policía.
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