| Avenida Tláhuac, el cuento de nunca acabar |
Comerciantes establecidos de la Avenida Tláhuac, en el
tramo que por la reparación de un colector, obra a cargo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México
(Sacmex), la circulación fue habilitada como de doble flujo,
expresaron su malestar contra el gobierno capitalino debido al tortuguismo
que caracteriza al organismo que encabeza Rafael Carmona Paredes.
Dueños de establecimientos comerciales y de servicios
acusaron una considerable baja en sus ingresos debido a que por haber sido
habilitado dicho tramo de doble circulación, el
tránsito vehicular ha vuelto más peligrosa la vialidad. «Al gobierno de la Ciudad le importa un comino lo que
sucede en Tláhuac», lamentó el dueño de un establecimiento de servicios,
quien censuró el conformismo de un gran sector de la población por no
protestar ante la apatía del jefe de gobierno, Martí Batres, por el caos en
que han convertido a la Avenida Tláhuac en lo que va «de su trinche transformación», dijo.
«Nuestros clientes, ante la imposibilidad de estacionarse
para venir a nuestros negocios, prefieren seguir de frente antes que
exponerse a un incidente que ponga en riesgo su integridad física como el
estado de sus automóviles, porque a diario, sin exagerar, aquí vemos
colisiones, tallones y choques lamineros o, incluso, vemos cómo salen volando
los espejos laterales de vehículos, ya sea que estén estacionados o en
movimiento. Bueno, ya ni a la tienda de enfrente cruzamos para compranos un refresco por el riesgo de que ahí quedemos», refirió un comerciante.
A decir de los afectados, sólo en un principio agentes de
tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana vinieron a vigilar que el tramo de doble circulación estuviera funcionando
en orden, «hasta pusieron separadores anaranjados en medio de la Avenida
Tláhuac para evitar congestionamientos por aquellos que quieren dar vuelta
donde se les antoja y obstruyen la circulación. Pero eso sólo lo hicieron unos
tres días, porque después, y como eso no les produce dinero a sus mandos, se
desaparecieron de la zona», afirmó la dueña de un negocio.
Por lo anterior, los comerciantes afectados y cuyos
establecimientos se localizan en el tramo comprendido entre Calle
Independencia y Retorno de Tlaltenco, dijeron que tomarán medidas drásticas
en caso de que el Sacmex no termine la reparación del colector de agua que
cruza por San Rafael Atlixco, la avenida paralela que corre en sentido
inverso a la Avenida Tláhuac.
A un mes y medio de que se registró un socavón en la
Avenida San Rafael Atlixco, el Sacmex, fiel a la pachorra que lo caracteriza,
no ha podido concluir la reparación del colector de 76 centímetros de
diámetro que se encuentra a una profundidad de siete metros, debido a que
sólo se trabaja con un solo turno, y eso unos dos o tres días a la semana.
En tanto que el flujo vehicular continúa siendo afectado
en la zona, aun cuando por sobre San Rafael Atlixco volvió a ser habilitado
un carril por donde pueden circular, aunque a vuelta de rueda debido a lo sinuoso del
camino, tanto vehículos particulares como pesados.
La obra también afectó el servicio del Metrobús que
supuestamente fue establecida por el gobierno capitalino a fin de subsanar la
movilidad de miles de personas, tras la tragedia ocurrida en mayo de 2021 con
el desplome de una trabe del tramo elevado de la Línea 12 del Metro que
ocasionó la muerte de 26 personas.
Pero por lo visto, en el gobierno capitalino continúan
restándole importancia a lo que sucede en Tláhuac y a sus habitantes, y la
prueba más evidente es el tortuguismo del Sacmex con la obra en cuestión.
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