Ejidatarios
de Tlaltenco en la Alcaldía Tláhuac lamentaron que ante
la serie de anomalías y conflictos que enfrentan de unos años a la fecha,
derivados de invasiones y despojos de parcelas y terrenos a sus
legítimos propietarios por parte de bandas del crimen organizado y, sobre
todo, ante la indiferencia de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, la
comisaría ejidal no se ha preocupado por convocar a una asamblea informativa
para analizar y discutir la situación.
Es el único ejido en México donde en lugar de que la mesa directiva
convoque a una asamblea, se dedica mejor a organizar sesiones de aerobics y «perreos»
en el ejido, como denunciaron a NosotrosMSR
un grupo de ejidatarios que, dijeron, están hartos de la situación de negligencia
e ineptitud que ha caracterizado por años a las mesas directivas.
Los ejidatarios señalaron a quien funge como comisario ejidal, Juan
Manuel Romero Santillán, de ser incapaz de resolver problemas inherentes
al núcleo ejidal, debido a que se niega a convocar a una asamblea informativa
para aclarar la situación que de unos años a la fecha se vive porque, según ha
justificado, el salón ejidal en Paseo Nuevo está en riesgo de colapso
por falta de mantenimiento.
«O posiblemente estará en contubernio con los invasores o autoridades»,
dicen los ejidatarios, para que prevalezca la desorganización y los vivales y
autoridades puedan seguir haciendo de las suyas. No se debe pasar por alto
que mandos policíacos brindan protección a dichas bandas para que operen
impunemente. | La Guardia Nacional sólo puede intervenir cuando los invasores están cometiendo el delito |
No hay asambleas, sólo clases de aerobics
Sin embargo, el salón ejidal sí está en condiciones para ofrecer clases
de aerobics al público en general, cuyo instructor es Antonio Leyte,
supuesto presidente del consejo de vigilancia y jefe de brigada de la
Corena (Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural), quien «se auto
renta» el espacio, de acuerdo con los ejidatarios.
«No ha habido asamblea en dos años y medio, tampoco asesorías, mucho
menos apoyos que se hayan gestionado con el gobierno de la Ciudad. No hay
nada. En el tiempo que lleva Romero Santillán como supuesto comisario no
ha habido informes de ningún tipo», afirmaron.
«Esto de los aerobics los de la mesa directiva del comisariado no lo
ven mal, aun cuando es una actividad peligrosa por los movimientos que
requiere ese deporte; pero una asamblea, ¡ah, no!, eso sí es de muy alto
riesgo y extremadamente peligrosa para los compañeros ejidatarios»,
ironizaron.
«El mayor
riesgo de una asamblea es dar información, tal vez eso sea de mucho peligro,
pero para los de la mesa directiva», manifestaron.
Brigadas de vigilancia, ¿para qué sirven?
Dijeron que los ejidatarios desconocen las funciones de las «brigadas
de vigilancia» de la Corena o, simplemente, «no sabemos para qué están».
«Lo único que se sabe es que cobran mes a mes una cantidad buena de
dinero».
«El caso es que el consejo de vigilancia brilla por su ausencia –establecieron–.
El compañero Antonio Leyte funge como jefe de brigada y a su vez es el
presidente de vigilancia del ejido».
Asambleas no, pero para «perreos» si hay disposición
Relataron que el viernes 16 de septiembre «con permiso de quien sabe
quién» se llevó a cabo un evento de «perreo» en el ejido, a partir de las
17 horas, en el predio conocido como Los Lavaderos; testimonios de vecinos
dieron cuenta de que en el lugar hubo venta de bebidas alcohólicas debido
a que en plena vía pública fueron instaladas «dos carpitas», además de
una enfrente del evento.
«La ley
seca que había sido decretada por la autoridad en Tláhuac ahí se la pasaron
por el arco del triunfo», comentó un ejidatario.
Además, el sonido fue muy molesto para los vecinos por el alto volumen que
mantuvieron los organizadores del «perreo» que terminó alrededor de las cuatro
de la madrugada del sábado 17 de septiembre.
Lo anterior, aunado a que «la calle quedó llena de basura y hedionda a orines,
sin contar el ruido de las motos y los arrancones de los vehículos». Nadie
solicitó permisos para llevar a cabo el «perreo» callejero, los organizadores
ni siquiera se tomaron la molestia de pedir la anuencia de los vecinos, mucho
menos avisaron con antelación al evento.
Quizá las autoridades ejidales esconden algo
«Para eso sí hay disponibilidad, pero para celebrar una asamblea
con los ejidatarios nunca hay condiciones. Será porque esconden algo estas
autoridades ejidales que no quieren hacer asambleas, porque por
obligación la tienen que realizar», dijeron.
A decir de ellos, el campo estaba árido, «hasta que en lo individual
los compañeros ejidatarios se organizaron para trabajar en equipo y se dieron
a la tarea de investigar, por sus propios medios, cuáles eran los programas
de gobierno para el campo», precisaron.
«Es sabido que solamente los más allegados a las dizque autoridades del
Comisariado son los que obtienen y reciben apoyos de cualquier índole».
El argumento de algunos
ejidatarios acerca de que «las tierras no son productivas», también se
debe a que desde hace cinco años y medio no se ha dado
difusión de los programas de gobierno para reactivar la productividad del
campo en Tláhuac.
«En resumidas cuentas, no se
ven avances en ningún aspecto», dijeron los ejidatarios de
Tlaltenco.
Probablemente el comisario ejidal no sepa ni lo que es
Otra de las interrogantes para los ejidatarios es si el comisario ejidal
«sabe lo que significa su representación o sólo ocupa el cargo, como lo han
hecho otros más, sin tener la capacidad para resolver los problemas del ejido»,
cuestionaron.
«En resumidas cuentas hay mucha gente que tiene cargo en la mesa
directiva, pero ni por eso hay avances ni se brinda ningún tipo de
atención a los compañeros ejidatarios», indicaron.
Ineptitud, característica de las mesas directivas
Por lo pronto, las anomalías persisten en el ejido de San Francisco Tlaltenco,
por lo que cansados de llevar años con el mismo patrón de ineptitud en la
mesa directiva, decidieron dar sus testimonios acerca de la situación.
«Siempre
son los mismos grupos, grupos de antaño que se pelean el cargo para después,
cuando ganan, no hacen absolutamente nada por el ejido», lamentaron.
«Queremos gente nueva, de trabajo, gente que quiera su tierra y a su
pueblo, en vez de eso, como siempre, nada más la están saqueando y
engañando. Por eso es que estamos hartos», concluyeron.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario