Mercado Sobre Ruedas |
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Interesantes declaraciones sin duda alguna
las que no hace mucho hizo Luis Enrique Martínez Ventura, diputado
federal por el distrito 32 del estado de México, durante una plática
relacionada con el futuro del municipio de Valle de Chalco, ante
integrantes de la comunidad académica y estudiantil del Tecnológico
Universitario del lugar. Para ser diputado no se
necesita ser sabelotodo Lo primero que llamó la atención fue su
reconocimiento al hecho de que para ser diputado federal «no es requisito
conocer todos los temas del país». Cosa por demás sabida, sobre todo en
estos tiempos en que importan más las lealtades, por ejemplo, a la 4T que los
conocimientos y experiencia en temas prioritarios para el desarrollo del país;
pero además, cuando el discurso parlamentario no tiene nada que ver con la
realidad que enfrentan a diario millones de mexicanos, verbigracia los
habitantes de distintas comunidades de Zacatecas, envueltos en el fuego
cruzado que mantienen los cárteles de Sinaloa (dueño de la franquicia del
supremo gobierno –desde el sexenio de Vicente Fox hasta el actual,
el de la dizque transformación–
para operar en ese y otros territorios del Norte) y el Jalisco Nueva
Generación (que pretende apoderarse del control de la entidad). Hay candidatos mentirosos y
que actúan de mala fe Martínez Ventura aseguró que un diputado
como él, es un representante popular que, como candidato, en campaña va
con la intención de «tocar las fibras más sensibles de la gente», y
reconoció sin tapujos que «a veces con mentiras piadosas y a veces con muy
mala fe». Lamentó que por desgracia –para los incautos electores– no todo
lo que se dice en campaña se cumple. A lo que agregaríamos que casi nunca se
cumplen las promesas de campaña. Y también aceptó que para los candidatos que
buscan un cargo de elección popular, «una campaña sólo sirve para bailar
con viejitas y besar niños», porque después, «si los vi ni me acuerdo». El político vallechalquense quien se ha
significado por ser el de mayor peso por su trayectoria y experiencia, así
como por capital político, aseguró que algo que le ha favorecido son las
varias campañas que ha acumulado y, por consiguiente, su continua aparición
en la boleta electoral, algo que no muchos pueden presumir en el municipio 122
mexiquense. Quien como estudiante refirió que en Valle
de Chalco no había las más de 20 posibilidades de educación intermedia y
superior que se tiene ahora para los jóvenes, y que por ese motivo tuvo que
ir hasta el CCH Naucalpan de lunes a viernes para cumplir con el
bachillerato, cuestionó la improvisación, desconocimiento e incapacidad
para resolver los problemas prioritarios de la comunidad por parte de quienes
se postulan como candidatos. A eso se debe que prácticamente en el
municipio no se llevan a cabo debates entre candidatos, debido a que «no
todos estamos en la posibilidad de exhibir nuestras carencias y
desconocimientos de lo que vamos a gobernar»; lo triste del caso, dijo con
sarcasmo, es que aun así «hay quien se atreve a ser candidato». Y abundó al respecto: «Hay quien quiere gobernar el municipio y
no sabe dónde están los límites de lo que va a gobernar», además de que a los
debates que fueron organizados durante la pasada contienda electoral, la
mayoría argumentó no acudir porque le tenían «miedo a la pandemia», cuando en
realidad su temor era la ignorancia sobre temas del municipio. Está contra la militarización
de la seguridad pública Luego de opinar que la pandemia va a
obligar a los legisladores a emitir leyes que conduzcan al consumo sano de
alimentos, como lo hace él que según dijo consume a diario una salsa de
chapulines, Martínez Ventura se pronunció en contra de la militarización de
la seguridad pública. «No es llenando con armas de fuego a la
sociedad como se va a terminar con este problema más grave, es un problema
social que no se creó en 24 horas, ni se creó en este gobierno, pero se tiene
la gran oportunidad de atacarlo con éxito», comentó.
Que su triunfo en las urnas de
2015 el PRI lo negoció El diputado federal recomendó «la
ciudadanización de las cosas», lo que le dio pauta para recordar su segunda
gestión como alcalde de Valle de Chalco (2009-2012) y el municipio contó con
900 policías. «Fue la segunda ocasión en que lo fui (su primer período
comprendió el trienio de 2000-2003). Entonces, Martínez Ventura exhibió por
primera vez desde que concluyó el proceso electoral de junio de 2015, y de
manera pública, a la dirigencia de su anterior partido político, el PRI, al
denunciar que por así convenir a los intereses de los dirigentes, éstos lo
despojaron de su triunfo. «Si me permiten un pequeño comercial, su
servidor hubiese sido tres veces alcalde, sólo que la tercera fue negociada,
pero en la urna no la perdí». Como en su momento lo dimos a conocer en NosotrosMSR, el triunfo en la ya
tan común simulación democrática que resultan ser algunas elecciones,
le fue obsequiado en Valle de Chalco a Ramón Montalvo Hernández,
candidato del PRD a la presidencia municipal, tras de que en el Instituto
Electoral del Estado de México (IEEM) –y aquí, hay que decirlo con todas
sus letras– hubo consejeros que se prestaron al fraude, y sobre todo que
avalaron el patético ardid de que un día después de la elección fueron
descubiertas dos urnas rellenas de boletas, todas tachadas en favor del
perredista, urnas que según dijeron «habían sido olvidadas en las oficinas del IEEM de
Chalco». Antecedente: «¡A otro perro con ese hueso!»... Elecciones en
Valle de Chalco «La gané (la elección) y después me fueron quitando
quitando quitando votos por alguna razón, si no, yo
hubiese sido tres veces alcalde», aseguró el diputado federal, quien tras de
aquella polémica elección guardó silencio y no denunció lo fraudulento del
proceso electoral, lo que más tarde lo llevó a renunciar al partido tricolor
y afiliarse al Partido del Trabajo, donde volvió a ganar la elección para
diputado federal. Niños encadenados como
perritos en Valle de Chalco En otra parte de la plática, Martínez
Ventura se refirió a «irregularidades que persisten» en Valle de Chalco,
debido al problema de la inseguridad, por lo que recordó que cierto día de su
gestión como presidente municipal, se encontraba en su oficina cuando recibió
una llamada telefónica de su esposa quien le pidió se saliera de urgencia
para que fuera a ver lo que ella tenía ante sus ojos. «Mi esposa (Luz Barrón Alcántara) era
la presidenta del DIF y un día me dijo ‘quiero que vengas’, y fui
hasta donde ella estaba en ese momento, y lo que vi fue una realidad en Valle
de Chalco. Niños encadenados como perritos al interior de una casa, estaban
ahí con un plato de comida fría mientras regresaba la mamá de trabajar». A decir de Martínez Ventura, «la
inseguridad no la vamos a acabar mientras este tipo de irregularidades
persistan, porque esos niños crecen con muchos resentimientos. No quiero
decir que sea exclusivo, también hay delincuentes profesionales. Hoy se
profesionalizan al máximo y tienen toda la tecnología». La plática del legislador invitado por el
Tecnológico vallechalquense se extendió por más tiempo, pero lo que aquí
presentamos fue algo que consideramos de interés para los lectores y digno de
tenerlo presente, sobre todo ahora que hay una embestida de los
incondicionales de la 4T en contra del máximo organismo electoral del país. |
¿Y si le preguntan al canciller por su amigo el «Pepenas»? |
||
No
estaría por demás que la fiscal
capitalina, Ernestina Godoy, le eche una llamadita por teléfono al canciller Marcelo Ebrard, a fin de
preguntarle si por pura casualidad
sabe algo del paradero de Cuauhtémoc
Gutiérrez de la Torre, dirigente del PRI en la Ciudad de México. Con
eso de que don Cuauhtémoc fue, como dirigente del partido tricolor en la
capital del país, incondicional operador de don Marcelo cuando éste fungió como el «mejor alcalde del mundo» y, por consiguiente, los
servicios del priista le fueron de vital importancia para que los candidatos
del partido del sol azteca tuvieran contrincantes a modo y así poder llevarse
carro completo en las elecciones, como de hecho sucedió, podría ser que el
también conocido como «rey de la basura» ya le haya enviado una postal desde
algún balneario en el Mediterráneo u otro centro turístico de remoto país, con
el que la Cancillería mexicana tenga buenas relaciones. Habría que
ver… Pero no estaría por demás, repetimos, que doña Ernestina se comunique con don Marcelo para saludarlo, y ahí como que no
quiere la cosa soltarle la pregunta de, oye, carnal –o como le diga–, y ¿qué
te cuenta el «Pepenas»?, ¿dónde anda?, porque fíjate que ya tiene mucho que
no sé nada de él. En fin, es pura sugerencia, conste. El
caso es que la Fiscalía General de
Justicia (FGJ) de la Ciudad de
México informó que ampliará la indagatoria contra Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre –quien en 2014 fue acusado de
promover una red de prostitución al interior del PRI capitalino–, debido a
que luego de una revisión «minuciosa e integral» de todas las actuaciones
realizadas por la entonces Procuraduría acerca de las diversas denuncias
presentadas ese año en su contra, quedó evidenciado que se trató de una
investigación «deficiente, omisa y
lejana del deber de garantizar justicia» de las víctimas. A
decir de la fiscal Ernestina Godoy,
la institución a su cargo «les falló a las víctimas negándoles el derecho a
la verdad y a la justicia», al extraviar
labores periciales, omisión en la integración de la carpeta de averiguaciones
previas, filtración de datos personales que pusieron en riesgo a las
víctimas, así como un hostigamiento en los careos de los testigos que al
final resultaron innecesarios en la aportación de pruebas. Lectura recomendada: Como filme hollywoodense
de mafiosos PRI exonera al «Pepenas» En
abril de 2014, la periodista Carmen Aristegui dio a conocer que en las oficinas centrales
del PRI en la capital se ocultaba una red de prostitución dirigida por
Gutiérrez de la Torre. La
investigación reveló que el dinero para mantener la red de prostitución
provenía de la Secretaría de Finanzas del PRI, a cargo de Roberto Zamorano Pineda, un
incondicional del líder, que paga 11
mil pesos mensuales a las mujeres reclutadas para cumplir las fantasías de
Gutiérrez de la Torre. |
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Las encuestas de los partidos de seudo izquierda en
Tláhuac |
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Luego de que Francisco Martínez
Rojo se convirtió en el primer delegado de Tláhuac mediante una elección como
candidato del Partido de la Revolución
Democrática (PRD), esto en el año 2000, para el proceso electoral de 2003
los del partido del sol azteca decidieron –por voz del infalible René Bejarano– que la designación de
candidatos fuera a través de encuestas y cuyo correspondiente levantamiento
estaría a cargo de la empresa Consulta
Mitofsky. Fue la primera vez que la dirigencia perredista sorprendió a sus ingenuos
correligionarios con el cuento de que la popularidad se medía por encuestas,
por lo que sólo a través de dicho método los aspirantes podían acceder a una
candidatura, pero en realidad los sondeos sólo sirvieron de pretexto al
partido para que unos cuantos comercializaran con ellas. Hubo, sobre todo en
Tláhuac, quien pagó 10 millones de pesos por una candidatura a quien después
se sabría de su pasión por coleccionar ligas. Ni cómo olvidar la que para el siguiente proceso electoral sí fue
levantada (aunque tenemos la duda si volvieron a contratar a Consulta
Mitofsky) por los del sol azteca, esto en el 2006, y de la que salió
triunfador el profesor Juventino Rodríguez, pero como Marcelo Ebrard, entonces
jefe de gobierno, ya tenía comprometido a Gilberto Ensástiga para que le
ayudara a convencer a la gente de las bondades de la construcción de la línea
12 del Metro, no estuvo de acuerdo con
el resultado y mandó a sus operadores para que le catafixearan al profe la
candidatura a jefe delegacional por el cargo de director de educación media
superior –con las pejepreparatorias–
de la Ciudad de México, y sí, increíblemente aceptó. El resto de la historia es por todos conocida, cuando primero trascendieron
denuncias de nepotismo del profe por parte del sindicato, y sobre todo, que
su título de licenciatura presentaba irregularidades. Los tiempos cambian y ahora las elecciones –ya no sólo en Tláhuac, sino
incluso en entidades federativas como Sinaloa– se ganan no con popularidad,
sino mediante la compra de votos. Sí, al
diablo con las instituciones, a donde alguna vez las mandó el mesías diferente. Ahora que si un
candidato no tiene los suficientes recursos para invertir en su campaña, ahí
están los cárteles y sindicatos de mafiosos machuchones que se la pueden
financiar. La democracia ya sólo es un cuento, sobre todo porque los
electores van a apoyar a quien mejor les pague su voto y, después, que les continúe
ofreciendo dádivas a través de apoyos asistencialistas. |
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