|
Fotografía de archivo |
Ni
con la pura presencia de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en las instalaciones de la Unidad de
Protección Ciudadana Mixquic, de la alcaldía de Tláhuac, en donde estuvo de
visita hoy, será posible que de golpe y porrazo se purifique tan putrefacto
y fétido sector a causa de la podredumbre de la corrupción.
Según
testimonios de elementos de la ahora Secretaría de Seguridad Ciudadana, la
visita de Sheinbaum simplemente
es una burla fraguada junto con los mandos policiacos, tanto para los elementos
uniformados como para la ciudadanía –puro vil «maquillaje», dijo uno–
debido a que la visita de ésta se da cuando siguen surgiendo denuncias de «renteo»
por parte del jefe del sector Mixquic, César
Arnáiz, luego de que el nuevo titular de la SSC, Jesús Orta, había prometido erradicar.
A
decir de fuentes fidedignas de los sectores Mixquic y Zapotitla, los mandos
policiales de Tláhuac tuvieron el tiempo suficiente para maquillar la
información que le iban a presentar a tan «distinguida visitante», aun cuando solamente en el sector Mixquic
el día de ayer primero de enero, hubo tres muertos y un herido en hechos de
violencia.
En
pocas palabras, Sheinbaum
simplemente estará mostrando con su visita a esos sectores de Tláhuac sus
ganas de hacerse la estulta, porque si no supo la víspera que los mandos
policiacos tuvieron también tiempo para adiestrar a los elementos acerca de
cómo debían comportarse durante la visita de la jefa de Gobierno, so pena
de que serían arrestados y severamente castigados aquellos que se atrevieran a denunciar alguna
irregularidad, extorsión, abuso de autoridad o algún otro acto reprobable de
los que componen el pan de cada día de los subordinados, entonces
significaría que Jesús Orta a
unos días apenas de haber asumido el cargo acabaría como esos ingenuos y candorosos
víctimas de novatadas a los que les acaban viendo la cara.
Porque
si no hubo cambios hoy en dicho sector Mixquic tras de la visita de la jefa
de Gobierno, será señal de que entonces la «purificadora» de la dizque «cuarta
transformación» en la capital del país habrá dado su aval a la continuidad
de la misma estructura que, según testimonios de vecinos de Tláhuac,
permitió la infiltración del crimen organizado en tiempos del delegado Rigoberto Salgado.
Lo
más denunciado por la tropa tanto en el sector Mixquic como en el de Zapotitla,
es el denominado «renteo» de personal por parte de los directores «Mixquic»
y «Zapotitla Hades», los cuales, a decir de elementos policiacos, «han engordado
sus bolsillos con los grupos de motociclistas, los cuales con su respectivo
entre de 500 pesos semanales y 150 diarios con sus comandantes, tienen luz verde para extorsionar
a lo descarado a la ciudadanía».
Pero
esto, lamentablemente, no lo saben o fingen ignorarlo –como en su momento literalmente
se hizo el loco ante lo
putrefacto de la corrupción en la Secretaría de Seguridad Pública el
mediocre gobernante Miguel Mancera–,
tanto Jesús Orta como Claudia Sheinbaum.
Asimismo,
las denuncias de elementos policiacos a través de redes sociales señalan
que los jefazos denominados como «Mixquic Gama» y «Zapotitla Gama», «obligan
a los elementos a sembrar armas y droga a infractores para justificar que
están trabajando», como aquí lo denunciamos en su momento, con todo y
grabaciones del titular de la SSP, Raymundo
Collins, a raíz del asesinato de un albañil en Tlaltenco al que
literalmente cazaron sobre Avenida Tláhuac y después le sembraron una
subametralladora, tras de lo cual nunca pasó nada.
Ni
que decir de quien se identifica como «Mixquic Delta», presuntamente impuesta
por un amante identificado como «Bersecker», quien fue evidenciada en una
transmisión por la frecuencia policial y en la cual «obliga a batear delitos»
en el Ministerio Público de Tláhuac.
Cabe
señalar que todos estas irregularidades fueron denunciadas ante el área de Asuntos
Internos de la referida Secretaría, así como ante la Comisión de Derechos Humanos,
pero, a decir de un elemento policiaco, «es tanta la protección que todos
estos jefazos tienen de los apodados como ‘Samuray’ y ‘Neptuno’, que a eso
se debe que ni al jefe ‘Mixquic’, ni como a ‘Mixquic Gama, ni mucho menos a
la ‘Mixquic Delta’ y al tal ‘Hades’, les quite el sueño la idea de que
puedan ser removidos» de sus cargos.
Lo cierto es que las promesas de campaña de
Sheinbaum terminaron en la nada,
o más bien en el atole que le dio con su dedo purificador tanto a policías como a la ciudadanía de Tláhuac,
como aperitivo de la mentada «cuarta transformación»… Al tiempo.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario