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Jesús Olvera, a un lado del alcalde milpaltense Octavio Rivero Villaseñor |
Mientras algunos de los pocos actores de la grilla politiqueril que escogieron a Tláhuac
como centro de sus aspiraciones y ambiciones políticas no acaban de
recuperarse del contundente trancazo que les significó la victoria de los morenistas el pasado primero de
julio, situación que los ha llevado a mantenerse en un forzado
enclaustramiento y con bajo perfil, otros a quienes la rueda de la fortuna
sonrió parecen multiplicarse a fin de armar desde ya el armatoste correspondiente
que les permita combatir con la fuerza de las ideas y los cuestionamientos
a los de la dizque honestidad
valiente… Que para eso tienen
algo así como dos años.
Es el caso del alcalde de
Milpa Alta, Octavio Rivero
Villaseñor, quien como abanderado del partido Movimiento Ciudadano
consiguió salir airoso en la pasada elección, aun cuando dicha tierra es
pródiga en militantes y simpatizantes del morenismo en boga, está dedicado
de lleno en consolidar, primero, a su partido en esa demarcación, pero
también a apoyar la futura conformación de un corredor naranja al sur de la
Ciudad de México, integrado también por Tláhuac y Xochimilco.
Rivero consolidó su liderazgo en Milpa Alta tras de sumar apoyos de
significativa importancia como el de Jorge
Alvarado, ex delegado por el Partido Revolucionario Institucional, y
quien hizo la tarea que le correspondía para desterrar de una vez por todas
de tierras momoxcas a la hija de Rosario
Robles, Mariana Moguel, sin
importar que fuera su correligionaria y quien había sido impuesta como
candidata a la alcaldía para que siguiera sumando cargos y conformara una
trayectoria política que le permitiera seguir los pasos de su madre –tan cuestionada
por su paso en la Sedesol y la Sedatu, aunque nadie le vaya a hacer nada al
término del sexenio gracias a la presunta amnistía pactada por Andrés Manuel López con Enrique
Peña Nieto–.
Ahora el alcalde
milpaltense empuja la expansión del área de influencia del partido naranja
en Tláhuac, donde estuvo hace unos días con motivo de una actividad
relacionada con el Día de Muertos en el pueblo de San Andrés Mixquic,
festival que organizó Movimiento Ciudadano en la demarcación, a cuyo frente
se encuentra Jesús Olvera, a
quien le dio público espaldarazo al estar presente en dicha actividad toda
la tarde, tras de notificar su ausencia a la instancia correspondiente en
su demarcación, la Contraloría.
Días después, Rivero invitó a Olvera a que lo acompañara en una
jornada de trabajo en Milpa Alta, lo que podría entenderse como el proceso
de enseñanza y formación de quien encabeza a Movimiento Ciudadano en la
demarcación contigua, como parte de la estrategia política de contrarrestar
la influencia del actual partido preponderante en la capital del país, para
culminar con la instauración de una gestión administrativa naranja en
Tláhuac.
Ciertamente esto de la cuarta transformación en cierta
forma aún ni empieza, por más que ya sean más los yerros y las
controversias por decisiones adoptadas en el feudo morenista, pero los de Movimiento
Ciudadano por lo visto no están dispuestos a dormirse en sus laureles
conformándose con haber conseguido una demarcación en la pasada elección.
Van por más y para ello están formando sus cuadros… Al tiempo.
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