El
gobierno de Peña Nieto no ha invertido en más seguridad que la que mantiene
desde que arrancó su presidencia, cuando tardó prácticamente un año en
aceptar que en el país se libraba la guerra de los cárteles de la droga.
|
|
La cifra podría subir a 100 muertos por día cuando Peña Nieto se vaya |
Como consecuencia de la
crisis de violencia que no ha podido resolver ninguna estrategia de
seguridad, ni siquiera con la presencia de los militares en la calle –aun cuando
el titular de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, ha gimoteado por
haber sido involucrados en el combate al crimen organizado desde el sexenio de
Felipe Calderón–, el pasado mes de mayo se convirtió en el más violento de la
era del presidente Enrique Peña Nieto al registrarse 93 muertes al día en el
país, tras de que 2017 fue el año más mortífero de al menos este siglo.
La cifra de muertos el
pasado mes de mayo ascendió a 2,890, lo que incrementó los índices de
violencia ligados al narcotráfico, secuestros, asaltos, robo de combustible y
conflictos políticos en el país, en tanto que el país se prepara para celebrar
elecciones que algunos consideran que serán las más competitivas en la
historia reciente, y es que una porción de esta cantidad de personas
fallecidas estuvo ligada al proceso electoral. El resto es resultado de los
males que aquejan al país desde hace más de una década.
En los 31 días de mayo
de 2018 murieron de forma violenta cuatro personas por hora, lo que contrasta
con 2017, donde se reportaron 3.3 muertes al día. Lo cierto es que el
gobierno de Peña Nieto no ha invertido en más seguridad que la que mantiene
desde que arrancó su presidencia, cuando tardó prácticamente un año en
aceptar que en el país se libraba la guerra de los cárteles de la droga. Aun
así los derroches en publicidad oficial rebasan los 40 mil millones de pesos,
con el objetivo de maquinar una buena imagen, antes que un buen gobierno.
La estadística de mayo
le quita el récord a marzo de 2018, donde también se registraron cifras
récord de asesinatos en el país. Apenas hace cuatro meses México sufrió 2,746
muertes relacionadas con la violencia. La tendencia es que cada mes ha sido
más violento que el otro y que Enrique Peña podría dejar un país en donde se
registren 100 asesinatos al día en todo el territorio nacional.
En la memoria de los
mexicanos ha quedado impregnada la presidencia del panista Felipe Calderón.
Se creía que después de ese sexenio lleno de militares y policías federales
en contra del narcotráfico no se repetirían los índices de violencia de aquel
entonces. Lamentablemente, las malas acciones de seguridad del gobierno
federal peñista han hecho que las cifras de homicidios estén por duplicarse
antes de su salida en diciembre de este año.
Si la percepción nos
hacía pensar que la mayor cantidad de violencia estaría concentrada en
estados como Sinaloa, México o Veracruz, la realidad indica que en el pequeño
estado de Colima es donde más se concentran los homicidios este año. Le
siguen el estado norteño de Baja California, luego Guerrero, Chihuahua y
Guanajuato. Muchos de ellos ligados con la ordeña de ductos petroleros de
Pemex, conocido como huachicoleo.
La sorpresa recae en
estados anteriormente pacíficos como Guanajuato e incluso la Ciudad de
México, en donde la violencia desmedida ha ido a la alza. No solamente es
preocupante la cifra en general de muertos, la realidad es que dentro de esta
métrica hay bastantes asesinatos ligados íntimamente a los feminicidios. Al
menos 328 mujeres han sido asesinadas durante el primer semestre del año por
crímenes en contra de su género.
A pocos días de que los
mexicanos voten a los políticos que habrán de gobernarlos durante el próximo
sexenio, las autoridades electorales están preocupadas por el nivel de
violencia en contra de sus candidatos y los asesinatos en general, que
podrían hacer de este proceso electoral uno de los más violentos en la
historia del país.
Fuente: Breaking
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario