Mercado Sobre Ruedas
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Desde principios de
septiembre de 2015 la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus
siglas en inglés) reportó las actividades de grupos criminales en la Ciudad
de México, aunque destacó que ninguno de ellos domina la plaza. El documento
–membretado con la clave DEA-DCT-DIR-064-15–, indicó que en la entidad
gobernada por Miguel Ángel Mancera había significativa presencia de
los cárteles de los Zetas, Sinaloa, Golfo, Beltrán Leyva y los Caballeros
Templarios… Dicho informe fue elaborado por la agencia con base en una
revisión exhaustiva de información actual, entradas de datos a oficinas de la
DEA en México, e información de código abierto… La información fue revelada a
raíz de las investigaciones por el multihomicidio de la Colonia Narvarte, en
el que uno de los dos detenidos, ex policía por cierto, reveló que
integrantes de Los Zetas habrían sido los responsables del homicidio del
fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril, la activista Nadia Vera,
la estilista Yesenia Quiroz, la empleada doméstica Alejandra
Negrete y la colombiana Mile Virginia Martín; ésta última
principal objetivo del crimen, según se dijo, debido a que por declaración del
ex policía la mujer tenía un cargamento de cocaína que días antes había
recogido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México… La
información de la DEA fue negada por el jefe de gobierno… Dos años después, hace
unos días esa agencia Antidrogas dio a conocer en otro informe que organizaciones criminales chinas asentadas en
la Ciudad de México, ayudan a los cárteles mexicanos a lavar el dinero
obtenido del tráfico de drogas. «Este grupo chino tiene células en Nueva York
y Los Angeles y puede recibir grandes sumas de efectivo a nombre de los
cárteles mexicanos para pagar salarios en la capital del país el mismo día
que se recibe el dinero», indica el informe… Sin embargo, a pesar de que la
actividad de dichas organizaciones es constante, porque con sismo o sin él
nunca paran sus acciones, el jefe de gobierno se encuentra más preocupado por
promocionar su imagen en medios de difusión a un muy alto costo para los
contribuyentes capitalinos, debido a que tiene pretensiones de ser
contendiente a la presidencia de la República el próximo año… Luego de que el
sismo le vino a dar la –que ni mandada a hacer– oportunidad de como suspirante pudiera volverse un
producto atractivo para los potenciales electores, acabó siendo todo lo
contrario a sus pretensiones, esto es, chocante y engorroso para la
ciudadanía que busca información de lo que sucede en su comunidad –no de
políticos y sus codicias–, por aquello de que en los espacios informativos de
radio y televisión los medios privilegian lo que al jefe de gobierno concierne
debido a la consabida oferta de espacios publicitarios, con el pormenorizado recuento
de las diversas facetas que Mancera ha representado a últimas fechas
como las de ser consuetudinario contador de víctimas del sismo, o a partir
del 19 de septiembre gestor de todas las causas habidas y por haber, reconstructor
de la Ciudad, organizador de desfiles, promotor de alertas antisísmicas,
repartidor de tarjetas multiusos, charlatán, reportador y supervisor de
acciones, recriminador del Fonden por retención de fondos, así como muchas
otras trazas más, el indolente doctor
MAME ahora simula poner sus condiciones para ser candidato del frente
opositor que integran su partido,
el PRD, con el PAN y el MC… Y entonces aquello de negar la presencia del
crimen organizado en la Ciudad ya ni quién se acuerde en su gabinete… Mucho
menos ahora, cuando quiere que lo del asunto de los cárteles en la Ciudad de
México sea olvidado por la gente, especialmente aquel reciente capítulo en el
que la Marina-Armada llevó a cabo un operativo el 20 de julio –aprovechando
que andaba jugando a los caballitos en Parral y regalando patrullas como
parte de su campaña–, con imágenes tan reveladoras acerca de lo que sucedía
en una delegación de la Ciudad de México donde se daba –y se sigue dando– el
narcotráfico y narcomenudeo, justo lo que él tanto había negado a los cuatro
vientos –hasta que le taparon la boca los de la Marina–, y quizá por eso
mismo haya pedido a la Procuraduría capitalina que no se volviera a tocar más
el espinoso asunto del cártel de Tláhuac y el presunto vínculo del delegado
local con el abatido líder de esa organización criminal, a fin de no
enturbiar su campaña como de melodrama color rosa mexicano que lleva a cabo vía
pago por evento –en prensa, radio y
televisión–, para catapultarse a la candidatura que tanto ambiciona y
considera merecer –por aptitudes y capacidades que fuera de los de su círculo
de amigos y seguidores a nadie le constan–… De ahí que sea un diario capitalino
el encargado de exonerar de cualquier responsabilidad a presuntos implicados en
temas de vínculos con el crimen organizado, en lugar de que sea la instancia
responsable –la Procuraduría capitalina– como parte del gobierno que encabeza
ese doctor que considera tener los
atributos para ser presidente –en un país donde para desempeñar ese cargo lo
que menos importa es el coeficiente intelectual–… Así que al igual que Enrique
Peña Nieto cuando al inicio de su sexenio ignoró la guerra del narco y
todo aquello relacionado con los cárteles de la droga, así también hoy Mancera
busca por todos los medios que ya no le mueva nadie el avispero del tema de
los cárteles de la droga en la Ciudad de México, para poder brincar como
superhéroe de bodrio cinematográfico a la candidatura que tanto codicia… Total,
la inseguridad o el bienestar de la población es algo que a los políticos en
tiempo de campaña, al igual que sucede en el reino animal en época de celo,
no les importa en lo absoluto, porque precisamente están enfocados en sorprender
a cuanto potencial elector puedan a fin de reproducir las oportunidades que les
permitirán arribar a otro estatus de poder y fortuna para continuar devastando
presupuestos públicos y engrosar más sus patrimonios… Al tiempo.
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domingo, 5 de noviembre de 2017
Mancera y su convenenciero Alzheimer con respecto a los cárteles
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