Entre los casos más recientes se encuentra el de
una estudiante del plantel Cuautepec que sufrió una violación en las
instalaciones el tres de noviembre de 2016, y otra estudiante que ha
denunciado hostigamiento sexual por parte de un profesor; sin embargo, la
violencia de género ha sido «invisibilizada e ignorada» incluso por el
propio rector Hugo Aboites
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Situaciones de impunidad y omisión en casos de violencia de género fueron denunciados por estudiantes, trabajadoras y académicas de la UACM |
Un desesperado llamado
público a los órganos de gobierno para que legislen de forma ética y
responsable, con respecto a «las violencias racistas, clasistas y
patriarcales» que suceden en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, hizo
un grupo de estudiantes, trabajadoras administrativas y profesoras de la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Tras de precisar que la
violencia de género no es la única expresión de violencia que se tiene en la
institución, la profesora-investigadora Samanta Zaragoza dijo que hacían
público el llamado «porque internamente hemos trabajado mucho el tema, pero
no parece haber mayores consecuencias».
Así que para denunciar
las «terribles situaciones de impunidad y omisión» en torno a la violencia de
género, el grupo convocó a conferencia de prensa en la sede administrativa de
esa casa de estudios, en la colonia Doctores, donde aseguraron que la lucha
en contra de la violencia de género «no se ha dado desde nuestros órganos de
gobierno, sino que ha corrido a cargo, fundamentalmente, de profesoras,
estudiantes y trabajadoras, quienes han implementado, desde campañas de
lucha, firmas, talleres, diplomados, pronunciamientos y un largo etcétera».
«Incluso –señaló Zaragoza–,
en un acto desesperado, hace algunos años tomamos simbólicamente la oficina
del abogado general. Entonces realmente es terrible la situación que vivimos,
porque lo que está haciendo la Universidad se puede interpretar desde actos
por desconocimiento hasta actos por omisión».
Aseguró que en esa casa
de estudios se tienen «casos de chicas que acuden a la oficina del Abogado
General y éste, en respuesta, las turna al Ministerio Público, y les responde
que en esta institución no se puede hacer nada contra la violencia».
Por ello, los
denunciantes dijeron estar en proceso de implementar un protocolo de atención
a casos de violencia, acoso y hostigamiento sexual en el plantel San Lorenzo,
el cual ya han cabildeado en diferentes instancias y espacios, como en los
diferentes Consejos Universitarios. Sin embargo, «desde 2013 hemos pasado por
todas las instancias, por todos los consejos», y aunque les «echan muchas
porras», lo cierto es que «no se ha avanzado un centímetro en tener una
política institucional que prevenga, atienda y dé seguimiento para reparar el
daño ocasionado a las personas que denuncian», puntualizó la académica.
Dijo que un pretexto
para no actuar es que el Consejo Universitario –máxima instancia de gobierno
en esa institución– «no se pone de acuerdo, pero eso no exime a la
Universidad de su responsabilidad y de atender, en tanto, las denuncias».
Al hacer el recuento de los
casos que se han logrado documentar, dijo que en su mayoría se trata de «expresiones
de violencia de estudiantes hombres hacia estudiantes mujeres, de
hostigamiento sexual de profesores hacia estudiantes y entre trabajadores».
Los últimos casos, al menos
en el plantel de San Lorenzo Tezonco, es violencia de estudiantes hacia
trabajadores administrativos, «también muy grave y que no hay cómo atenderla»,
lamentó.
«Estamos en una
situación de terrible impunidad, porque no tenemos marco normativo y eso lo
saben los profesores, por eso se avanza en el ejercicio de la violencia»,
añadió.
Recordó que la comunidad
de la UACM ha vivido desde casos de feminicidio como el de la estudiante de
Cuautepec, Martha Karina, asesinada por Cristian Ortiz Reyes,
también estudiante del mismo plantel, afuera de las instalaciones del
plantel.
Asimismo, el de la
estudiante Campira Camorlinga, asesinada por un sujeto que se hace
llamar el «Matanovias», tras de lo cual la respuesta de la Universidad fue que
no podían ayudar porque el sujeto era «externo» a dicha casa de estudios.
Dijo que en la
actualidad el obstáculo más grande para enfrentar la problemática es que la
Comisión de Mediación y Conciliación del Consejo Universitario «está completamente
cooptada por gente interesada en echar atrás lo poco que se ha avanzado para
combatir la violencia», de ahí el llamado a legislar con ética para frenar la
violencia en la UACM.
Refirió que desde abril
de 2017 dicha Comisión decidió dejar de aplicar el procedimiento de atención
a la violencia de género, con lo que ha dejado en estado de indefensión a
tres mujeres cuyos casos estaban siendo procesados.
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Ni la oficina del Abogado General sirve para algo en la UACM, dijeron |
La UACM ha «invisibilizado»
violencia de género
«La UACM tiene una enorme
responsabilidad social que no ha cumplido, que evade porque muchos de sus
estudiantes que han confiado en ella, reciben un ‘pase a otra ventanilla’
como respuesta», indicó.
«Habría que recordarle a
la Universidad que México ha firmado compromisos internacionales para
combatir esta violencia», sugirió.
Por su parte, Sandra
Montiel, egresada de la UACM y actualmente trabajadora administrativa,
denunció que existen decenas de casos sin atender debido a que la violencia
de género ha sido «invisibilizada e ignorada» al interior de la institución, y
a las víctimas no se les ha dado el acompañamiento adecuado.
Luego de denunciar que
tanto la actual como pasadas administraciones de la UACM han obstaculizado el
trabajo de personas y grupos contra la violencia de género, afirmó que tanto
unos como otros han sido «perseguidos, señalados, criticados y hostigados» por
trabajar para que la violencia de género «se visibilice y atienda de manera
adecuada».
Agregó que «a pesar de
ello» y de «muchos esfuerzos», la oficina del Abogado General pudo, en 2013,
instalar un procedimiento de atención, «pero éste ha sido suspendido por la
Comisión respectiva en el Consejo Universitario».
«Así, nos enfrentamos a
casos sin resolver, aun teniendo dictámenes de expertos que indican
claramente que ésas personas sufrieron violencia de género grave, que se han
quedado en suspenso, y también nos quedamos con que hay casos nuevos que
ninguna instancia quiere tomar», asentó.
Violación en un plantel
En cuanto a los casos
más recientes, la estudiante del plantel Cuautepec y ex consejera
estudiantil, Yani García, leyó las denuncias enviadas por dos
víctimas: una estudiante que sufrió una violación dentro del propio plantel el
tres de noviembre de 2016, y otra que ha denunciado hostigamiento sexual por
parte de un profesor.
En el primer caso, la
estudiante dijo haber acudido al Ministerio Público a levantar el acta
correspondiente, así como haber informado «personalmente» al rector Hugo
Aboites. «Le entregué copia de la denuncia presentada –afirmó la víctima–;
sin embargo, no recibí ninguna atención ni asesoría por parte de la Rectoría,
ni del Abogado General Alfredo Domínguez Marrufo».
La estudiante también
acudió a la Comisión de Mediación, la cual solicitó medidas precautorias ante
la oficina del Abogado, en tanto se realizaban las investigaciones
ministeriales, sin que hasta la fecha la coordinación del plantel haya
realizado ni una sola de las medidas encaminadas a proteger a la víctima, la
cual ha tenido que acudir a clases en presencia de su agresor.
El caso llegó ya a la
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
El caso, denunciado
previamente durante un evento en el plantel Cuautepec, se trata de un caso de
hostigamiento sexual por parte de un profesor quien, hasta el momento,
tampoco ha recibido una respuesta de acciones institucionales, encaminadas a
proteger a la denunciante e investigar lo ocurrido.
Además, la trabajadora Erika
Vázquez presentó el caso de la profesora Grissel Gómez Estrada,
acosada por un profesor de su plantel.
«Hace unos días me topé
en un evento académico al profesor que me agredió», señaló en una misiva la
catedrática. El caso, de acuerdo con las denunciantes, cuenta con un dictamen
de un comité de expertas quienes sí identificaron «violencia de género grave»
contra la denunciante, pero el caso es uno de los que se encuentran
bloqueados.
«La integridad de las
compañeras que denuncian ha quedado expuesta, y no hay nada que garantice su
seguridad dentro de la institución», advirtió la estudiante Yani García,
por lo que el colectivo exigió que los casos se retomen de inmediato por
parte de la oficina del Abogado General; que la Rectoría instrumente módulos
de atención en todos los planteles y que las comisiones de Mediación y
Asuntos Legislativos del Consejo Universitario cumplan de forma ética,
asertiva y responsable sus funciones para frenar la violencia de género en la
UACM.
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