Armando Ramírez
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Mientras los politicastros andan ocupados en los asuntos que les pueden redituar ganancias, en Tláhuac la población sigue a merced del crimen organizado |
Vecinos de Tláhuac mantienen cerrada la Avenida
Tláhuac–Tulyehualco en protesta por la falta de acción de las autoridades de
la Ciudad de México y específicamente de la delegación Tláhuac, ante la ola
de violencia que impera en la demarcación y que el pasado miércoles 23 de noviembre
provocó la muerte de un canoero del Lago de los Reyes.
Los inconformes cerraron desde las 9:00 horas de hoy
viernes la Avenida Tláhuac–Tulyehualco, esquina con Calle Severino Ceniceros,
a la altura del embarcadero de la capilla de Guadalupe, en el Barrio de Los
Reyes, tras del asesinato de Antonio Palacios Martínez, asesinado en
un aparente asalto, cuando repartía pan a bordo de su motocicleta, en la Avenida
Tláhuac–Chalco, en la Colonia La Habana.
Derivado de la reciente ola de violencia que
afecta a la delegación Tláhuac, la mañana del pasado miércoles 23 de
noviembre en la Calzada Tláhuac–Chalco, a la altura de la Colonia La Habana,
el joven Antonio Palacios Martínez, quien repartía pan en su motocicleta,
fue arteramente asesinado. El móvil del asesinato, según fuentes aun no
confirmadas, obedeció a un asalto.
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Otro crimen de un ciudadano que como muchos otros también quedará impune debido a que los politicastros andan más ocupados en amarrar sus alianzas para mantener sus privilegios en la Ciudad de México |
Palacios
Martínez era parte de la Unión de Canoeros de San Pedro Tláhuac, organización
que anoche decidió alzar la voz por su compañero asesinado y acompañados de
una corona floral, varias cartulinas con la leyenda: «Exigimos Justicia por
Antonio» y con música de banda, realizó una manifestación del embarcadero del
Lago de los Reyes Aztecas con rumbo a la explanada delegacional, donde clamaron
por justicia y seguridad en la demarcación.
Los manifestantes hicieron una parada en el
Ministerio Público Tláhuac II, para proseguir a la comandancia de la Policía
de Investigación del sector, concluyendo el recorrido en la casa del
fallecido.
En ninguna de las dos paradas –y como ya es
costumbre de los negligentes burócratas enquistados en la administración
pública de la localidad– fueron recibidos o atendidos por algún funcionario delegacional
o judicial. Por el contrario, al llegar al edificio delegacional, personal de la misma de inmediato cerró las instalaciones
y se llevó a cabo el desalojó de empleados por la puerta trasera.
Al bloqueo se sumaron familiares y amigos de Palacios
Martínez que acompañaron al sepelio que terminó en el panteón de San
Pedro Tláhuac, sin que ningún funcionario de los gobiernos de la Ciudad de
México o Tláhuac se acercara con los inconformes.
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