jueves, 5 de octubre de 2023

Pendiente muy cuesta arriba que Brugada quizá no alcance a subir

 

 

Escenarios

Ha comenzado a hablar de dados cargados y de línea sucesoria a propósito de la precandidatura del ex jefe de la Policía, sabedora de que éste le dobla en porcentaje la ventaja por la candidatura a la Jefatura de Gobierno.

La encuesta que levantó la empresa Buendía & Márquez y publicada por El Universal ayer, en la cual da 30 puntos de ventaja a Claudia Sheinbaum sobre Xóchitl Gálvez en las elecciones presidenciales de 2024, fue el primer registro de cómo está la situación actual y sirve de advertencia a los de la coalición opositora de que la cuesta que deberán remontar estará para todos ellos muy empinada.

Igual parece tener la metafórica pendiente Clara Brugada en la Ciudad de México, quien al verse superada en los sondeos de intención del voto para la candidatura morenista a la jefatura de gobierno en la Ciudad de México por Omar García Harfuch, ha comenzado a hablar de dados cargados y de línea sucesoria en el proceso de selección de precandidatos.

Según los resultados de algunos sondeos internos de Morena, García Harfuch también supera por casi el doble a Brugada.

Sin embargo, el sector de la izquierda morenista sigue empujando a la alcaldesa con licencia y, tal y como lo hizo Marcelo Ebrard con su berrinche tras el triunfo anunciado desde en denantes, buscarán impugnar los resultados al final de dicha contienda interna.

En los grupos políticos de Morena continúa la guerra interna, los de la izquierda social, quienes son vistos como los «puros», entre los que se encuentra en primera fila el jefe de Gobierno, Martí Batres, contra los «populares», que no necesariamente son fundadores del Movimiento.

Por eso a García Harfuch no le perdonan que se haya afiliado al partido hace unos días.

Un precandidato alentado y apoyado por Claudia Sheinbaum, y que tal y como ella fue la «favorita» del presidente López para ganar la candidatura a la Presidencia por Morena, el ex jefe de la Policía saldrá ganador con la misma estrategia.

En cuanto a Ebrard Casaubón pareciera que la cuerda se le ha acabado. No era fácil que el presidente López le aguantara sus rabietas aun cuando el ex canciller debía saber quién iba a ganar el proceso interno morenista de las «corcholatas».

Quizás terminó viéndose en el espejo de Rafael Acosta Álvarez, aquel folclórico personaje apodado «Juanito», a quien en 2009 y tras de ganar la elección para jefe delegacional en Iztapalapa como candidato perredista, se negaba a entregarle el mando a Clara Brugada, como se lo había prometido a López Obrador.

Por lo que debió intervenir el entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, para sentarlo en su oficina y ponerle sobre el escritorio una serie de documentos comprometedores para «Juanito» y que podrían salir a la luz pública en caso de seguir negándose a entregar las riendas de la delegación en favor de Brugada.

Tal vez ahora Ebrard haya pensado mejor las cosas y prefirió bajar de nivel el perfil.

No es por nada, pero el asunto de la construcción de la Línea 12 está fresco y va a ser muy difícil que a la gente se le olviden muchas cosas.


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