| No tuvo otra alternativa Sheinbaum que condenar la brutalidad policíaca en Atlapulco |
Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno
de la Ciudad de México, condenó el abuso policial contra pobladores de San
Gregorio Atlapulco en la Alcaldía Xochimilco, y calificó de indebida la
actuación de mandos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) al
enfrentarse el viernes dos de diciembre a quienes se manifestaban en contra
de la obra presuntamente de drenaje que realiza el Sistema de Aguas de la
Ciudad de México (Sacmex) sin consultar a la población.
En un intento por enmendar su
culpa la jefa de gobierno dijo haber pedido a la connivente Comisión de
Derechos Humanos de la Ciudad de México que «realice la investigación
correspondiente», aunque la sociedad sabe de antemano que las conclusiones
serán las que Sheinbaum les ordene que digan.
Asimismo, se anunció la
separación del cargo de dos funcionarios: el director general de
Concertación Política de la zona sur, Emigdio Tonatiuh Ávila Obispo, de la
Secretaría de Gobierno, y el director general de la Unidad de Policía
Metropolitana Fuerza de Tarea, Luis Adrián Huerta Laguna, de la SSC.
Los habitantes realizaban un
bloqueo de vialidades para pronunciarse en contra de la obra, pues señalan
que el objetivo es sacar el agua de los pozos de la demarcación para llevarla
a otros puntos de la ciudad.
El pasado viernes, cuando
habitantes de Atlapulco realizaban el bloqueo de la Avenida Nuevo León en
protesta por una obra del Sacmex cuyo fin era la de sacar el agua de su
comunidad para llevarla a otros puntos de la ciudad –aunque el gobierno
capitalino busca disfrazar el objetivo y dice que se trata de un nuevo método
de drenaje–, policías intentaron retirar el bloqueo y se enfrentaron a golpes
y pedradas con los habitantes, incluso persiguiendo a un grupo que intentó
resguardarse dentro de un domicilio.
Luego de esa agresión, los
pobladores se unieron para arremeter en contra de los granaderos, imágenes
que fueron difundidas con profusión en los espacios noticiosos de la empresa
Televisa por instrucciones del gobierno capitalino, a fin de victimizar a los
elementos de la SSC y generar en la opinión pública animadversión contra los
pobladores de Atlapulco.
Sin embargo, la campaña se
les revirtió porque de inmediato comenzaron a solidarizarse con los
pobladores de Atlapulco otros pueblos originarios de Xochimilco, Milpa Alta y
Tláhuac.
Tras el anuncio de la
suspensión de la obra del Sacmex y la destitución de dos funcionarios, la
jefa de gobierno volvió a poner el dedo en el renglón, al señalar que se
explicará a la comunidad el objetivo del programa de ordenamiento territorial
que busca imponer a pueblos y barrios originarios de la capital, porque según
dijo «no se privatizará el suelo de conservación y se repondrá el proceso de
registro de pueblos iniciado hace algunos meses por la Secretaría de Pueblos
y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI)».
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