| El bloqueo continúa, como en el cargo sigue uno que en las urnas no ganó la elección, pero... |
Gran preocupación dijo tener
el secretario de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, por la salud
de los habitantes de Xochimilco, al asegurar que las obras de introducción de
tubería en San Gregorio Atlapulco, no son para llevarse el agua de la
comunidad a otros rumbos de la capital, sino para «evitar la contaminación de
los canales de la zona chinampera con aguas negras».
Aun cuando desde hace años en
la alcaldía Tláhuac el agua que llega a los domicilios por la red
literalmente es «agua puerca» y contaminada con residuos peligrosos, a lo
cual el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) sólo se ha limitado a
dar estultas justificaciones a los habitantes de la demarcación, Batres
Guadarrama mostró gran interés porque los canales de Xochimilco «no sean
contaminados» con aguas del drenaje que según dijo ahora sustituyen.
Sin embargo, esos canales por
los que ahora el gobierno de Claudia Sheinbaum muestra tanta consideración e
interés, son el objetivo a desaparecer con la aprobación del Plan General de
Desarrollo y el Programa de Ordenamiento Territorial, por los que busca la
reducción del suelo de conservación de la Ciudad de México en favor de la
expansión de la mancha urbana.
Al continuar hoy el bloqueo
de la Avenida Nuevo León por parte de pobladores de las comunidades de
Atlapulco y Caltongo, el secretario de gobierno anunció que él encabezará las
mesas de diálogo para atender las demandas de los vecinos de la zona.
Por su parte, el alcalde de
Xochimilco, José Carlos Acosta Ruiz, pidió cordura a los habitantes de esas
comunidades y aseguró que las obras que realiza el Sacmex no son para
llevarse el agua, sino para introducción de drenaje.
Como se sabe, Acosta Ruiz perdió
en las urnas la elección de junio de 2021, pero fue gracias a negociaciones
entre las cúpulas partidistas de quienes integraban las alianzas Juntos
Haremos Historia y Va por México, que estos últimos –efectivamente, con el inefable
Alito Moreno a la cabeza y la dirigencia del PAN– transaron la reelección del
ahora cuestionado alcalde en perjuicio de Gabriel del Monte Rosales.
No haberlo hecho así, hubiese
significado la debacle para la corcholata favorita del presidente López,
Claudia Sheinbaum, porque en el mapa político, su partido, Morena, tendría
ahora menos de la mitad de las alcaldías de la Ciudad de México.
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