| Trajeron las unidades Rinocerontes solamente para apantallar e intimidar a la población |
Con el despliegue de fuerza pública que ordenó el secretario de
Seguridad Ciudadana (ssc), Omar
García Harfuch, en la Alcaldía Tláhuac la tarde de este viernes, aun cuando
no hubo reestructuración de mandos policíacos en los dos sectores, Mixquic y
Zapotitla, la dependencia avaló los altos niveles de corrupción que en ellos
priva.
Al parecer, la estructura de corrupción imperante en los sectores de
Tláhuac rinde dividendos a los altos mandos de la Secretaría, por lo que el
alarde de fuerza tras las denuncias de incapacidad y corrupción hechas en Noticiudadana
y NosotrosMSR, no deja de
ser un burdo montaje más con los que se acostumbra en la ssc dar golpes mediáticos a la
sociedad capitalina.
Lo patético del tema es que mientras García Harfuch anunciaba un
operativo con gran despliegue de recursos humanos y materiales en Tláhuac, un
individuo que había agredido a una persona con un cuchillo y que se
encontraba bajo resguardo en el sector Zapotitla, se les escapó esta tarde.
Asimismo, durante la madrugada del jueves dos hombres fueron ejecutados
a bordo de su automóvil en la Colonia La Habana. ¿Qué operativo puede
funcionar contra ese tipo de acciones? | Los policías se necesitan en las colonias para que vigilen toda la noche, no nada mas para la foto |
Para nadie es un secreto que los operativos sólo son una simulación
para impresionar a la población, porque en los hechos distintas bandas del
crimen organizado operan en Tláhuac y la percepción ciudadana es que la
policía les brinda protección.
Son operativos engañabobos, como el que está dedicado a bajar pasajeros
a fin de prevenir asaltos, cuando en los hechos los delincuentes llegan en
motocicletas, suben, asaltan al pasaje y se bajan y huyen en motocicletas.
El circo que mandó el titular de la ssc
a Tláhuac esta tarde –quien por cierto también está en campaña por una
candidatura de Morena para el cargo que le ofrezcan–, incluyó tres camiones
blindados conocidos como «rinocerontes», los cuales cumplieron su objetivo de
apantallar e intimidar a la población.
Lo que la sociedad tlahuaquense pide son resultados, que se combata al crimen
organizado para que paren los despojos e invasiones, por ejemplo, en la
Ciénega y el Ejido de Tlaltenco, así como los asaltos a casa habitación y en
transporte público, y se combata el narcomenudeo. | ¿A cuántos cabecillas de bandas criminales van a subir detenidos a sus camiones blindados? |
Pero sobre todo, que con sus «Rinocerontes» se ponga un alto a la
disputa de la plaza por parte de los cárteles que operan en Tláhuac, y que en
esos camiones les hagan frente y los desarticulen.
Tales camiones son conocidos por la población porque el secretario
García Harfuch acostumbra placearlos en sus montajes y despliegues de fuerza,
pero nada más, porque en los hechos y gracias a la corrupción, la policía
sigue fabricando culpables y siendo blanda con la delincuencia organizada.
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