| Andrés Manuel López |
Todo aquel beneficiario de programas sociales del gobierno federal
está obligado a asistir a la denominada «marcha del pueblo» convocada por
el presidente Andrés Manuel López el próximo domingo 27 de noviembre, así
como a pegar la propaganda de dicho acto, además de cumplir con las cuotas de
asistentes que les fueron impuestas.
En caso de no cumplir, será dado de baja del programa y objeto del veto
definitivo para que ya no pueda reingresar al programa social correspondiente,
denunciaron beneficiarios pertenecientes a programas como Puntos de
Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes de la Ciudad de México o Pilares
para el Bienestar, así como Ponte Pila, Promotores Culturales Comunitarios y
Talleres de Artes y Oficios Comunitarios.
En un manifiesto a la opinión pública, los beneficiarios de programas sociales acusaron «nuevamente los abusos» y señalaron que fueron notificados de las consecuencias «por órdenes del
director general de Pilares, Javier Hidalgo Ponce».
Aseguraron que no es la primera vez que sucede esto, «Javier Hidalgo
cuando estaba a cargo del programa Ponte Pila también exigía a las figuras
sobrepasar la cantidad de horas establecidas en el programa, cumplir con
cuotas de asistentes extra por beneficiario y apoyar en acciones como la
Revocación de Mandato». Manifestaron que muchas de estas tareas las llevan a
cabo «bajo malos tratos y jornadas extenuantes sin contar con ningún apoyo
extra para pasajes o alimentos, dado que muchas de estas actividades se
realizan a considerables distancias de nuestros lugares de residencia».
En su comunicado denunciaron que para realizar sus actividades normales,
la mayoría de ellos se ven en la necesidad de poner de su bolsillo para sacar
adelante los talleres y cursos y no quedar mal con los usuarios y la
comunidad, porque según las intenciones expresadas en el diseño de dichos
programas, buscan el desarrollo comunitario. «No obstante, este tipo de
acciones corresponden a una lógica proselitista y clientelar en medio de una
disputa partidista en el contexto de la reforma política», precisaron.
Se deslindaron de cualquier apoyo a los partidos PRI, PAN, PRD, MC «ni
al neoliberalismo o conservadurismo», porque consideraron que tales prácticas
«son nocivas a la sociedad y denigran aún más nuestra labor en un país
donde la dignidad laboral, la educación, cultura y deporte han estado
marginados».
«En una ocasión la titular de la Secretaría de Educación, Ciencia,
Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, Rosaura Ruiz Gutiérrez, en
una comparecencia nos descalificó a las figuras aludiendo que teníamos un
bajo nivel formativo; sin embargo, muchas de las figuras de hecho están sobrecalificadas
y están en el programa porque confían en que es un espacio con un potencial
de mejora social, a diferencia de algunos servidores públicos del programa
que no cumplen con los perfiles requeridos».
Anteriormente, dijeron, «una inmensa mayoría de nosotros estuvimos
apoyando en las jornadas de vacunación en la Ciudad de México; al inicio no
contamos con vacuna y sólo en un reciente periodo por actividades de verano
se nos informó que contábamos con un seguro médico básico que cubría
accidentes dentro de las instalaciones de Pilares. Nos hemos encontrado en
dinámicas de trabajo con poca planificación, estabilidad y sin recursos y
personal para brindar las atenciones adecuadas».
Por último, denunciaron que muchos de ellos se encuentran «bajo la
presión de cumplir cuotas de usuarios cuando además de existir una carga
burocrática, especialmente en Pilares pequeños, no contamos con el apoyo
suficiente para dar difusión», por lo que «hay una reticencia a reconocernos
como trabajadores», de ahí que exijan se les dé un trato digno para que más
compañeras y compañeros no se desilusionan y abandonen el programa con los
procesos comunitarios en los que nos hemos esforzado.
«Sentimos temor por represalias, por lo que preferimos mantener el
anonimato, no obstante, no nos podemos quedar callados ante esta situación»,
concluyeron.
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