martes, 2 de agosto de 2022

El marranero de Morena en Tláhuac que posicionó al clan de los Salgado

Mercado Sobre Ruedas                                                                                                                            

 

| Columna de Zaratustra |

§  Pura trampa, simulación, exclusión y mentiras

§  Viejas prácticas electorales que cobraron vigencia

§  Con 500 pesos y una despensa sí salió gente a votar

§  Se quedaron con 6 de los 10 lugares para el congreso

Entre compra de votos, acarreo masivo, rasurado de padrones, carruseles, mapacheo y manipulación del proceso de conteo de votos, el fin de semana se llevó a cabo la elección interna de Morena rumbo al Congreso Nacional de ese partido en Tláhuac.

Durante las semanas previas al 30 de julio, los principales actores políticos de Tláhuac llevaron a cabo intensas jornadas de afiliación y re-afiliación a Morena con el propósito de incrementar mañosamente el padrón de afiliados a ese instituto político.

La orden de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, para las alcaldías morenistas en la Ciudad de México, fue el de llegar a acuerdos con los diversos actores políticos en sus correspondientes territorios con el propósito de garantizar el éxito de la elección.

Sin embargo, en el caso de Tláhuac los hermanos Salgado, personajes que mediante engaños y lisonjas se han vuelto peligrosamente cercanos a la jefa de gobierno, coludidos con un sector del morenismo local, buscaron en ese acuerdo garantizar a toda costa su lugar y la mayoría relativa dentro de la lista de los 10 congresistas que se eligieron, por lo que al final de la jornada seis de los 10 lugares les correspondieron a ellos y sus incondicionales: Berenice Hernández Calderón, la actual alcaldesa; Luz Anel Francisco Martínez, directora ejecutiva de Participación Ciudadana; Mónica Delgado Lira, líder de comerciantes en La Nopalera y hermana del priista también líder de comerciantes del Estadio Azteca, Willi Delgado Lira, y Jaime Pineda Ayala, director de Seguridad Pública en Tláhuac y quien fuera propuesto por la diputada federal y aliada de los hermanos Salgado, Guadalupe Chavira.

Con cifras insólitas de votos para cada uno de estas comparsas de la grilla local —debido a que para nadie es nuevo que el nivel de participación es tan apático como los índices de seguridad, bienestar y crecimiento económico en Tláhuac—, el derroche de recursos públicos suma cuantiosas cifras millonarias por parte de la poderosa pero ineficiente cúpula morenista, pues al rededor del centro de votación y sin mucho esfuerzo, testigos aseguran que cada voto fue pagado en 500 pesos y una despensa, lo que en modestos cálculos esto sumaría más de tres millones de pesos —¿de dónde habrá salido ese recurso?— para conseguir su objetivo.

En fin, la otrora Tlahuita la bella es pobre para el pueblo, pero rica a la hora de pagar los votos… del pobre pueblo por supuesto… ¡Cosas veredes, lector, lectora, en cuestión de amarres, menjunjes y tranzas de estos políticos de pacotilla!


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