| Al micrófono la alcaldesa Judith Vanegas, tras de que la jefa de gobierno los dejó plantados en San Agustín Ohtenco |
Tan mal están las cosas en San Agustín Ohtenco, en la Alcaldía
Milpa Alta, que ni la jefa de
gobierno, Claudia Sheinbaum, quiso pararse hoy en el lugar, después de
que había anunciado su presencia para encabezar un acto de dizque
recuperación de espacios públicos a las 10 de la mañana.
Y sobre todo, después de que en la semana previa
la alcaldesa Judith Vanegas había
mandado que le enchularan el pueblo a la gobernante, para que se luciera tanto
ella como su aún coordinador de enlace territorial, Celso Robles Ramírez.
Doña Claudia, a quien le gritan ¡presidenta!, ¡presidenta!,
do quiera que va, los dejó plantados. Nos referimos a sus correligionarios
obviamente, que tan entusiasmados estaban por la visita de la «corcholata»
favorita de López. Se quedaron, pues, como novios de rancho, vestidos y
alborotados.
Otro al que tampoco le salieron las cosas hoy fue al
presidente del Consejo del Pueblo, Pedro
Adrián Ramírez Peña –incondicional del diputado local Octavio Rivero Villaseñor–, porque quiso
dar madruguete a las comisiones representativas del poblado y pretendió
instalar su propio consejo electoral para la elección del coordinador de
enlace territorial, pero sin el consentimiento ni participación de los
integrantes de la agrupación que preside.
Literalmente, refirieron testigos a Noticiudadana, don Pedro Adrián hizo el consabido «oso».
Quiso instalar su consejo electoral balín y eso lo
hizo merecedor de un sonoro abucheo. Rechifla con los consabidos cinco
cambios de silbido con los que se le recuerda a alguien su progenitora.
Lo malo fue que la silbatina provino de las mismas
personas a las que el presidente del Consejo del Pueblo había invitado para que,
mano alzada, como bancada legislativa al servicio de omnipotente mesías,
avalaran su remedo de reunión donde se integraría a la mesa directiva de un cachirul
consejo electoral.
Cuentan vecinos de Ohtenco que el susodicho pretendió
aplicar la máxima aquella de que a río revuelto ganancia de pescadores.
Porque mientras todos los que presumen de tener un
liderazgo andaban de aduladores
entre el grillerío de vivales y
oportunistas de la localidad, con motivo de la visita de varios alcaldes de
extracción morenista al pueblo –a los que también dejó plantados la señora
Sheinbaum, como si no tuvieran cosas más urgentes que hacer en sus
demarcaciones–,el señor Ramírez Peña
–un mozuelo inexperto en lides políticas, al igual que el «Lechón» de las
altas milpas, según refieren vecinos–, quiso aprovechar las circunstancias.
Esto es, que mientras la alcaldesa Judith Vanegas
presidía un acto de entrega a la comunidad de espacios públicos recuperados –aunque
no se precisó quiénes se habían apoderado de éstos, si los neoliberales, los
conservadores o el propio Octavio Rivero–, el joven aprendiz de político convocó
a una reunión sin orden del día. Así como lo lee.
Los maledicentes tránsfugas del pueblo bueno y sabio sección Ohtenco, dicen
que el único plan que hay ya preparado por parte del «Lechón», es una
dotación de tinacos Rotoplas más el pago de 500 pesotes para quien guste
votar por el candidato a coordinador de enlace territorial cuyo nombre pronto
será dado a conocer.
Con eso de que el diputado Rivero se llevó la
Representación General de Bienes Comunales a través de quien fungió como
candidato suyo, Ignacio Vilchis, según refieren vecinos de Ohtenco, el ex
alcalde milpaltense está seguro que esta población será pan comido para él en
el ya próximo proceso de elección del coordinador local.
Por cierto, ¿a alguien de los que dicen no ser
iguales, les preocupará saber la marca de la maquinita de dónde son impresos
tantos billetes que han servido para comprar votos y tinacos y despensas en
elecciones celebradas en tierras milpaltenses? Y que conste que es pregunta.
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