| Ejidatarios reclamaron a Claudia Sheinbaum su sospechosa falta de interés para detener la acción de grupos invasores |
La protesta que llevaron a cabo la noche del
sábado ejidatarios de San Francisco Tlaltenco en la Alcaldía Tláhuac, en
contra de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, cuyas instancias de
seguridad e impartición de justicia han ignorado los llamados que les han
hecho para actuar contra grupos del crimen organizado que los han despojado
de sus parcelas desde hace años, simplemente se quedó a nivel de la anécdota.
Con consignas como suelo de conservación no a la
invasión, los manifestantes caminaron hasta el emblemático Arco de Tlaltenco,
donde le recordaron a Sheinbaum Pardo que el paraje que precisamente se le
conoce como el Arco, está incluido en una declaratoria de la Unesco como
patrimonio mundial, ante lo cual la jefa de gobierno no ha hecho nada.
Raúl Hernández Martínez, del área de concertación
política del gobierno capitalino, se presentó en el lugar y propuso la
realización de una mesa de trabajo para poder «ver bien, analizar y estudiar
el tema»; sin embargo, tras de haberse presentado ante ellos, algunos de los manifestantes
se agolparon en torno a él para exigir la intervención de la fuerza pública y
desalojar a quienes han invadido sus parcelas y ya no se le permitió hablar.
A tres días de la protesta, nada ha cambiado en el
ejido de Tlaltenco, donde grupos criminales que habrían apoyado al partido
preponderante a ganar las elecciones del año pasado, al parecer tienen
franquicia para poder operar impunemente en la zona, además de que sobre el
suelo de conservación –al que le salieron algunos defensores de ocasión
justamente durante las campañas de 2021 y quienes cuestionaron a un candidato
opositor a Morena por sus planes de reactivar dicho suelo con fines
turísticos– el gobierno capitalino parece tener otros planes.
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