| Se le negó la secretaría general de gobierno al diputado
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Luego del golpe anímico que el diputado local Rigoberto
Salgado Vázquez recibió con la decisión de la jefa de Gobierno, Claudia
Sheinbaum, de nombrar a José Alfonso Suárez del Real como secretario de Gobierno, en sustitución de Rosa Icela Rodríguez, y no a él como
daba por hecho la víspera debido a que según alardeaba de tener excelente
relación con la gobernante, acabó por tronar y rompió relación con varios de
sus amigos, colaboradores y operadores.
El irascible ex delegado de Tláhuac, quien mantiene
férrea lucha con su correligionario y contrincante político, el actual
alcalde Raymundo Martínez Vite, para apoderarse de las candidaturas de
Morena que estarán en juego para el proceso electoral de 2021, rompió
relación con Héctor Jiménez Garcés, a quien incluso pretendió poner
como candidato a la alcaldía en 2018, debido a que éste –según fuentes
cercanas a ambos– decidió «voltear a otra parte».
Como dato complementario Jiménez Garcés retuiteó
ayer en su cuenta de Twitter un mensaje de José Alfonso Suárez del Real y
Aguilera, relacionado con el día internacional de la juventud.
Pero el oriundo de San Juan Ixtayopan –ex director
de Jurídico en la gestión de Salgado como delegado– no fue el único que tuvo
que pagar las consecuencias del golpe anímico que significó para aquel no
haber sido considerado para la Secretaría de Gobierno con quien supuestamente
se llevaba «de a cuartos».
Del Fideicomiso Educación Garantizada (Fidegar),
el cual le fue concesionado por Sheinbaum para que metiera ahí a parte de sus
incondicionales al comienzo de la administración morenista en la Ciudad, Rigoberto
ordenó que se le pidiera la renuncia a varios de quienes habían sido por años
sus leales colaboradores, con el argumento de que también «habían volteado
hacia otra parte».
Fue así como pagaron las consecuencias de la
frustración del diputado local, personal ligado a Jiménez Garcés y con residencia en
San Juan Ixtayopan. Una de las que tuvo que renunciar fue Miriam Jiménez
Martínez, quien fungía como directora de asuntos jurídicos del Fidegar.
Otro más fue Sergio Medina Acatitla, jefe
de recursos materiales y administración de capital humano, así como Sergio
Montero Martínez, líder coordinador de proyectos para la zona norte.
Cabe señalar que la directora general del Fidegar
es Araceli Berenice Hernández Calderón, quien como se podría suponer
sólo recibe instrucciones del diputado. Además de que en el organigrama del
Fideicomiso aparecen dos hermanas de Rigoberto: Rita Salgado Vázquez,
directora operativa de programas para la ciudad, y Josefina Salgado
Vázquez como directora de comunicación, difusión e informática.
Así las cosas en quien pareciera que busca el
regreso de Tláhuac a los nebulosos días de una narcogestión… Al tiempo.
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