| El sector salud se quedó sin recursos. Lo que hay es para compra de votos
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Trascendió
que en el Hospital General Tláhuac los equipos de protección personal que
había para médicos, enfermeras y camilleros que combaten diariamente el
coronavirus en pacientes infectados se terminó, por lo que la orden de los
jefes de las distintas áreas que dieron al personal fue la de que ingresen como puedan al área de Covid y que cumplan con su trabajo.
Con
un «se acabó el stock del equipo de protección personal», médicos y
enfermeras del nosocomio han quedado a su suerte, luego de que los jefes les
advirtieron que aunque sea con equipo reciclado deberán cumplir con su obligación
de atender a pacientes con Covid, a menos que quieran que se les rescinda el
contrato.
Ni
mascarillas, guantes, googles y cubrebocas recibirán más estos médicos y
enfermeras, debido a que lo que había, donado por particulares y no porque
fuera suministrado por el sector salud, simplemente se terminó.
Al
menos eso fue lo que trascendió luego de que un grupo de médicos y enfermeras
se negó a acatar la orden de los jefes de entrar sin la protección segura de
equipo nuevo al área de enfermos de Covid.
Según
datos, por cierto muy diferentes a los que maneja Hugo López Gatell, subsecretario de prevención
y promoción de la salud del gobierno federal, son más de 70,000 los miembros del
personal médico que han sido infectados por coronavirus en México. De acuerdo con la Organización
Mundial de la Salud (OMS), el riesgo de muerte en México de un trabajador de
salud es cuatro veces mayor que en Estados Unidos y ocho veces más alto que
en Brasil, los dos países más afectados por la pandemia.
Información de organizaciones como el Consejo Internacional de Enfermeras, con sede en
Ginebra, y la local Asociación de Médicos y Enfermeras Nacional (AMYEN), refieren que las
cifras oficiales se quedan cortas y, del total de infectados en México, el 19
por ciento son trabajadores de salud, casi el triple que la media mundial.
La
revista NosotrosMSR dio a conocer hace poco que de los donativos de mascarillas,
googles, cubrebocas y guantes que fueron donados en gran número por
particulares al Hospital General Tláhuac, un gran número fue desviado por jefes del
nosocomio y del área administrativa para llevárselos a su casa y regalarlos a familiares y
amistades, lo que causó gran malestar entre médicos y enfermeras.
Ahora
las consecuencias ahí están, el stock de equipo de seguridad se acabó y tanto
médicos y enfermeras deben cumplir con su trabajo en condiciones de alto riesgo debido a que el gobierno federal ya no tiene recursos para comprar más
equipo.
El
recurso con que cuenta el gobierno federal, a decir de fuentes bien informadas,
lo reservan para el siguiente proceso electoral a fin de destinarlo en la
compra de voluntades que beneficie a los candidatos del partido
preponderante.
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