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Sergio Jiménez Barrios confía en ganar la lucha contra la corrupción institucionalizada en el PRI de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre |
El enésimo espontáneo
que desde agosto del año pasado busca acabar con la podredumbre de corrupción
en el Partido Revolucionario Institucional en la Ciudad de México mediante la
lucha contra el «pederasta, lenón y tratante de personas» Cuauhtémoc
Gutiérrez de la Torre, visitó esta mañana la sede del Grupo Social Tláhuac.
Sergio Jiménez Barrios,
quien se presentó como líder social y es hijo de Alejandra Barrios, lideresa
de comerciantes informales del Centro Histórico, además de secretaria de
operación política del partido tricolor en la capital, dijo que los
dirigentes solamente «se dedican a saquear a los partidos», y al PRI
capitalino lo han saqueado «como no tienen idea».
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También le dio su repasada al comité delegacional del PRI porque no hacen nada por el partido, pero cobran |
Aseguró que actualmente en
el PRI de la Ciudad de México «hay 300 aviadores que no trabajan para el
partido y cobran», debido a que el también conocido como el «Pepenas» o «Rey
de la basura» sigue conservando los hilos del poder del partido tricolor en
la capital, por lo que «quiere retomar la presidencia del partido».
Sin embargo, Jiménez
Barrios manifestó que, por fortuna, «su soberbia hizo que no se renovaran los
órganos de gobierno, como el consejo político, el órgano más poderoso de los
órganos de gobierno del partido, ni el comité directivo que es la presidencia
y la secretaría general; y tampoco se renovaron los comités delegacionales».
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No sorprendió a nadie que hubiese advertido que el «Rey de la basura» sigue manejando los hilos del poder en el PRI capitalino |
En su mensaje a los que
aún siguen siendo militantes del PRI del Grupo Social Tláhuac –debido a que
un alto número dejó de serlo tras de las decisiones que el año pasado tomó la
cúpula del partido y que perjudicaron al presidente de dicha organización,
Alejandro Durán–, se refirió al comité delegacional cuyos integrantes «no
existen, pero cobran».
Por ello, los priistas
deben recuperar el partido, quitárselo a la gente del «Pepenas» y hoy se tiene
esa oportunidad, porque aun cuando dijo haber impugnado al partido para que haya
elecciones por lo que el Tribunal Electoral ya lo ordenó, «este mal dirigente
tiene sus argucias, por lo que se mueve y se defiende».
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Algunos de los asistentes a la reunión quincenal del Grupo Social Tláhuac |
«Los que tienen ahorita
al partido son tres y se ponen de diputado tres años, luego el siguiente
período el mismo que estaba antes y luego al siguiente otra vez el otro y así
se van como escalerita», comentó.
Reconoció que
originalmente «había levantado la mano» para contender por la dirigencia del
partido tricolor en la capital, pero se tuvo que retractar porque primero se
debe luchar por renovar el consejo político, «el más importante porque elige
la comisión de procesos internos que son los que palomean a los candidatos».
De ahí la aparición de
figuras como Mariana Miguel o Francisco Olvera, quienes «se inclinaron a
Cuauhtémoc porque él tiene el consejo político actual, de ahí la necesidad de
ganarlo», a fin de que «no se le sigan concediendo todos los caprichos a
Cuauhtémoc Gutiérrez».
Denunció que el consejo
político actual del PRI capitalino «es falso e ilegal, además de caduco», porque
«ya no existen los consejeros políticos reales de hace ocho o 10 años,
falsificaron credenciales de elector. El nombre en la lista del consejero
real existe, pero con una credencial falsa, con la fotografía falsificada»,
afirmó.
«Eso es lo que tenemos
que tener cuidado, porque si el comité directivo elige al presidente con ese
consejo, vamos a perder, porque lo tiene Cuauhtémoc, así de ilegal y como
sea, lo tiene», reconoció.
Tras de la derrota del PRI
en las elecciones del uno de julio pasado, Sergio Jiménez Barrios remarcó que
dicho instituto político en la Ciudad de México debía buscar la
reconciliación con la ciudadanía, tomar otro liderazgo y no estar bajo el
control del ex dirigente del tricolor local, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre,
de lo contrario «desparecería en el corto plazo».
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