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Raymundo Martínez Vite y Claudia Sheinbaum |
No es que con la llegada de Claudia Sheinbaum
a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México se vayan a suspender los
operativos en Tláhuac para combatir el narcomenudeo y a quienes tienen la
franquicia del mercado en dicha Alcaldía, como informó un medio por ahí, se
trata de que una vez que sean presentados tanto el secretario de Seguridad
Pública como el procurador de Justicia capitalinos, también a finales del
mes de noviembre sea presentado un plan integral para combatir la
inseguridad y el narcotráfico en la capital del país.
Y es que tras de su gira de agradecimiento por
Tláhuac, la jefa de Gobierno electa reconoció que existe un problema grave
de narcotráfico en la Ciudad, por lo que el primer paso de su estrategia
será revisar y componer las instituciones, antes que implementar
operativos.
Pero no es que los vaya a suspender para
protección del cártel de la localidad, como insinuó un medio, que contrario
a lo que algunos pudieran suponer, éste no ha desaparecido del todo, simplemente
se han manejado con bajo perfil, pero las ejecuciones, extorsiones y robos
jamás se han detenido. Prueba de ello es que las intimidaciones a ciudadanos
que no tienen nada que ver con el crimen organizado han sido víctimas de pandillas
ligadas a éste al ser lanzadas al interior de sus domicilios particulares
bombas Molotov. Sí, aunque esta situación no sea dada a conocer en ningún
medio de comunicación y ni siquiera trascienda por redes sociales.
Durante su visita a la Colonia El Triángulo del
pueblo de Tlaltenco, en la Alcaldía de Tláhuac, Sheinbaum Pardo
reiteró que su intención es que las instituciones funcionen bien antes de
empezar a hacer operativos, «porque hoy (las Alcaldías) tienen muchísimos
problemas, según dijo.
Será bueno esperar unos días más para saber cómo
la próxima jefa de Gobierno piensa actuar frente al crimen organizado en
Tláhuac, tras de que la única estrategia sabida, anunciada hasta la
saciedad por el presidente electo, Andrés Manuel López, es la del
perdón y olvido, vulgo amnistía, para los capos de los cárteles en México.
Y sobre todo, luego de que la también apodada como la «científica» de la
política criticó el 14 de abril del presente año –en una visita a Santa
Catarina Yecahuizotl– que se le echara la culpa al delegado (entonces el
polémico Rigoberto Salgado Vázquez) de la situación de inseguridad y
narcomenudeo en Tláhuac, cuando «es responsabilidad del gobierno de la
Ciudad» atacar esos problemas.
Por el momento todo en aparente calma, como que se
quiere dar la sensación de que en Tláhuac –específicamente– nunca pasó
nada, luego de la victoria electoral de Morena en numerosas alcaldías de la
Ciudad y en diversas entidades del país, lo que podría ser consecuencia de
un presunto pacto entre el poder político y el de la delincuencia
organizada a fin de pacificar los escenarios otrora incendiados por la
guerra de los cárteles y el gobierno federal. No en balde las estimaciones
de algunos observadores políticos de que sólo en Tláhuac los del ahora
partido preponderante tuvieron que gastar algo así como 60 millones de
pesos para la compra de votos, como finalmente acabaron haciéndolo en todo
el país. Y es que de alguna parte salió ese y el resto del dinero.
Además de los proveedores de los tres niveles de
gobierno.
De ahí que no se tenga más opción que esperar a
ver con que va a salir Sheinbaum Pardo como estrategia para atacar al
modus operandi en la Ciudad, pero específicamente en Tláhuac, de la
delincuencia organizada… Al tiempo.
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