jueves, 10 de mayo de 2018

Tras de negligencia médica Hospital de Tláhuac arremete contra paciente

Mercado Sobre Ruedas

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Las acciones vengativas de las autoridades de un hospital que nació como producto de la corrupción en la gestión de quien se hacía llamar el mejor alcalde del mundo, se dieron luego de que la Tercera Visitaduría de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México dio inicio con la investigación del caso a través del expediente 3748, al tiempo que emitió medidas cautelares para proteger a Lorenzo.

Víctima de la negligencia médica del
Hospital General de Tláhuac
Autoridades del Hospital General en Tláhuac tomaron desde el miércoles represalias contra familiares de Lorenzo Guzmán Romero, de 41 años y voluntario en un camión de basura, quien sufrió convulsiones y una caída en las instalaciones de dicho centro hospitalario tras de la burocracia y consecuente negligencia médica, de acuerdo con los testimonios de sus familiares.
Luego de que los familiares hicieron pública la denuncia por negligencia médica por parte del personal del hospital, las autoridades comenzaron a tomar represalias contra ellos. «Nos desalojaron de la sala donde está mi tío, nos restringieron el acceso a verlo para obligarnos a firmar su hoja de alta, pero ésta contiene un diagnostico amañado», comentaron.
Las acciones vengativas de las autoridades hospitalarias se dieron tras de que la Tercera Visitaduría de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México dio inicio con la investigación del caso a través del expediente 3748, al tiempo que emitió medidas cautelares para proteger a Lorenzo.
Un hospital donde se lucra con la necesidad de pacientes
Sin embargo, el hospital tiene ya diversas denuncias por negligencia médica, además de la queja frecuente de que carece de medicinas, equipo y personal para atender a la población que recurre a solicitar atención.
Una de las más recientes denuncias es que las autoridades pretendían cobrar 100 mil pesos por atención médica a una familia baleada hace unas semanas.
Médicos recomiendan operar por fuera
En mayo de 2012 un vecino de Tlaltenco se presentó en el Hospital General a fin de que se le evaluara y tratara de un problema de próstata, pero cuando fue atendido en el primer piso del edificio por un supuesto especialista, éste le dijo que en el nosocomio más grande la red hospitalaria –como lo presumía el gobierno capitalino– era mejor que se operara por fuera, por lo que él lo podía hacer siempre y cuando pagara 20 mil pesos.
Lo anterior, aun cuando la obra de 15 mil 596 metros cuadrados de construcción, inaugurada por el que se hacía llamar «mejor alcalde del mndo», Marcelo Ebrard –y quien como jefe de gobierno se consumó la mayor obra fraudulenta de la historia de la Ciudad con la línea 12 del Metro– estaba «completamente equipada, con aparatos de tecnología de punta», y había tenido inversión de 462 millones de pesos según el secretario de Salud, Armando Ahued.
Un hospital que nació entre la corrupción
El alta a modo de que los burócratas del Hospital queden exentos
de negligencia médica
Por lo pronto, los familiares de Lorenzo insisten en que hay muchas irregularidades en el caso, como la de que los datos consignados en la hoja de alta fueron inventados por médicos del hospital «Matilde Petra Montoya», ubicado en Calle Gabriela Mistral de la Villa Centroamericana.
De otra forma no se entiende cómo fue dado de alta el vecino del pueblo de Zapotitlán, quien tras de esperar cinco horas a ser atendido debido a que sufría de vómito, diarrea y convulsiones, sufrió una caída dentro de las instalaciones de ese centro de atención médica, debido a la negligencia del personal que ahí labora.
De nada valieron las peticiones de los familiares de Lorenzo Guzmán Romero para que pudiera permanecer internado a fin de continuar con la atención médica.
Simplemente personal del hospital optó por evadir su responsabilidad en el estado grave del paciente, que presenta alteraciones de su estado mental tras de la caída que le provoco fractura en el cráneo.
El domingo 29 de abril, Lorenzo convivio con su familia e, incluso, participó en el carnaval de Zapotitlán; sin embargo, a las 14:30 horas del lunes 30 abril comenzó con vómito y diarrea, y a las 15 horas comenzó con convulsiones, por lo que luego de prestarle los primeros auxilios, fue trasladado a las 15:30 por sus propios medios a la sala de urgencias del Hospital General de Tláhuac, a donde llegan a las 16:20 horas, según relataron familiares.
En dicha sala de urgencias estuvieron sin que nadie se dignara a proporcionarle atención médica, sólo fue hasta que de nueva cuenta se presentó el cuadro de convulsiones, lo que sucedió alrededor de las 21:00 horas, cuando el paciente al tratar de incorporarse del piso, se desplomó de frente y se rompió el cráneo, lo que obligó al personal del hospital a atenderlo e internarlo.
El dos de mayo a las 16:30 horas lo dieron de alta a pesar de que su estado de salud no era el conveniente, por lo que ya en su domicilio comenzó a presentar síntomas de alteración mental, como delirio de persecución y molestias ante el más mínimo ruido, lo que de inmediato extrañó a los familiares.
La reacción de Lorenzo fue pedir ayuda al tiempo de ponerse a amontonar cosas sobre la puerta de su casa para atrancarla, a fin de que nadie pudiera entrar, lo que asustó aún más a los familiares.
El jueves cuatro de mayo, a eso de las 19:00 horas, nuevamente comenzó a convulsionarse, por lo que acudieron otra vez al hospital y lograron que lo volvieran a internar.
Solamente que en las posteriores visitas, sus familiares se percataron de que su estado se mantenía igual, por lo que al pedir información al médico que lo atendía, éste les indicó que su cuadro se debía a que se encontraba en «proceso de desintoxicación» y a la «baja de sodio».
Los familiares alertaron que, a pesar de su estado grave, el personal del Hospital General de Tláhuac les indicó que a las 10:00 horas del miércoles 9 de mayo sería dado de alta, por lo que pidieron la intervención de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y del gobierno capitalino, a fin de evitar de que literalmente fuera lanzado a la calle.
Sobre todo, debido a que por su estado representaría un peligro en primer lugar para sí mismo y después para quienes les rodean.
Además de que la caída que sufrió se produjo como consecuencia de que no fue atendido a tiempo en la sala de urgencias, de ahí que ahora el personal del nosocomio buscó la manera de deshacerse del paciente para evadir su responsabilidad, indicaron los familiares.

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