| Así se ven las otrora lagunas este miércoles 19 de junio |
Para quienes supusieron que
por la declaratoria de Área Natural Protegida del pasado mes de enero de 2024 por parte del Gobierno de la Ciudad,
la crisis ambiental por el desecamiento de las lagunas de Tláhuac-Xico sería menor por la implementación de algún plan, la alarmante situación ha venido a corroborar que todo sigue igual que antes.
Derivado de esa situación, una gran cantidad
de fauna endémica ha tenido que seguir el vuelo de las aves migratorias ante
la creciente presión sobre los recursos naturales que ejerce el cambio
climático.
Según cifras oficiales recientes,
el conjunto lacustre abarcaba 3,587 hectáreas, de las cuales el 66.34% se
encuentran en la Ciudad de México y el 33.66% en el estado de México, debido
al incontrolable avance de la mancha urbana.
Tras declarar la zona como
Área Natural Protegida, la Secretaría de Medio Ambiente aseguró que el
objetivo consistía en proteger y conservar los ambientes naturales
representativos de diversas regiones biogeográficas y ecológicas, así como
los ecosistemas más frágiles.
Sin embargo, ahora sólo el
cuerpo principal del lago mantiene agua, aunque a niveles tan bajos que ya
empiezan a aparecer cúmulos de tierra.
Las lagunas dependen de los
escurrimientos de la Sierra de Santa Catarina y de las lluvias, pero la falta
de éstas en los últimos años ha agravado la situación.
Si a eso se le suma que desde
2017 la zona se ha convertido en un sitio de depósito irregular de desechos
de construcción, el problema es aún mayor.
Durante la gestión de Martí
Batres como jefe de gobierno interino en la Ciudad de México, no ha habido
una sola mención ni acción para resolver el problema de la desecación de la
supuesta «Área Natural Protegida».
Asimismo, tampoco Clara
Brugada, jefa de gobierno electa para la capital del país, tampoco tuvo una
sola mención durante su campaña a las lagunas que parecen vivir sus últimos
días.
En 2022 la entonces jefa de gobierno,
Claudia Sheinbaum, presentó un proyecto para utilizar el lago como proveedor
de agua potable a los habitantes de la Ciudad de México, incluso durante su
campaña presidencial volvió a insistir en el tema.
Sólo que especialistas en el
tema consideran esa opción inviable debido a la falta de capacidad del lago
para abastecer a la Ciudad, por lo que es mejor la creación de un plan
ambiental de forma urgente.
Hasta antes de la sequía, el
Lago Tláhuac-Xico era una zona rica en biodiversidad, pero el impacto de la
sequía ha sido devastador.
Según registros había 169
especies de flora y fauna, incluyendo 111 plantas vasculares y 58 animales;
el 80% de los anfibios y el 74% de los reptiles de la zona tienen algún grado
de endemismo en el país, además de que ahí se encontraba el 70% de los
reptiles y el 55% de los anfibios registrados en la Ciudad de México y zonas
aledañas.
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